ELCHE. El dispositivo Egara es un mango de asistencia inteligente, adaptable a todos los bastones tradicionales para personas invidentes, que evita colisiones dolorosas con objetos y barreras elevadas por encima de la cintura e indetectables para ellas. Un proceso largo que se inició en el año 2013 y en el que han participado equipos multidisciplinares procedentes de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), la Cátedra de Investigación Bidons Egara y la empresa tecnológica Instead Technologies, del Parque Científico de la UMH. Ahora, Egara ha sido elegida como finalista de los Premios Fundación Mapfre entre centenares de propuestas ideadas por emprendedores sociales de más de 10 países. El próximo 29 de octubre, su equipo volverá a defender su proyecto ante un comité de evaluación, formado por expertos de Fundación Mapfre e IEUniversity, con el objetivo de alzarse con el galardón.
La tecnología de Egara es capaz de detectar obstáculos aéreos que no podrían ser localizados por un bastón blanco. Este proceso es posible gracias a tres sensores de ultrasonidos situados en la parte inferior del mango que crean una barrera virtual frente al usuario. Cuando estos sensores detectan un obstáculo, el portador del bastón recibe una señal de vibración en la muñequera que está conectada al mango.
Para evitar advertencias repetitivas, que puedan confundir o crear cierta sensación de agobio, Egara está diseñado para que solo avise de aquellos objetos que realmente sean susceptibles de colisionar, discriminando otros que no supongan una interferencia en el camino o que ya hayan sido detectados en el rastreo habitual.
Transformación social e impacto global. Son los principales atributos por los que han destacado los nueve proyectos de innovación social que se han clasificado para la final de los premios que promueve Fundación Mapfre y que tienen como objetivo, en esta tercera edición, mejorar la salud, la movilidad sostenible y la innovación aseguradora. Los proyectos finalistas, que en esta edición proceden de Brasil, Ecuador, España y Perú, pretenden dar respuesta a grandes desafíos como mejorar la calidad de vida de las personas, reducir la contaminación de las ciudades, apoyar a las personas mayores, entre otros, y hacer frente a las necesidades generadas durante la crisis actual.
Los nueve finalistas han recibido apoyo, orientación y ayuda para comunicar y desarrollar de la forma más efectiva sus propuestas a través de coaching y accederán a un plan de relaciones públicas para potenciar la visibilidad de sus proyectos ante potenciales inversores y financiadores. Todos optan a un premio individual de 30.000 euros, uno por categoría, que les ayudará a desarrollar sus proyectos.