Ramón i Cajal. Foto: APLa Edus-Alcoidemà es la estrategia de renovación y consolidación social, urbana y económica con la que Alcoy quiere afrontar los diferentes retos que se le presentan y situarse como referente entre los municipios de su mismo tamaño. Un proyecto de ciudad inteligente, sostenible e integradora, en el que lo más importante es mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
ALCOY. A lo largo de su historia, Alcoy ha liderado procesos de revolución industrial, movimientos sociales y tendencias artísticas que la han convertido en referencia. Ahora, esta ciudad de en torno a 60.000 habitantes quiere recuperar su posición de liderazgo, apostando por un desarrollo sostenible y con el bienestar de las personas siempre en el horizonte. Un proceso de transformación imparable para el que cuenta con la mejor herramienta. Se trata de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (Edusi), que el Ayuntamiento presentó bajo la marca Alcoidemà. Este plan, aprobado en 2017, está promovido por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas y cuenta con un presupuesto de 20 millones de euros, cofinanciados con fondos del Programa Operativo FEDER de Crecimiento Sostenible 2014-2020 de la Unión Europea.
Según explica el alcalde de Alcoy, Toni Francés, "Alcoidemà es la hoja de ruta de un proyecto ambicioso con el que queremos abordar de manera transversal diferentes retos económicos, medioambientales, climáticos, sociales y demográficos. Todos ellos están interrelacionados y queremos interpretarlos siempre bajo la premisa de caminar hacia una ciudad inteligente, sostenible e integradora".
Las primeras acciones de esta estrategia son ya una realidad. Entre ellas destaca la reurbanización de Na Saurina d’Entença, una de las más importantes arterias de la ciudad –con casi un kilómetro de longitud–, que se encontraba en una grave situación de deterioro por la elevada presión circulatoria a la que se había visto sometida durante décadas.
Las obras llevadas a cabo han consistido en renovar todo el pavimento, sustituyéndolo por materiales innovadores que reducen el CO2. Sobre todo, la transformación de esta calle busca favorecer al peatón frente al tráfico de vehículos, haciendo su paseo más agradable y revitalizando al mismo tiempo la actividad comercial. En esta misma línea, se han ampliado las aceras, se han colocado arbolado y bancos y se ha introducido un nuevo sistema de señalización.
Calle Sant Francesc. Foto: APPero el proyecto de Entença va más allá e introduce el uso de la tecnología para fomentar la movilidad, mejorar la fluidez del tráfico y reforzar la seguridad, tanto de conductores como de peatones, a través de cámaras que registran tanto el número de vehículos que circulan como su velocidad. Además, se han habilitado puntos de acceso Wifi, estaciones de recarga para vehículos eléctricos o sensores de detección para el control de las zonas de carga y descarga.
Aprovechando una subvención de 93.000 euros de la Agencia Valenciana de la Innovación, la calle se convierte en una especie de laboratorio urbano en el que se recaban multitud de datos que después se utilizan para probar nuevas soluciones bajo condiciones reales. Un proyecto en el que colaboran de forma intensa la Universitat Politècnica de València y la Universidad de Alicante y que contempla propuestas como un sistema de inteligencia artificial que informa de temas relacionados con la calle o la ciudad.
Rodes. Foto: APPor otro lado, cerca del extremo norte de esa calle, en los accesos a la estación de Renfe, se va a actuar también para dotar a esta zona de un nuevo pavimento, integrándola con el resto de la ciudad. Al mismo tiempo, se mejorará el acceso peatonal y aumentará la fluidez del tráfico de la calle colindante a la entrada de la estación, con semáforos y otros elementos que servirán para reordenar el tráfico de vehículos.
Otro de los grandes objetivos de este plan es contribuir a la revitalización del centro histórico, convirtiéndolo en un entorno agradable y accesible para el ciudadano e incentivando así la actividad comercial para dotar de nueva vida a esta parte de la ciudad. En ese sentido se han desarrollado las obras de reurbanización de la calle Sant Francesc, que han conllevado un cambio de pavimento para evitar resbalones y mejorar la accesibilidad, transformando calle y aceras en una única plataforma peatonal. La intervención se ha completado con la actuación en la parte alta de esta emblemática vía, que ha convertido también la plaza Ramón y Cajal en una zona para los peatones, con arbolado y sin obstáculos para nadie.
Más proyectos con un importante componente social serán los que se lleven a cabo en las zonas Centro y Partidor, con la construcción de una serie de viviendas públicas, destinadas a colectivos especialmente vulnerables. Entre ellas, destaca la puesta en marcha de un modelo de convivencia intergeneracional, con pisos que se ofrecerán en régimen de alquiler y a precios reducidos a menores de 35 años y mayores de 65 años. Será un conjunto arquitectónico dotado de espacios verdes y áreas comunes en las que se introduce la presencia de placas solares para que los habitantes puedan autoabastecerse energéticamente.
El respeto a la historia de Alcoy y a su pasado marcan la actuación insignia de Alcoidemà: el parque tecnológico y cultural proyectado en la manzana de la fundición metalúrgica de Rodes, en el barrio de Santa Rosa. La rehabilitación de este antiguo enclave industrial de casi 12.000 metros cuadrados, convertirá una serie de espacios dispersos en un conjunto emblemático, con un proyecto arquitectónico que pone el foco en la recuperación de elementos originales del modernismo y la arqueología industrial, reinterpretados bajo un prisma contemporáneo.
Proyección de Rodes. Foto: APSituado en medio de una de las zonas con mayor densidad poblacional de la ciudad, Rodes ofrecerá zonas ajardinadas y espacios abiertos y públicos entre los que se instalarán varias cápsulas en las que albergar proyectos tecnológicos e innovadores. Estos actuarán, a su vez, como tracción y motor para la transformación del tejido industrial, así como para la generación de ocupación y riqueza en el territorio.
En este parque tecnológico se integrará además parte del proyecto Distrito Digital de la Generalitat Valenciana, que acogerá servicios de digitalización y empresas de base tecnológica. Y a todo ello se añadirá el Centro de Turismo de Interior, financiado y habilitado por la Generalitat, que se destinará a actividades relacionadas con la gastronomía de la zona, principalmente de formación gastronómica.
Este nuevo espacio nace con la vocación de satisfacer las necesidades culturales y sociales de la ciudadanía, por lo que también habrá espacio para un auditorio, un centro cultural, salas polivalentes, el archivo municipal y una biblioteca, así como un restaurante que potenciará la tradición gastronómica de Alcoy.
Otro de los ejes de la Edusi-Alcoidemà es convertir Alcoy en una ciudad inteligente, algo tan simple y al mismo tiempo tan revolucionario como utilizar las nuevas tecnologías para mejorar nuestra calidad de vida. Este objetivo va a dar en 2021 un importante paso adelante con la creación de una plataforma que gestionará toda la información recogida a través de la red de sensores instalados en los edificios municipales.
Conocer estos datos y poder interpretarlos permitirá acceder a determinados servicios de manera remota y programada, ahorrando dinero público y mejorar en eficiencia energética. Al mismo tiempo, las tecnologías de la información y la comunicación simplificarán la gestión administrativa, permitiendo al ciudadano acceder de forma más ágil a procesos y servicios que se le presentarán de forma unificada.
Todo ello, sin olvidar las acciones encaminadas a impulsar la transición ecológica, con una ciudad que no solo apuesta por reducir las emisiones de dióxido de carbono, sino por potenciar las energías renovables, con la instalación de equipos fotovoltáicos para la producción y el autoabastecimiento de energía. Respecto a las acciones para mejorar la eficiencia energética, destacan por ejemplo las mejoras que se llevarán a cabo en el Centre Cervantes Jove (CJC) para aislarlo térmicamente y mejorar los sistemas de calefacción, con una inversión de casi un millón de euros.
Por último, otra iniciativa sostenible consistirá en implantar el uso del transporte personal, como las bicicletas y bicicletas eléctricas, con una serie de acciones que promoverán una utilización segura, asequible, fácil y respetuosa con el medio ambiente.
