BENIDORM. La Conselleria de Educación, Cultura y Deporte ha recibido cuatro ofertas para asumir el servicio de redacción del proyecto básico y de ejecución de las obras que servirán para terminar al fin el IES Pere Maria Orts i Bosch de Benidorm. Unas obras de ampliación que se iniciaron en 2009 y que ahora cumplen 10 años desde que la anterior concesionaria abandonara las obras por la quiebra de la empresa y dejara el centro sin terminar.
Como se decía, Educación ha recibido cuatro ofertas, pero tres de ellas están pendientes de subsanar deficiencias halladas por los técnicos. Por ello, han admitido a trámite sin problemas la presentada por la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por UTE: COR Asociados Arquitectos SL, Otxorena Arquitectos SLPU y Enrique Alario. Las que tenían que presentar nueva documentación son las UTE siguientes: CPS Infraestructuas Movilidad y Medio Ambiente SL y Boozo Arquitectos SLP; Arqueha, GrupoTec y Font; y la última la conforman Bau y StudioMas.
Tal y como ha ido explicando este diario, el presupuesto base de licitación es de 600.224,61 euros con IVA. El plazo de ejecución del contrato constará de dos fases, tal y como recoge el pliego. La primera será la redacción del proyecto básico y del proyecto de ejecución, que tendrá seis meses. Mientras que la segunda será para la ejecución de obra y el plazo de ejecución coincidirá con el del contrato de obras al que está vinculado. Este plazo incluirá asimismo la realización de los trabajos relacionados con la recepción y liquidación de la obra.
Hay que tener en cuenta que la previsión de Educación se van al primer trimestre de 2022, si todo va bien. Además, tal y como explicaron en su momento fuentes de Educación, el plazo para la ejecución de las obras es de 15 meses. Para ello, primero tendrán que derribar el edificio.
La historia del centro ha dado muchas vueltas la última década, aunque siempre ha tenido el mismo final: las obras sin terminar. Después que el nuevo gobierno valenciano apostara por su finalización en 2017, la empresa adjudicataria también terminó rompiendo contrato. Tras llevar unas semanas a pie de obra, constató que las condiciones del edificio no eran las especificadas. Para seguir tenían que ampliar el presupuesto, más de lo permitido para seguir con el contrato, por lo que se tuvo que hacer un nuevo estudio que determinó que la mejor opción era derribar lo construido hasta el momento.
Y en esas está ahora el instituto. A la espera de que finalmente se pueda conocer el proyecto que luego se tendrá que licitar para su obra y terminar de una vez con las aulas en barracones.
Las obras en el centro están pendientes desde 2011, cuando las inició el anterior Consell del PP, comenzando en julio de 2009 con un presupuesto de seis millones de euros y un plazo de ejecución de 24 meses. El propósito era bueno: reformar el centro, que entonces contaba con único bloque formado por dos edificios con planta baja y dos alturas construidos en 1979 y 2000, más la construcción de un nuevo aulario y un gimnasio.
El objetivo era, y se mantiene, un nuevo instituto de 20 unidades de ESO, más los espacios correspondientes a 8 grupos de Bachillerato y 16 de FP, con un total de 1.360 plazas escolares. Pero en octubre de 2011, cuando ya se había acabado la construcción del nuevo aulario y del gimnasio y se había realizado un 83% la reforma del antiguo edificio, la adjudicataria entró en concurso de acreedores y se paralizaron las obras.