ALICANTE. La Conselleria de Educación da con la tecla para tratar de solventar los problemas generados por la matriculación sobrevenida en la ciudad de Alicante. Y no es una problema menor, si se considera que esas peticiones de inscripción de última hora (motivadas por traslados a lo largo del curso, fuera del periodo de escolarización oficial) afectarían a cerca de 2.600 alumnos, según confirmaron fuentes del departamento autonómico.
Por lo pronto, la primera medida a corto plaza concebida para paliar esa situación -en la que trabajan la Inspección Educativa, la Dirección Territorial de Alicante y los Servicios de Planificación Educativa de la Dirección General de Centros Docentes- consiste en habilitar nuevas unidades en los centros existentes cuando así sea necesario. Es decir, crear grupos o clases adicionales, lo que supone que se incremente la plantilla de esos centros en al menos un docente por cada nueva unidad, al margen de otros profesionales que resulten imprescindibles.
Además, ante el próximo curso 2025-2026, se procederá a crear administrativamente un nuevo centro para educación Primaria, el CEIP número 56, que quedará emplazado físicamente en el espacio que ya ocupó provisionalmente en su día el CEIP Pedro Duque. Es decir, la ubicación que el Ayuntamiento de Alicante ya ha puesto a disposición del departamento autonómico, en la calle Polop, con el fin de que pudiese darse cobertura a la matriculación sobrevenida.
Se trata, además, de una localización que permitiría responder a las necesidades existentes, toda vez que, según fuentes de Educación, esas demandas de escolarización de última hora se centran especialmente en los barrios de Carolinas-Pla y El Garbinet.
De hecho, según las mismas fuentes, el departamento autonómico que coordina José Antonio Rovira ha puesto en marcha el procedimiento de licitación para disponer de las aulas prefabricadas en las que se organizará ese nuevo colegio, a través del Servicio de Infraestructuras de la Dirección Territorial, con el fin de que esas estructuras (conocidas popularmente como barracones) puedan comenzar a instalarse en breve. El propósito, según las mismas fuentes, es que el colegio pueda estar en funcionamiento en el inicio del próximo curso.
Esa solución permitirá atender la demanda existente en Primaria, sin que se considere necesaria la creación de un nuevo centro para Secundaria, en la medida en que se habría concluido que los centros actuales pueden asumir la llegada de nuevo alumnado, según las mismas fuentes.