ALICANTE. El ex ministro Eduardo Serra (Madrid, 1946), presidente de la Fundación Everis, ha estado este pasado jueves en Alicante en el Foro de Excelencia Directiva (Fexdir20) que organiza el Círculo de Directivos de Alicante. A Serra le tocó tocó hablar de geopolítica internacional, pero en una conversación con Plaza abordó algunas cuestiones como la gestión del talento y la educación y pasó de puntillas por la política española. Apenas quiso decir nada, pero considera que "es muy fácil equivocarse con el Gobierno que llega", que ya pasó con anterioridad ya Adolfo Suárez, con Felipe González y con José María Aznar. "No hay que precipitarse para juzgar", augura. Es consciente de que no es el momento más adecuado para un acuerdo entre PP y PSOE, "no es fácil, pero intentémoslo". "Desde la Fundación Everis lo estamos intentando, hay muchas más cosas que nos unen que nos separan. Por ejemplo, todos queremos que a nuestros hijos les vaya bien. En este contexto, yo no desistiría en lograr grandes acuerdos" , afirma.
-Usted defiende que España está muy preparada para la transformación digital, que tiene mejor infraestructuras digital que Portugal, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia juntas, pero ¿ve políticas contundentes en pro de la digitalización de la sociedad y de las empresas?
-Sí es necesario mejorar en algo es en la educación del talento. Hace tiempos que venimos reclamando un pacto con la educación. Si hay discrepancia con la religión o con Educación para la Ciudadanía, o para las lenguas cooficiales, déjenlo, pero que nuestros estén tan bien preparados como los franceses, los italianos o los alemanes, o los coreanos. En eso es muy importante el acuerdo se haga realidad. ¿Son las políticas adecuadas? De las políticas siempre hay que criticar porque nunca serán las perfectas. Pero lo que creo es que muchas veces es que la empresa y la sociedad civil va por delante de la política. En lo que me volcaría es en conseguir es colaboración entre lo público y lo privado. En vez de considerar, como ha pasado, que hay enfrentar al sector privado y el público, hay que ver que entre todos lo vamos a hacer mejor si lo hacemos solo uno. En China, por ejemplo, no se ha habla de colaboración público-privada porque todo es lo mismo. España, si no quiere perder el tren de la tecnología, debería contar con las fuerzas de la sociedad civil. Es esencial el que aprendamos y mejoremos esa colaboración público-privada.
-¿España ha dejado de exportar talento?
-Esos fenómenos son más aparentes que reales. Si una persona que estudia Medicina, se va fuera y aprende más, y luego vuelve, bendito sea Dios con que se haya ido. Es malo si lo formamos, se va y no vuelve. Hay que formar todo lo que podamos y hacer lo posible para atraer el mejor talento. La actitud defensiva de que no se nos vayan está muy bien, pero la mejor defensa es un buen ataque. Debemos generar un caldo de cultivo social que atraiga el talento. A diferencia de los países del norte de Europa, aquí, en España, lo tenemos casi todo: lo criticamos todo, a excepción de que es el país en el que mejor se vive. Insisto, lo tenemos casi todo. Nos faltan un par de pinceladas, démoslas. No sólo que no se vaya el talento, sino que lo atraigamos.
-Esas pinceladas a las que se refiere en qué consistirían, ¿en cambiar la política fiscal?
-Pues probablemente. Dejar más espacio a la sociedad. Creo que la política ocupa demasiados espacios. Hay que dejarle a la gente que viva. Lo fiscal es muy importante, pero teniendo el clima, la gastronomía y la hospitalidad, el mundo lo agradece más que nada. Tenemos casi todo, demos las tres pinceladas que faltan para retener talento y atraer talento.
-Uno de los últimos debates surgido es sobre el papel de la mujer y los estudios de las STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. ¿Haría algo para motivar a la mujer a que participe de esos estudios?
-En la Fundación Everis hemos hecho, junto a otras instituciones, un estudio bastante en profundidad y hemos descubierto que no hay una causa única. En las STEM, la desigualdad entre hombre y mujer es infinitamente más grande que en las facultades de letras. Hay un elemento que puede ser educacional, y es que los estudios STEM requiere una continuidad que otros estudios no requieren. Esa diferencia hace que en la mujer, primero, se anime menos en los estudios, y luego, les pueda sacar provecho. También son estudios que tienen menos contenido humano. En Medicina, en cambio, las mujeres sí que brillan; Medicina le brinda una faceta humana que no le brindan las ingenierías. Otra causa es que la falta de referentes femeninos, y es importante que los tengan.
-¿Es el momento de la Formación Profesional?
-Era el momento hace tiempo. Sigue siendo, es lo imprescindible. España tiene más formación universitaria que Alemania, y menor FP. Nos gastamos mucho dinero en formar universitarios que luego van directamente al paro desde que se licencian hasta que se jubilan. Y sin embargo, no tenemos profesionales de FP. Es como la manguera que un jardín se rompe.
-¿Ha habido durante muchos años un diálogo de sordos entre administración y empresa?
-No sé si diálogo de sordos, pero sí falta de diálogo. Aunque la universidad va mejorando, y en esta región mejor que en otras, ha habido una cierta renuencia a que la empresa entrara en la universidad. Al final, el mundo laboral tiene que estar conectado con la universidad. Si no, nos haremos un flaco servicio.