ALICANTE. La acción protagonizada por el portavoz municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Alicante, Paco Sanguino, genera la consiguiente reacción de la mayoría de concejales que conforman el grupo político, alineados con el exsenador Ángel Franco. Siete de los nueve ediles socialistas han conminado este lunes a su máximo responsable en la corporación municipal a anular el despido de tres de los cargos de confianza que ejercen funciones de asesoría en el grupo político, y a revertir la propuesta de cese de Trini Amorós como portavoz adjunta, así como representante del partido en el consejo de Aguas de Alicante, en la Junta del Teatro Principal y en el Patronato de Turismo.
El acuerdo se ha adoptado en el transcurso de una reunión de grupo convocada de urgencia por el secretario general de la agrupación local del PSOE y concejal, Miguel Millana, a la que no ha acudido ni el propio Sanguino ni la edil Lara López, que ejerce como secretaria del grupo. En ese encuentro, celebrado en el despacho del grupo municipal, se ha considerado que el portavoz municipal había actuado "de manera unilateral" al adoptar esas decisiones sin formular una consulta previa ni concretar los motivos que le habrían llevado a adoptar tales iniciativas.
La solicitud trata de conseguir una rectificación con la que "se podría tratar de reconducir la situación" generada a partir del pasado viernes, cuando trascendió el escrito registrado por Sanguino ante la Secretaría General del Pleno en el que se planteaban los despidos y la destitución de Amorós. El acta de ese acuerdo de petición de rectificación ya se habría remitido al propio Sanguino, según ha concretado el mismo Millana. Al tiempo, Millana también ha indicado que se prevé convocar en breve una reunión de la ejecutiva local del partido "a la que podría acudir Sanguino para explicarse, si así lo desea", ha añadido.
¿Qué pasaría en el caso de que Sanguino no revirtiese su decisión? En principio, según Millana, quedarían abiertos todos los caminos establecidos estatutariamente, entre los que figuran la posibilidad de promover el relevo de Sanguino como portavoz. En todo caso, ha señalado que confiaba en que pudiese alcanzarse una salida a la crisis en el menor plazo posible.
Por lo pronto, la Concejalía de Recursos Humanos ha comunicado este lunes que el cese de los tres asesores (Ana Candela, Pedro Ródenas y Javier Prats) cobraría efectividad a partir de este martes, día 19 de julio. Al tiempo, la Secretaría General del Pleno también ha notificado a Sanguino, en respuesta a su escrito registrado el viernes, que para que pueda producirse la destitución de Amorós como portavoz adjunta se requiere del registro de un acuerdo firmado por la mayoría de los concejales que conforman el grupo municipal. Se trata de la misma condición que resulta necesaria para que se produzca el relevo del portavoz titular. El relevo de Amorós en el resto de consejos y organismos municipales sí podría producirse tras la adopción del acuerdo preceptivo en Junta de Gobierno. Dichos acuerdos podrían acordarse este martes, según fuentes consultadas.
Está por ver cuál puede ser a partir de ahora el próximo movimiento de Sanguino. Lo cierto es que, cuando menos, ha decidido obviar la reunión de grupo impulsada por Millana al considerar que no se habría seguido el procedimiento establecido para la convocatoria de ese tipo de reuniones. Según ha sostenido a consulta de Alicante Plaza, se debe formular una petición oficial firmada por un grupo mayoritario de concejales, de la que se debe dar traslado a la secretaria del grupo (en este caso, la edil Lara López, que tampoco ha acudido a la reunión), que a su vez debe informar al portavoz municipal para que éste dicte la orden de la convocatoria oficial a través de la propia secretaria.
Entre tanto, el secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, se ha pronunciado por primera vez este lunes sobre el episodio registrado en el Ayuntamiento de Alicante para reconocer la existencia de "tensiones" que obedecen al ámbito local y destacar que "nadie es imprescindible", después de que trascendiese que Sanguino había remitido un escrito a la dirección nacional del partido en el que denuncia la existencia de un grupo municipal paralelo dirigido por Ángel Franco con la connivencia de Millana y de los tres asesores despedidos.