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Muchos encuentran en el mercado B2B una oportunidad para ofrecer sus APIs como producto

La economía de las APIs

11/07/2022 - 

VALÈNCIA. Que la que se conoce ya como la API economy está en auge lo ponen de relieve hechos como los más de 430 millones de dólares de inversión conseguidos hasta el año pasado por Postman, una plataforma estadounidense de API. Pero hay muchos ejemplos mas de casos de éxito de empresas creadas como API que funcionan en todo el mundo, como sucede con Paypal o Stripe. También el servicio de Google Maps corresponde a una de las cerca de 100 API’s desarrolladas por la empresa del buscador de Alphabet, “gratis” para la mayoría de los usuarios, pero con un elevado coste para las organizaciones corporativas. 

El término API corresponde al acrónimo resultante de las siglas de Application Programming Interfaces, es decir interfaz de programación de aplicaciones. Una API no se programa sino que es una especie de documento en el que se define el protocolo para que dos dispositivos se puedan comunicar y entender entre sí. Es decir, conseguir que hablen el mismo idioma a la hora de formular una solicitud y recibir una respuesta.

Por ejemplo, en el caso de Google Maps un usuario no tiene necesidad de entrar desde su dispositivo al servidor de Google para encontrar el que necesita consultar entre la marabunta de mapas de todo el mundo. Basta con acotar la búsqueda usando las palabras adecuadas para que el servidor de Google Maps le de lo que necesita. Esa es la misión de una API, conseguir que los dispositivos se entiendan o, dicho de otra forma, crear una interfaz para ser usada por dos sistemas.

Algunos negocios, como los ya citados Paypal o Stripe fueron concebidos desde su origen como una API, en este caso para ofrecer un servicio de pago online a terceros. Sin embargo, cada vez es más frecuente que una empresa desarrolle sus propias APIs dentro de la infraestructura interna para mejorar el funcionamiento del negocio y convertirlo luego en un producto a disposición de terceros.

Un ejemplo lo podemos encontrar en Helix, una compañía que basa sus servicios en pruebas genéticas sencillas que se pueden realizar en el propio domicilio. Más allá de su oferta a los usuarios, Helix también ofrece sus servicios a otras compañías a las que proporciona su servicio de pruebas de genoma para que lo integren en su propia oferta.

Esa API, creada en principio para el uso de una empresa en particular, es lo que puede convertirse ahora en producto y abrir una línea de negocio adicional permitiendo el uso de la API a un tercero adaptándola a su propio negocio. Siguiendo con el ejemplo de Google Maps, se puede mencionar a Uber como empresa beneficiaria que pudo agregar los mapas en su plataforma sin tener que desarrollarlos.

Queda claro, pues, que los clientes principales de la economía de las APIs son los desarrolladores, los responsables de integrar sin dolor las soluciones creadas por equipos ajenos. 

Los API evangelistas

Para poner en valor todo este mercado, existe en España APIAddicts, una fundación que reúne a la mayor comunidad del mundo alrededor de las APIs. La asociación la fundó Marco Antonio Sanz Molina Prados quien, además de presentarse como API evangelista, es CEO y fundador de la empresa Cloud Appi donde cuenta ya con un equipo que supera a las 80 personas expertos en consultoría y desarrollo de APIs en el mundo cloud.

“Dentro de la API economy nosotros creamos servicios que pueden ser utilizados por otras aplicaciones”, dice Sanz Molina quien aclara que, en su caso, los desarrolladores son sus jefes. En cuanto a la necesidad que existía de evangelizar sobre las APIs explica “Esto no es nuevo, este mercado lleva ya más de diez años. Lo que sucede es que antes había aplicaciones web monolíticas, todo lo que necesitabas lo implementabas tu dentro de tu empresa, pero ahora se trabaja mucho en open source y existen APIs que enriquecen tu negocio sin necesidad de inventar cada día la rueda. Es suficiente con hacerlas amigables en cuanto a su integración. En los últimos cinco años este negocio se ha acelerado de una manera brutal, y las posibilidades son infinitas, más conforme vaya creciendo el número de dispositivos conectados a internet y sigamos inmersos en el proceso de la transformación digital”.

La apificación de los negocios

Sostiene también el CEO de Cloud Appi que más del 90% del negocio hoy en día se hace ya a través de las APIs y que prácticamente todos los productos nuevos llegan acompañados de una API, pasando de ser un concepto asociado al software a un driver crucial a la hora de pensar modelos de negocios. 

Actualmente, si se genera una API con una buena infraestructura y que pueda ofrecer datos relevantes de los productos, clientes o servicios de una compañía, es probable captar la atención de terceros y monetizarla si deciden reutilizar ese código en un mercado B2B.

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