ORIHUELA. Cinco colectivos ecologistas y vecinales vinculados a la comarca de la Vega Baja -como Amigos de los Humadales del Sur, la Asociación de Vecinos de San Miguel, Democracia en Verde, Amigos de Sierra Escalona y Ecologistas en Acción- quieren mostrar su preocupación por la insostenibilidad de algunas de las propuestas del Plan Vega RenHace, presentado el pasado jueves en Almoradí, que, en su opinión, debe servir para sentar las bases de un modelo comarcal basado en la sostenibilidad y en la economía circular que permita conseguir un territorio más resiliente ante episodios que, como la Dana de hace un año, tienen una clara vinculación con las consecuencias del cambio climático.
Para los colectivos, de varios de los discursos que se escucharon en el
auditorio de Almoradí se pudo deducir una clara apuesta por un modelo
turístico que no dudan en calificar como pernicioso: el turismo
residencial. Un modelo que, señalan, "antepone los beneficios económicos privados ligados a la especulación urbanística sobre la ordenación racional y sostenible del territorio y la adecuada conservación del patrimonio natural, cultural y paisajístico de la comarca, que esperan que sean los ejes del futuro Plan de Acción Territorial de la Vega Baja, un plan que también esperan que limite de forma importante los nuevos desarrollos urbanísticos".
Estos colectivos reivindican como fundamental apostar por un modelo turístico menos intensivo en la ocupación del territorio y recuerdan el gran impacto negativo que ya ha tenido la ocupación masiva del territorio de la comarca con segundas residencias, en zonas de la huerta tradicional del río Segura, del entorno de humedales protegidos como las Lagunas de la Mata y Torrevieja o de sierras como Sierra Escalona, brutalmente sacrificadas en aras de lo que califican como desarrollismo caduco y que consideran que ya ha hecho suficiente daño al territorio de la comarca. Proponen que el turismo de playa, rural, verde o cultural se apoyen en una infraestructura de alojamiento temporal respetuosa con el territorio y sus valores que pueda articular el futuro turístico de la comarca.
Otra propuesta que el pasado jueves se escuchó insistentemente fue la de una nueva carretera entre Orihuela y Torrevieja, una CV-95 de nuevo trazado que los colectivos temen que suponga un eje en torno al que lanzar una nueva ocupación masiva del territorio con segundas residencias. Plantean que puede ser asumible una mejora del viario
actual para aumentar su seguridad y potenciar el transporte público en
la comarca, pero nunca para aumentar el insostenible tráfico privado en un viario que ya fue objeto de un intento similar en el pasado que
acabó anulado en los tribunales. Los colectivos insisten en la
alternativa de rescatar el peaje de la infrautilizada AP-7 a su paso
por la comarca para aumentar la conectividad viaria de Orihuela con su
costa, con Torrevieja y con Pilar de la Horadada, sin construirse ningún
nuevo viario.
Finalmente, los colectivos lamentan que el pasado jueves se hablara muy poco o nada de corredores hidráulicos verdes, de la protección de la huerta tradicional o de las zonas de laminación de avenidas que hay que definir, y demasiado de un modelo basado en segundas residencias y nuevos viarios que de ningún modo cabe calificar como sostenible. En
cualquier caso, esperan que en el Plan Vega Renhace finalmente pesen
más la sostenibilidad y la racionalidad a la hora de ocupar el territorio que los intereses económicos privados que parecen perseguir
que nada cambie en la comarca tras la DANA.