Edificio de Ecisa en la plaza de la Coruña, en la playa de San Juan. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. La constructora alicantina Ecisa, propiedad del grupo cotizado Urbas, ha decidido finalmente poner a la venta su edificio en la plaza de la Coruña, en la playa de San Juan. El inmueble, una edificación singular realizada por la propia empresa en 1989 para ser sede de Hansa Urbana cuando esta era la inmobiliaria de la extinta CAM, ha servido como sede a Ecisa durante dos décadas, hasta que a finales del año pasado la constructora se mudó al centro de la capital, al Edificio Azul en la avenida de Alfonso X el Sabio.
La decisión de trasladarse al centro, presentada en su día por la constructora como un movimiento estratégico para acercarse a la ciudad y a las principales instituciones, buscaba también liberar un edificio con 2.000 metros cuadrados, en una parcela muy interesante en segunda línea de la playa, en la avenida de la Costa Blanca. La constructora trataba así de rentabilizar un patrimonio que adquirió en plena fase de expansión, a principios de siglo, y que tras la reordenación de la firma estaba infrautilizado. En un primer momento, con el alquiler.
Ecisa llegó a negociar y tuvo bastante avanzado un contrato de alquiler a largo plazo con la multinacional sueca de 'contact centers' Transcom, que el pasado otoño buscaba sede para aterrizar en la ciudad. No obstante, las características arquitectónicas del singular edificio, con paredes muy gruesas pero espacios interiores estrechos y muy compartimentados, así como la dificultad para reformarlo, llevaron a la firma a decidirse por otro emplazamiento: el centro empresarial Panoramis Life & Business, tal como desveló Alicante Plaza.
Así, fuentes del mercado indican que ahora mismo el edificio, sin uso, está disponible tanto para el alquiler como para la venta, en busca de rentabilizar un activo con muy buena ubicación pero con una salida complicada. La propia Ecisa tanteó en su momento la posibilidad de un cambio de uso del suelo, según desvelan estas fuentes, para estudiar la promoción de un residencial. No obstante, las dificultades urbanísticas para llevar a cabo dicho cambio y la singularidad del edificio complicaban la operación.
Lo cierto es que a la constructora fundada por Manuel Peláez hace más de 50 años y ahora en manos de Urbas tras su intercambio de acciones con el holding catarí Al Alfia no le vendría mal tampoco hacer caja con esta operación, tras los problemas financieros que ha atravesado en los últimos años, fruto de la relocalización de su actividad, el cambio accionarial con la salida de la familia fundadora, la crisis y su compra por Urbas.
La llegada de Enrique Barreiro como presidente en los momentos previos a la salida del accionariado de Manuel Peláez Robles pareció dar algo de estabilidad a la empresa, pero las desavenencias del ejecutivo con Urbas (que lo trasladó a la división de Energía) y su salida del grupo el pasado febrero han vuelto a sacudir a una firma que en 2020 facturó 37 millones y perdió 15. Ecisa esperaba salir de pérdidas en el ejercicio 2021, cuyas cuentas aún no ha formulado, con una facturación prevista de 83 millones de euros.
