CASTELLÓ. La aparición de Dry River en el mercado discográfico nacional con El Circo de la Tierra en 2011 fue todo un soplo de aire fresco. Rock progresivo con enorme grandilocuencia y letras en castellano. Subíamos el telón para escuchar el álbum y nos quedábamos boquiabiertos. Dry River no llegaban de la nada, llevaban años bregando en la escena rock con versiones y pateándose los escenarios. Doce años después de su debut vuelven a la carga con un elepé que contiene la esencia del primero pero con un punto de mayor madurez. La última vez que los vi fue al borde de la pandemia, donde ellos teloneaban a Obús. Estuvieron magníficos.
Ángel Belinchón es el vocalista del grupo castellonense, le robo unos minutos de su agenda para hablar de su cuatro álbum, Cuarto Creciente. Su última referencia sonora fue un directo en cedé y dvd llamado: DC (2019); aunque de estudio nos tenemos que retrotraer hasta 2018 con 2038. Un disco que, digámoslo coloquialmente, fue un pelotazo. Han pasado cuatro largos años, pandemia y crisis mediante, hasta llegar a Cuarto Creciente.
“Han pasado muchas cosas estos años… la primera fue la marcha de Carlos Álvarez, que era uno de los pilares del grupo”, comenta Belinchón. “Nos costó reponernos a eso y, cuando ya logramos hacerlo y la cosa iba sobre ruedas, llegó la pandemia… después también se marchó Martí Bellmunt y tuvimos que volver a buscar un reemplazo a la altura… además, para este disco, hemos querido hacer las cosas bien y hemos contado con un productor, y no uno cualquiera, el mismísimo Carlos Raya. Esto ha hecho que el proceso sea más cuidado y, por lo tanto, más extendido en el tiempo”
Han pasado ya doce años desde El Circo de la Tierra, un redondo que los presentó al público y del que corrieron ríos de tinta de críticas laudatorias. Quizás ahora, con la experiencia y muchas canciones en la mochila, sea más difícil publicar disco. “Difícil siempre es, pero eso no importa”, sentencia. “Hacemos esto porque es nuestra manera de vivir y cuando haces lo que te gusta, aunque sea difícil a veces, no importa. Me imagino una vida sin Dry River y… eso sí que sería difícil (risas)”
Cada vez es más habitual que se publiquen mucho sencillos antes de la edición del álbum, si es que se publica disco; en ocasiones parece que antes del elepé ya lo hemos escuchado íntegro. Dry River publicó varios singles como la imponente Culpable, que es el corte que abre el disco, con un precioso inicio y unos fantásticos teclados. “Realmente no son tantos”, aclara. “Observando la manera en la que se consume música desde hace ya unos cuantos años, nos hemos dado cuenta de que es bueno darle a las canciones su “momento” de protagonismo, para que la gente pueda enfocarse en el tema, compartirlo si les ha gustado, comentarlo, interiorizarlo… cuando sacas un disco, a veces las canciones se diluyen las unas a las otras y esto es negativo”.
Culpable fue una elección brillante, no solo porque sea uno de los mejores temas del disco, algo que siempre ayuda a venderlo mejor, sino porque volvía a colocar a Dry River en boca de todos. “Elegimos Culpable como primer single porque nos parecía que entraba fácil y que tenía unas características que la convertían en una buena canción de “transición” entre el disco anterior y la nueva etapa”, comenta el cantante.
Cuatro Creciente es un disco increíble, como todo lo que han publicado los de Castellón, un rock progresivo plagado de teclados envolventes. El nombre que da título al álbum me parece una elección muy acertada, tanto por el misterio como por su positivismo.
“Es un juego de palabras. Se trata de nuestro cuarto disco de estudio y también es una clara evolución… de ahí lo de “Cuarto Creciente”. Además, nos gustó la idea de que el nombre del disco tuviera una connotación positiva después de lo vivido en estos años”, comenta. Y remata señalando que, “además, una semilla, si se planta en Cuarto Creciente, germina más fuerte porque pasa más tiempo bajo la influencia de la luz de la luna… precioso.
Metiéndonos en el disco, Calles inundadas me ha vuelto loco, es un tema dedico a la época de covid pero en clave de mucho optimismo, algo más que necesario. “Es un tema súper especial”, dice. “Teníamos claro que queríamos hablar del covid en alguna canción porque era “esa cosa” en torno a la cual giraba todo en ese momento. Para nosotros, la pandemia fue una zancadilla. El grupo iba como un tiro, teníamos planes a corto y medio plazo buenísimos, con cosas muy interesantes ya cerradas. Todo eso se esfumó y hubo que aprender a hacer las cosas a distancia, sin perspectiva clara… un caos”, recuerda Belinchón.
Salimos del covid y la escena musical, aunque tocada, ha recuperado más de lo que se auguraba. “Por suerte, parece que todo eso ya pasó y nos ha quedado el aprendizaje de que somos capaces de adaptarnos a cualquier situación difícil. Tenemos la sensación de que, después de “la de cal”, a la vida le toca ahora darnos “la de arena”.
El grupo ha vivido la salida del guitarrista, Carlos Álvarez, y la llegada de Guillermo Guerrero, que era una mirada externa al grupo, alguien que provenía de fuera de la banda y que traería otra perspectiva. “Cuarto Creciente tiene ADN de Guillermo por todas partes”, explica. “Ha contribuido muchísimo y de manera genial. Se ha adaptado muy bien al grupo y el grupo a él. Ahora mismo, se ha convertido en un pilar fundamental de nuestro sonido y nuestra personalidad. No podríamos estar más contentos.
–Me ha gustado mucho la portada de Cuarto Creciente, una pirámide invertida con una luna detrás encima de un desierto. “La portada es un trabajo maravilloso de Agustín Escudero, un brillante diseñador y amigo de la banda”, dice. Me parece la mejor portada que ha tenido el grupo, y de las más bonitas del año. “Es la primera vez que dejamos la portada en manos de un profesional y el resultado ha sido magnífico. No podríamos estar más contentos”.
–Al ser la primera vez que dejáis que alguien coja a vuestro bebé en las manos, supongo que habrán estado muy encima de Agustín. “En el proceso, le dimos bastante guerra, pero él demostró no solo tener un gran talento para el diseño, sino también para el aguante y el toreo de 6, 7 y hasta 8 opiniones distintas sobre cada propuesta que nos hacía llegar. Seguro que volvemos a contar con él en el futuro”
–Otra de las patas, cada vez más influyentes en el mercado musical, ha sido la participación de Carlos Raya como productor, que ya había trabajado, por ejemplo, con M-Clan o Platero y tú y seguro que parte de la madurez del álbum es culpa de Raya. ¿cómo ha sido trabajar con alguien de tan sobrada experiencia? “Una de las experiencias más brutales de nuestras vidas”, reconoce.” "Con este disco sentimos que hemos crecido mucho, y ha sido gracias a él. Su implicación ha sido muchísimo mayor de la que esperábamos. El último año y medio, Carlos ha estado dedicado en cuerpo y alma al disco y a Dry River. Nos ha enseñado muchísimo y sin él, el disco sería mucho peor. Vamos a querer repetir tantas veces como se pueda, eso te lo aseguro”.
El mercado del rock, al menos a nivel discográfico está hecho trizas. Es sorprendente que una banda como Dry River, que ya no son unos novatos, y que su paso por festivales o salas se cuentan siempre como éxitos haya autoeditado Cuarto Creciente. “El tema discográfico está fatal. No creo que esto sea un secreto”, dice. “Las grandes no quieren saber nada de rock, y los sellos especializados no son capaces de ofrecer nada que sea más interesante que una autoedición, así que nos decantamos por esto último. De momento, la cosa va bien, no nos arrepentimos en absoluto”, señala.
Creo que todos hemos notado que este verano la música ha vuelto, desde conciertos de fiestas hasta festivales. “Este verano ha habido una explosión musical bestial, no solo en Castellón, diría que en toda España” afirma. “Ha coincidido el final de la parte más dura de la pandemia con que se acercan unas elecciones, así que todo el mundo está tocando, hay público, hay ambiente, hay alegría. Esto supongo que se estabilizará con el tiempo, así que hay que disfrutarlo mientras dure”
Para cerrar, hablar de la gira de presentación de Cuarto Creciente es algo necesario. Un disco así hay que verlo y vivirlo en directo, que luego no te lo cuenten. “Los conciertos serán como son siempre en Dry River: una mezcla de virtuosismo, cachondeo, notas a granel, coreografías locas, chascarrillos entre canciones… en fin, un día de fiesta aderezado con buen rock progresivo”
–¿Y en Castellón?, vuestra casa. “Tenemos planes para presentar el disco en Castellón, por supuesto, faltaría más… pero todavía no hay fecha cerrada. Pero que nadie desespere… todo llega (risas)”
Son contadas las actuaciones que Shock Treatment ofrece desde que se retirara en 1999. Este sábado conmemoran el 30 aniversario de su álbum debut en el TimeBomb Festival