VALÈNCIA. El líder del PSPV-PSOE y expresidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha atravesado momentos difíciles en los últimos meses. La pérdida de la Generalitat en las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo propició un estado de 'shock' inicial en los socialistas valencianos y una posterior crisis derivada del abandono de las instituciones. La salida del Palau, la reubicación en el partido, la pérdida de cargos y asesores y el choque inmediato con la campaña electoral de las generales se mezclaron con las primeras escaramuzas relacionadas con la carrera por su sucesión.
Dirigentes como el secretario provincial de Valencia, Carlos Fernández Bielsa, o su homólogo en Alicante, Alejandro Soler, apenas tardaron unos días en mostrar sus credenciales como referentes orgánicos echando un pulso a Puig con las listas al Congreso y Senado. Un pulso que, además, ganaron merced a la buena relación que mantiene especialmente Soler con 'pesos pesados' de Ferraz como el secretario de Organización, Santos Cerdán.
Desde aquel momento, el viento parece haber ido soplando contra Puig y a favor de los aspirantes. El expresidente, con un papel complejo de desarrollar de jefe de la oposición pero sin estar presente en Les Corts en varios debates, fue uno de los dirigentes más activos en apoyar a Pedro Sánchez en sus pactos con las fuerzas independentistas que incluyen la amnistía. No obstante, a la hora del reparto de ministerios, el líder del PSPV no obtuvo una cartera, lo que acrecentó la sensación de fortaleza de los aspirantes a la sucesión de otras familias políticas dentro del partido.
No obstante, en los últimos días han cambiado las tornas. Una reunión entre Pedro Sánchez y Ximo Puig la semana pasada ha sido el punto de inflexión para que ambos dirigentes hayan mejorado la comunicación y la sintonía lo que, de alguna manera, ha devuelto el equilibrio a las fuerzas internas dentro del PSPV al proporcionar oxígeno al 'ximismo'.
Prueba de ello son las designaciones como secretarios de Estado de los exconsellers Arcadi España y Rebeca Torró en áreas relevantes como Política Territorial e Industria. Dos personas de máxima confianza de Puig que se sitúan en puestos estratégicos relacionados con cuestiones de la agenda valenciana como la financiación autonómica -en el primero de los casos- o el sector azulejero y la gigafactoría de Volkswagen -en el segundo de los casos-.
En este punto de aproximación, también conviene resaltar que Puig ha sido designado para presidir la única comisión que el PSOE lidera en el Senado, que es la de Presupuestos. Es más, el líder del PSPV habría sido tanteado por Sánchez, según informa Las Provincias, para ser embajador de España en París de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Un cargo que, de materializarse, sí podría propiciar un congreso extraordinario del PSPV, aunque la mayoría de fuentes consultadas por este diario ven más lógica la permanencia de Puig en el Senado, especialmente tras ser nombrado presidente de comisión dado que, según apuntan fuentes del PSPV, el todavía líder del partido quiere pilotar los acuerdos de futuro para la formación.
Ahora bien, con este escenario, a Puig y a su entorno aún le quedan al menos un par de pasos importantes para seguir apuntalando su rearme. Uno parece prácticamente confirmado, especialmente tras el nombramiento de España, puesto que de ese ministerio dependen las delegaciones del Gobierno. Así, la vicesecretaria general del PSPV, Pilar Bernabé, quien ocupa ese cargo de representante estatal en la Comunitat, tiene garantizada su continuidad salvo sorpresa. Este es un punto importante, porque la también exconcejal de València es otra de las dirigentes que, desde el sector afín a Puig, podría tener un papel importante ya sea como escudera de otra aspirante -la favorita de Ferraz es la ministra Diana Morant- o incluso como protagonista llegado el caso.
El otro paso para apuntalar el 'ximismo' es resolver quién recoge la batuta como responsable de dirigir la oposición en Les Corts Valencianes, dado que Torró y España eran respectivamente portavoz y portavoz adjunto. La propuesta de Puig deberá hacerse efectiva en la ejecutiva del lunes aunque la mayoría de dirigentes consultados por este diario da por hecho que el nuevo síndic será el secretario de Organización del PSPV, José Muñoz.
Un dirigente joven pero con ocho años de experiencia en Les Corts y cuyo papel de cara al futuro congreso del PSPV también debería ser relevante para el 'ximismo' en la misión de tratar de aglutinar tropa que, de alguna manera, defienda la herencia de Puig en las dos legislaturas al frente de la Generalitat. Más abierta parece la designación del portavoz adjunto, si bien suena con fuerza la vicesecretaria de Igualdad del PSPV, Rosa Peris.
No son estos los únicos movimientos dentro de un PSPV que comienza a estar en efervescencia. Este martes se confirmaba que el PSPV situaba a la ex directora general de Obras Públicas, Roser Obrer, cercana a Arcadi España y Rebeca Torró, como directora general de Transporte por Carretera en el ministerio. Pero habrá otros nombramientos relacionados con los socialistas valencianos.
Así, fuentes socialistas aseguran a este diario que el politólogo Félix García, asesor de la portavoz socialista en el Ayuntamiento de València, Sandra Gómez, será nombrado subdirector general en un área dependiente del departamento de Planificación Política del gabinete de la Presidencia del Gobierno, donde se sitúa al frente el andaluz Paco Salazar, miembro del núcleo duro de Pedro Sánchez. García, quien ya trabajó en La Moncloa entre 2020 y 2021, fue incorporado por Gómez para reforzar su equipo de cara a la recta final de la legislatura. Ahora, el politólogo manchego regresa al equipo de Paco Salazar aunque mantendrá su afiliación en València.