MURCIA. El Grupo Perea, una mítica compañía de transporte por carretera afincada en Orihuela, inició en junio de este año un concurso de acreedores que incluía la liquidación de todo su negocio, lo que incluía tanto las instalaciones como el posicionamiento en el mercado que había alcanzado después de tantos años. En consecuencia, la totanera Agetrans inició las negociaciones con el administrador concursal para adquirir este negocio y todos los elementos que lo componían. Sin embargo, estas conversaciones no llegaron a buen término, y finalmente se ha optado por fundar una nueva empresa que actúa como 'sucesor espiritual' de Perea.
En concreto, Agetrans ha puesto en marcha una sociedad de nueva creación con los trabajadores de la empresa oriolana, aprovechando así el conocimiento que han acumulado tanto conductores como comerciales a lo largo de los años. No en vano, el objetivo de toda esta operación es el de mantener el servicio, las rutas y los clientes.
Dada la magnitud de este movimiento, la empresa totanera ha recurrido a un socio para emprender este nuevo reto empresarial. Para ello, se ha aliado con Isabel Alonso, otro gran nombre del sector logístico que mantiene su sede en Almería y ha colaborado en la creación de esta nueva empresa, que se ha rebautizado como Nutrifio. De hecho, realizará su actividad de forma independiente a estas dos compañías que comparten la propiedad, según ha podido saber Murcia Plaza de fuentes cercanas a la operación.
No obstante, al no haber alcanzado el acuerdo con la empresa ilicitana Estudio Legal Económico y Concursal SLP, que es quien ha gestionado el concurso de acreedores, no ha sido posible aprovechar ni las instalaciones ni la flota que venía empleando hasta ahora la empresa oriolana.
En consecuencia, ha sido necesario ubicar de forma provisional unas oficinas en Beniel para poder organizar la actividad, que ahora mismo se está llevando a cabo con tan solo 90 camiones en propiedad, que operan junto con otros 10 conductores autónomos que aportan sus vehículos.
Por tanto, está siendo necesario el apoyo de Agetrans, que está aportando sus propios camiones para que se pueda mantener las rutas. De hecho, ya se ha firmado un acuerdo para la compra de 300 unidades adicionales, que empezarán a rodar a partir del mes de septiembre.
Además, se ha adquirido un terreno de 80.000 metros cuadrados en el polígono industrial de Albatera con el objetivo de construir allí las nuevas instalaciones, manteniendo así a la firma en la comarca de la Vega Baja alicantina. Así pues, esta parcela albergará las nuevas oficinas de Nutrifrio, además de una gran nave logística que permitirá almacenar y gestionar las mercancías.
En este momento se están llevando a cabo las labores de ingeniería sobre el terreno con el objetivo de ultimar los planos y poder comenzar las obras cuanto antes, pues la intención de la firma es comenzar a operar desde allí en el próximo mes de septiembre, cuando recibirán la remesa de nuevos camiones. En total, la inversión en estas instalaciones podría rondar los 12 millones de euros.
Cabe recordar que Grupo Perea contaba con 300 empleados y un volumen de negocio total de 45 millones de euros. Este negocio se sustentaba gracias al buen posicionamiento en el mercado alemán, uno de los más importantes de Europa y la clave del interés de estas dos compañías del sector.
Este es otro movimiento empresarial promovido por Francisco Javier Gea, director general de Agetrans, que este mismo año ha completado la compra de la Plaza de Toros de Cieza, también llamada La Deseada, con el objetivo de revitalizarla tras cinco años sin actividad. Por tanto, ya está trabajando en su apertura "por todo lo alto" en 2025.
Por su parte, con una flota que supera los 1.000 camiones, Isabel Alonso Alonso es una de las empresas más destacadas del sector del transporte por carretera del sureste español. No en vano, registró una facturación de 127 millones de euros en el pasado ejercicio 2023, que supo cerrar con un beneficio de 2,2 millones de euros.
Con sede en Orihuela, el Grupo Perea declaró el pasado mes de junio en concurso de acreedores las seis sociedades que conformaban su conglomerado. No obstante, este movimiento procede del mes de enero, cuando decidió acudir a la vía de la reestructuración de la deuda con el nombramiento de un profesional para ello. Sin embargo, cinco meses después desistió de esta vía, y pasó a buscar un comprador para su unidad productiva.
Dos parecen ser las razones que han llevado al conglomerado de empresas Perea a esta situación. Por una parte, el transporte nacional e internacional de la mercancía en frigorífico, que, al parecer, ha sufrido muchas turbulencias desde la postpandemia; y por otra, la marcha de un antiguo gerente, que además arrastró a varios directivos de la empresa. Desde que saltara la situación concursal, también se ha producido fuga de empleados a otras compañías, según ha podido saber Plaza.