MADRID (EFE). La intervención de un envío desde China con viales de HGH (Hormona Humana de Crecimiento) en el aeropuerto de Paris-Charles de Gaulle, y cuyas destinatarias eran una mujer y su hija residentes en Dénia (Alicante), puso al descubierto una red de tráfico de sustancias dopantes, especialmente para culturistas, que fabricaban en un laboratorio clandestino en Benalmádena (Málaga).
Los 12 presuntos integrantes y colaboradores de esta red serán juzgados desde este lunes en la Audiencia Nacional de Madrid por integración en organización criminal, delitos contra la salud pública, e incluso un delito de tenencia ilícita de armas, por los que la Fiscalía pide penas que oscilan entre tres y doce años de cárcel.
Los acusados, según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, "distribuían las sustancias preparadas tanto en los centros deportivos en los que trabajaban o practicaban fisioculturismo, o a terceras personas con las que contactaban telefónicamente o a través de internet".
En Denia, indica el escrito, "recibían los principios activos y excipientes de empresas farmacéuticas" de China y la India, "contrataban el cartonaje y envoltorios y los remitían a los investigados en Málaga", que los manipulaban, envasaban y devolvían algunos a los investigados de Denia.
En Valladolid, otros investigados recibían las sustancias preparadas por los integrantes de las células de Denia y Málaga y las distribuían a cambio de dinero.
La investigación comenzó cuando, en 2016, la Sección de Consumo y Medio Ambiente de Guardia Civil recibió un correo de L 'Observatoire des Médicaments de Francia, en el que se comunicaba el hallazgo de diferentes envíos postales con origen en China, tránsito en Francia y destino final España, que contenían sustancias prohibidas en el deporte, expone el escrito de conclusiones provisionales del fiscal.
Los agentes averiguaron que las dos destinatarias en Denia constaban como destinatarias en otros envíos procedentes de India y que habían sido intervenidos en el Aeropuerto Madrid-Barajas en 2013 y 2014, conteniendo en ambos casos 100 viales de somatropina.
Estos envíos facilitaron a su vez la localización de un tercero que también contenía somatropina, y dirigido a la misma dirección en Denia, si bien el destinatario era X.X.M.B., pareja sentimental de la hija, y uno de los principales acusados.
Los investigados fueron sometidos a vigilancia y en julio de 2016 los agentes observaron a la madre depositando una caja de cartón y tres bolsas de basura en un contenedor de residuos frente a su domicilio.
Así se pudieron detectar dos sobres del operador postal TIPSA que correspondían con remitidos por el cliente 1263 de TIPSA en Fuengirola (Málaga), consignando como remitente "Cosméticos Costa del Sol", una empresa considerada ficticia.
Entre 2014 y 2016, el cliente 1263 realizó un total de 2.622 envíos, cuyos destinatarios estaban repartidos por la mayoría de provincias del territorio nacional, y se encontraban vinculados con la práctica del fisicoculturismo: los gimnasios Nuevo Estilo de la provincia de Málaga y la persona que los regentaba, F.J.M.R.
Descubrieron además que antes de hacer los envíos acudía al gimnasio, donde otros dos acusados, el gerente F.J.M.R., y su subordinada, N.A.B.C.B., le entregaban mochilas o bolsas.
Antes de entregar los bultos, los retiraban de un trastero situado sobre las instalaciones del gimnasio Nuevo Estilo de dicha localidad tras ser depositados por otras dos empleadas, M.T.M.P. y M.C.P.R..
El análisis de esta información mostró que unos de los principales receptores de tales envíos eran M.M.R.G. y su hijo C.A.A.R., quien regentaba el Gimnasio Asensio en Valladolid.
Finalmente, en marzo de 2017 la Policía practicó registros en los domicilios de los investigados y corroboró que un espacio del inmueble de Benalmádena frecuentado por los principales investigados vinculados al gimnasio Nuevo Estilo era utilizado "de almacenamiento, fabricación y acondicionamiento de suministros de sustancias".
