VALÈNCIA. El PSPV se enfrenta este domingo a tres elecciones primarias que determinarán quiénes son los encargados de liderar las estructuras provinciales del partido los próximos cuatro años. Un tridente de procesos que encumbrará a algunas familias políticas y dejará 'tocadas' a otras, en lo que puede considerarse también un examen para el propio presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV, Ximo Puig, quien tiene sus propios favoritos en los tres duelos ante las urnas, que se producirán en un clima de cierta incertidumbre en la participación debido principalmente a la expansión de la covid en las últimas semanas.
A priori, la cita con las urnas con un favorito más claro es la de Valencia. El alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, cuenta con el apoyo cerrado de varios referentes municipales de su cuerda y también del 'ximismo', dado que Puig dio la orden semanas atrás de que sus afines respaldaran al también vicepresidente de la Diputación.
Enfrente, salvo sorpresa, tendrá a la actual secretaria general provincial, Mercedes Caballero, próxima al exministro José Luis Ábalos. La pérdida de influencia de este último -cesado de sus funciones en julio- ha debilitado notablemente la fuerza de esta corriente, por lo que parte con cierta desventaja este domingo. De hecho, en los días previos a la votación, desde el entorno de Caballero se ha puesto sobre la mesa su retirada a cambio de una integración en la futura Ejecutiva. No obstante, la candidatura de Bielsa ha instado públicamente a que la secretaria general formalice su renuncia al proceso previamente antes de hablar de "sillones" en la próxima dirección.
Desde el 'ximismo' se ha intentado mediar para evitar la votación, pero Bielsa y su entorno se han mantenido firmes en su postura, al considerar que la propuesta de Caballero es tardía y supone, en la recta final del proceso, una especie de "ninguneo" al proceso de votación de la militancia. No obstante, a nadie escapa que, llegados a este punto, al alcalde de Mislata le beneficia acudir a las urnas puesto que calculan una victoria clara, lo que le dotará de una pátina de legitimidad y refuerzo mucho más brillante que un acuerdo en despachos.
Con este escenario, y salvo sorpresa, todo apunta a que este domingo los dos candidatos se medirán en las urnas y que el triunfo final será para Bielsa. Una victoria también de Puig aunque para algunos a medias, puesto que saben que el alcalde de Mislata es un dirigente con vida propia que, a medio plazo, puede convertirse en un candidato firme a la sucesión del presidente de la Generalitat.
Por otro lado, de producirse un resultado en esta línea, la situación final del 'abalismo' será de clara debilidad, aunque también dependerá del porcentaje obtenido. En general, distintas fuentes socialistas consultadas por este diario no creen que la candidatura de Caballero pueda alcanzar el 40%; es más, fuentes próximas a Bielsa se inclinan más por una cifra inferior al 30%. En cualquier caso, todo apunta a que se antoja muy complicado que la candidatura 'abalista' pueda dar la campanada, por lo que sus aspiraciones se centran en la mayor movilización posible que permita un resultado digno que propicie una imagen de oposición interna sólida.
Más dudas existen en las otras dos provincias en liza. En Castellón, el actual secretario general provincial, Ernest Blanch, trata de resistir el asalto del alcalde de l'Alcora, Samuel Falomir, bendecido por Puig y su entorno. Ambas candidaturas se arrogan una ligera ventaja sobre la rival, lo que indica que el proceso se intuye igualado. Mientras Blanch parece disponer de una mayor influencia y control de la Diputación y sus resortes, Falomir tiene relevanes aliados comarcales y peso en los cuadros jóvenes del partido.
Una victoria de Blanch supondría un disgusto para Puig, puesto que en los últimos tiempos se había producido cierta distancia entre ambos y el presidente de la Generalitat había decidido apostar por un relevo en la que es su provincia. En cambio, el triunfo de Falomir reforzaría al presidente y pondría una primera piedra a un relevo generacional en la provincia.
Por otro lado, en Alicante también se producirá una batalla más importante por cuestión de peso de afiliación. El exalcalde de Elx Alejandro Soler y el alcalde de Alcoi, Toni Francés, luchan por el liderazgo en otra batalla que se presume disputada. En este caso, el segundo es el que cuenta con el respaldo del 'ximismo', si bien el primero lleva más tiempo preparando esta cita congresual.
Si gana Soler, pondrá de manifiesto las dificultades del 'ximismo' para influir en la provincia y, al mismo tiempo, dejará en evidencia a los dirigentes que han conducido las operaciones internas en el territorio alicantino. En cambio, una victoria de Francés resultaría importantísima para la estabilidad del liderazgo del presidente de la Generalitat y quizá una puerta abierta para la pacificación en la provincia.