ferraz propicia el acuerdo entre los tres aspirantes para suceder a ximo puig

Diana Morant nueva líder del PSPV tras el pacto: Soler pugna por Organización

Foto: EP/Rober Solsona
31/01/2024 - 

VALÈNCIA/ALICANTE. Finalmente no habrá primarias sangrientas en el PSPV para decidir el sucesor de Ximo Puig. La reunión convocada desde la dirección federal del partido en la madrileña calle de Ferraz concluyó este martes con el acuerdo entre la ministra Diana Morant y los secretarios provinciales de Alicante y Valencia, Alejandro Soler y Carlos Fernández Bielsa, para que la primera sea la próxima líder de los socialistas valencianos a cambio de que se produzca la integración de los otros aspirantes y sus afines.

No han trascendido los detalles del acuerdo. Es más, a última hora de la noche de este martes, el PSPV emitió un comunicado en el que se aseguraba que "la finalidad última de este acuerdo es modernizar los procesos del PSPV-PSOE, fomentando el diálogo y la participación de la militancia, al tiempo que se abre el partido para que sirva de instrumento útil a la sociedad mayoritaria y de progreso de la Comunitat Valenciana".

Sin embargo, algunas fuentes consultadas por Alicante Plaza, sí que admiten que hay unas líneas de la futura estructura de los socialistas dibujada. Esa nueva estructura podría contar con dos vicesecretarías generales, que serían ocupadas por personas de confianza Fernández Bielsa y de Alejandro Soler. En teoría, ellos no podrían; de lo contrario, debería dejar la secretaría general de sus organizaciones provinciales.

El otro obstáculo por definir es quién asume el área de Organización, que es la que lleva el día a día del partido. En principio, según el acuerdo, esa área recaería algúnas persona de confianza de Soler, pero el acuerdo podría conceder a Diana Morant la posibilidad de veto. En la reunión, Morant insistió en la necesidad de contar con una persona de su confianza, pero con la cesión realizada -renunciando a las primarias-, sobre todo por Soler, Ferraz habría optado por conceder ese deseo al diputado ilicitano, aunque todavía estaría en discusión, al menos, la persona elegida para ese puesto. Lo que sí está claro es que el secretario provincial de Alicante quiere controlar el área de Organización. 

Como suele ocurrir en estos casos, las diferencias entre las distintas versiones son amplias. La razón es evidente: en las últimas semanas se han producido muchas declaraciones -especialmente desde los siempre socorridos 'entornos'- respecto a la intención de llegar hasta el final del proceso por parte de Soler, las posibilidades de Bielsa o las dudas de Morant sobre si presentarse o no ante el temor de enfrentarse a unas primarias con otros candidatos.

Los hechos son que el pasado viernes el diputado ilicitano anunció públicamente que se presentaba para liderar el PSPV, cosa que ratificó el lunes en la sede del partido, mientras que Bielsa y Morant lo certificaron ese mismo día, una vez se había producido el Comité Nacional de la formación socialista que aprobaba el calendario propuesto por la Ejecutiva.

Radiografía de las últimas horas

Siguiendo el orden cronológico, Soler se presentó el viernes en un acto celebrado en Elx con la presencia de unas 300 personas entre los que figuraban referentes del partido de las tres provincias. Unos apoyos sólidos pero también predecibles. El lunes formalizó su candidatura, donde aprovechó para lanzar algún dardo a Morant y al propio Puig.

Bielsa también presentó sus credenciales el lunes en la sede. Lo hizo acompañado de algunos nombres propios relevantes en el partido -posiblemente menos de los deseados- y diversos militantes de base. Un guiño a su objetivo de enfocar su campaña al municipalismo y los afiliados. En sus intervención, no hubo estridencias, incluso alabó la labor realizada por Puig en su mandato.

Ese mismo día llegó el turno de Morant. Eligió su municipio, Gandia, donde fue alcaldesa seis años, para presentar su candidatura, reuniendo a 600 personas y a un elenco de referentes y cargos intermedios que, para los que conocen el PSPV, significaban un paso importante de cara a su victoria final en las primarias. Bien es cierto que, tal y como se ha demostrado en los últimos años, los militantes son los que tienen la última palabra en unas primarias, pero también lo es que resulta difícil de ver cuáles serían los argumentos por los que los afiliados deberían preferir en una votación a Soler o Bielsa en vez de a Morant, ministra del Gobierno de España, apoyada por Pedro Sánchez y sin mochila en procesos anteriores en el PSPV, más allá de su proximidad al 'ximismo', cuya peor versión algunos focalizan en Gandia.

El acto de Gandia, mucho más que una foto

Con este escenario, todo indicaba que Morant no debería perder votos en los militantes que no estuvieran bajo la influencia directa de los dirigentes del partido activos en el proceso, por lo que la diferencia se podría hacer según la influencia de los referentes, cargos y nombres propios implicados en el proceso. El problema para Soler y, sobre todo, para Bielsa, es que la foto que dejó la ministra en su acto de Gandia les resultaba bastante perjudicial.


Soler no se veía tan afectado, porque no parecía tener apenas fugas, pero sin embargo era devastadora para Bielsa. En el acto de Morant se congregaron, por ejemplo, alcaldes y referentes del partido que podían abarcar en torno a un 60% o 70% de su comarca, l'Horta Sud, que aglutina en total más de 2.000 militantes en total y también ciertos apoyos de l'Horta Nord, dos de las áreas de, en teoría, mayor control de Bielsa. Esto unido al dominio de Morant en La Safor o València ciudad vía Sandra Gómez y Pilar Bernabé, además de la presencia en otras comarcas, redibujaban un panorama en la provincia donde Bielsa era un candidato perdedor en la demarcación donde es secretario general, dado que la mayor parte de los afines al exministro José Luis Ábalos, el llamado 'abalismo' clásico, ya había dado el paso de apoyar a Alejandro Soler.


En resumidas cuentas, el acto de presentación de Morant en Gandia puso de manifiesto que su candidatura iba al alza y la de su rival en la provincia, Bielsa, cotizaba a la baja. Curiosamente, pocos días antes, la ministra había acudido a Mislata para reunirse con Bielsa con la intención de alcanzar un pacto, según confirmaron distintas fuentes. Más allá de la oferta que pudo ofrecer Morant, que este diario desconoce, la respuesta del líder provincial fue negativa, al considerar que la propuesta llegaba tarde y que ya había cerrado un acuerdo con Soler para darse apoyo mutuo en el caso de que uno de los dos candidatos no llegara a la segunda vuelta.

Reunión 'encerrona'

Ahora bien, el lunes se convirtió en un baño de realidad para Bielsa. En el acto de Morant había muchos posibles o potenciales aliados del alcalde de Mislata para el proceso, que sin embargo decidieron acudir a dar apoyo a la ministra en su presentación. Poco después, el diario Levante-EMV informaba de que el alcalde de Mislata acudiría este martes a Ferraz a una reunión; un encuentro al que también se había convocado al parecer a Alejandro Soler. Respecto a quién solicitó la cita; no hay versiones coincidentes, pero todo apunta a que fue el propio Bielsa. Es más, Morant fue requerida posteriormente a la cita en la mañana del martes, según aseguran fuentes de su entorno.

Respecto al pacto, también hay versiones encontradas. Aunque una de las más extendidas es la de que el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, exigió llegar a un acuerdo para evitar las primarias, lo cierto es que esta misma orden podría haberse producido previamente y evitar así que se presentaran tres precandidatos. La realidad apunta más bien al abandono de Bielsa del proceso, con unas tropas en retirada, lo que habría dejado a Soler sin un aliado para una hipotética segunda vuelta o, lo que es lo mismo, ante la situación de una derrota probable por la falta de apoyos necesarios, dado que muchos de los cuales apuntaban a recalar en el bando de Morant. En realidad, una versión del dilema del prisionero que ya explicó semanas atrás este diario. 

Ahora bien, lejos de convertirse en una entrega de armas y bagajes, la reunión se transformó en una encerrona. A primera hora de la tarde, se comunicaba que había acuerdo para que Morant fuera secretaria general del PSPV a cambio de la integración de los otros aspirantes.

No obstante, la cosa no quedó ahí. El encuentro se transformó en una especie de noche congresual en la que se le solicitaron a Morant el área de Organización -vital para cualquier líder-, así como otros puestos relevantes en la Ejecutiva, además del control de la comisión de listas, órgano fundamental en la elaboración de las candidaturas. Un curioso modo de tratar de cerrar un proceso tan decisivo para la federación valenciana: un mero reparto de puestos un martes por la noche en un despacho de Ferraz. Sin duda un método discutible para una formación y precandidatos que venían insistiendo hasta la saciedad en el papel de la militancia en el futuro del PSPV.

Con este escenario, en realidad la ministra podría haber pisado a fondo para llevar el proceso hasta el final. Es decir, hasta las votaciones. No obstante, Santos Cerdán era partidario del acuerdo: en este punto, cabe recordar que el responsable de Organización mantiene una muy buena relación Alejandro Soler, por lo que se entiende que, al margen de que la preferencia de la dirección del PSOE fuera la de evitar una batalla, también existía una intención especial de que se produjera un entendimiento entre Morant y el diputado alicantino. Así, más allá del reparto que se pudiera acordar, trataba de evitarse los roles de vencedores y vencidos.

Un reparto que será objeto de detalle en los próximos días, dado que la noticia del día es que no habrá primarias y que se ha producido un acuerdo para que Morant sea la líder del PSPV. Un acuerdo que, probablemente, podría haberse alcanzado antes -Ferraz que se anote su parte de culpa- y que ha llegado porque los otros aspirantes veían muy difícil imponerse en una votación que, además, Pedro Sánchez no deseaba.

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