BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm ha empezado esta semana a otorgar las primeras compatibilidades urbanísticas que permitirán nuevos apartamentos vacacionales en la ciudad. Según explicó la concejal de Urbanismo, Lourdes Caselles, este mismo lunes ha concedido la primera, después de que la Generalitat haya emitido una disposición adicional que permite el uso turístico de las viviendas en suelo residencial.
Como ya publicara este diario, la nueva Ley de Turismo, que entró en vigor en verano de 2018, bloqueó la legalización de los nuevos alojamientos vacacionales de este tipo en municipios como Benidorm. Después de meses de lucha de los propietarios interesados y las asociaciones del sector, Turisme permitió en la disposición adicional el uso turístico en suelo residencial, siempre y cuando no lo prohíba ninguna ordenanza local.
Como consecuencia, la ciudad turística ha visto la luz en este embrollo. Hasta el momento, en el último año solo podía otorgarlo a aquellos casos que lo permitía su Plan General de Ordenación Urbana, es decir, en suelo residencial solo a edificios enteros. El PGOU de Benidorm lo permite.
Ahora, los propietarios tendrán vía libre para que puedan convertir su casa en un alojamiento turístico. Un fenómeno que ha crecido en los últimos años con la expansión de plataformas web donde ponen a golpe de click la reserva de apartamentos, compartiendo rellano con vecinos de la ciudad.
Precisamente esto último es lo que en casos aislados ha generado problemas en los edificios y en los barrios, que no han estado acostumbrados hasta ahora a recibir este tipo de vecino temporal. Motivo por el cual hay ciudades de España que están tratando de crear una normativa que regule esta actividad en zonas concretas. Algo que podría hacer cualquier municipio de la Comunitat Valenciana si lo viera necesario.
Por otra parte, los empresarios propietarios de estas viviendas turísticas han defendido en todo momento la seriedad con la que se toman el alquiler vacacional, asegurando que tratan de que haya buena convivencia y aceptar a buenos inquilinos, haciendo extensivo el problema con los turistas a todo tipo de alojamientos.