VALÈNCIA. La situación que vive Ucrania por los ataques rusos no escapa a sectores ni a profesiones. Tras la movilización de las ONG y particulares para evacuar a ucranianos de las zonas afectadas por el conflicto, ahora son las empresas las que se suman a una misión prioritaria: salvar vidas. Este es el caso de Demium, la red de incubadoras de startups impulsada desde València, desde donde se han movilizado para sacar de Ucrania a trabajadoras y emprendedoras de su incubadora en Kiev. A día de hoy, existe la prohibición de salida del país de hombres de entre 18 y 60 años.
Jaime Guillot, director de la oficina en València y también responsable del resto de centros en Europa, se ha desplazado hasta su sede en Varsovia (Polonia) para coordinar la estrategia de salida de la zona de conflicto de una veintena de emprendedoras y sus familias. Fue en 2019 cuando la red de incubadoras, lideradas por Jorge Dobón se abría paso en Europa del Este. "Ucrania es un país líder en creación y desarrollo de startups relacionadas con la ciencia y la tecnología. Este tipo de ciudades, de tamaño medio, son claves en el modelo de expansión de Demium", señalaba por aquel entonces Dobón.
Ahora, el dispositivo coordinado por Guillot ha conseguido que dos de sus empleadas ya estén a salvo -una en Alemania y otra en Cracovia con destino a Valencia-, mientras que una veintena de mujeres todavía está en trámites de salir del país. "Nos estamos encontrando con problemas en el camino de Kiev hacia la frontera", señala el responsable en Demium. Una vez salvado el escollo, les dan dos opciones: acogerlas en su sede en Varsovia o recibirlas en València. En ambos casos, corren con los gastos de recursos y alojamiento.
"Estamos montando un gran hub en Varsovia polaco-ucraniano y preferimos que las emprendedoras vengan aquí porque ya están a salvo en territorio de la Unión Europea y el choque cultural es mucho menor que irse a España", explica. "También están más cerca de casa si quieren regresar". No obstante, reconoce que hay quien prefieren trasladarse a València, donde cuentan con el apoyo de otros entes como Zubi Labs, Jeff o GoHub para facilitar espacios tanto para la educación de los niños refugiados como para el trabajo de las emprendedoras.
En primer lugar, están valorando la posibilidad de habilitar en Imagine Montessori School, liderado por Iker Marcaide, un par de aulas con el fin de que los niños puedan continuar con su formación en este impás. Para ello, buscarán profesoras ucranianas de la mano del cónsul en Valencia. Por otro lado, se encuentra la puesta a disposición de espacios por otros agentes para que las refugiadas puedan trabajar y continuar al frente de sus compañías.
"El ecosistema emprendedor en Kiev es prácticamente nulo y, nosotros, somos un poco el referente. Entonces, nos están llegando un montón de mujeres emprendedoras y estamos coordinando con varios entes del ecosistema valenciano estrategias para sacar el máximo número de mujeres de Ucrania del ecosistema emprendedor", señala Guillot, quien recuerda la necesidad de avisar acerca de las Fallas y las explosiones por cuestiones psicológicas.
A nivel legal, apunta que los ucranianos pueden moverse hasta 90 días con una visa turística y la capacitación como refugiados es algo que deben de tramitar una vez estén en España, pero que desde el consulado en Valencia están trabando para que sea lo más ágil posible. "El problema es el desplazamiento hacia la frontera, porque no son solo rusos con tanques. También hay ucranianos que aprovechan las oportunidades, y las mujeres y los niños son objetivo fácil", lamenta.
Entre los planes, también se encuentra la creación de un fondo en el que invertir en proyectos de emprendedoras ucranianas. "Nosotros tenemos ya un fondo de 50 millones con el que hemos invertido en Ucrania y estamos montando uno específico para Europa del Este, pero ahora estamos valorando el crear uno más pequeño para co-invertir con nuestro fondo grande", explica. Se trata de dar un mayor soporte a las emprendedoras ucranianas con buenos proyectos para que les permita seguir creando valor. "Hay muchos inversores que quieren participar porque tienen talento y buenas ideas", insiste.
Pero no es sólo Demium, ni mucho menos, la única startup que ha decidido dar un paso adelante y colaborar con la evacuación de las familias ucranianas. El panorama emprendedor valenciano presenta varios casos que así lo prueban, como el de Juan Cartagena y Clara Fernández, cofundadores de Rosita Longevity.
Ambos están llevando a cabo la iniciativa '15 Amigos' mediante la cual esperan traer a cerca de 30 refugiados ucranianos - menores la mayoría - hasta el balneario de Cofrentes. El bus fletado por la pareja se encuentra ahora mismo atravesando Europa tras salir de Bucarest la madrugada del pasado miércoles a las 6:00. Un total de 17 llegarán a la Comunitat el viernes, mientras el resto esperan aún en Europa del este a ser evacuados. Según afirman en su web, algunas familias ucranianas están contactando con ellos para que ayuden también a sus hijos, aunque, por el momento, están llegando al límite de personas que pueden gestionar.
La localidad valenciana se ha volcado con ellos horas antes de que lleguen: el balneario a punto, las donaciones de ropa y comida hechas y el entusiasmo de la población por conocer a sus nuevos e inesperados vecinos son un reflejo más del apoyo que la sociedad valenciana está mostrando estos últimos días.
El Mal no toma vacaciones. Siempre está ahí, esperando su negra oportunidad. El Mal se esconde tras causas religiosas y políticas, agitadas por fanáticos. La sangre de los inocentes riega las páginas de la historia.