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la sequía en cataluña brinda a carlos mazón un espacio en el foco mediático nacional

Del 'Agua para todos' a exportadores hídricos: Andalucía también quiere recibir agua valenciana

Foto: EFE/JF Moreno
6/02/2024 - 

VALÈNCIA. El Gobierno de España presidido por el popular José María Aznar aprobaba en 2001 el denominado Plan Hidrológico Nacional (PHN), una serie de actuaciones que incluían el denominado Trasvase del Ebro, una infraestructura dirigida a transferir agua a otras autonomías y paliar -a priori- las carencias que sufrían los regantes alicantinos, murcianos y almerienses. Pese a que en su día fue anunciado a bombo y platillo, lo cierto es que en tres años de mandato el Ejecutivo central liderado por el PP apenas puso la primera piedra. Los populares culpaban de su falta de desarrollo a la falta de aportación de fondos de la Unión Europea y a las supuestas maniobras de obstrucción de los socialistas en Bruselas.

De hecho, el 2 de marzo de 2003, se celebró en València una multitudinaria manifestación -algunas crónicas hablan de medio millón de personas- con el lema 'Agua para todos' en la pancarta que prendería la mecha para futuras protestas y concentraciones. Un acto convocado por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) y que contó con el respaldo presencial y económico de la Generalitat gobernada por el PP, además de con el exjefe del Consell y en ese momento ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana. En la otra orilla, el entonces portavoz socialista en Les Corts, Ximo Puig, se mostraba perplejo de que acudieran a la manifestación los que, a su juicio, deberían resolver la cuestión, además de poner el acento de que la Administración hubiera pagado los 1,7 millones de euros que costó el acto, donde por cierto se repartió paella y se disparó una mascletà como final de fiesta.

Zaplana, Valcárcel y Olivas en la concentración de marzo de 2003. Foto: EFE/JF Moreno 

Un año después, tras el vuelco electoral de las elecciones del 14-M, el socialista Rodríguez Zapatero se convertía en presidente del Gobierno. En junio modificaba el PHN y sustituía el Trasvase del Ebro por el Plan A.G.U.A., que planeaba reemplazar buena parte de los previsto por esa transferencia hídrica por la desalación. 

Esta decisión provocó el refuerzo del PP por la campaña bajo el lema 'Agua para todos'. En julio de 2005 se celebró en Murcia una manifestación multitudinaria bajo el paraguas del lema 'Agua para todos' con el presidente popular, Mariano Rajoy, al frente de la pancarta junto a representantes valencianos como Francisco Camps y Rita Barberá, además del responsable autonómico murciano, Ramón Luis Valcárcel. Este tipo de reivindicación, que incluía la recuperación del Trasvase del Ebro y la crítica a las desaladoras -el PPCV, y más concretamente Esteban González Pons, las bautizó como las centrales nucleares del mar- fue cíclica a lo largo de los años. Curiosamente, los populares no incluyeron explícitamente el regreso de esta infraestructura en su programa de las elecciones generales de 2008 -por la presión de Aragón-, diluyéndolo en un enunciado respecto a la transferencia de "los sobrantes de aguas de cuencas excedentarias a las deficitarias", algo que se repitió en sus compromisos de 2011.

Camps, Arenas, Rajoy y Valcárcel en la manifestación de julio en Murcia en 2005. Foto: EFE/Paco García 

Ahora, más de dos décadas después del inicio del conflicto, la sequía en Cataluña ha puesto en el foco a la Comunitat Valenciana ante la posibilidad planteada por el ministerio de transportar agua de la desaladora de Sagunt para paliar esta situación. Y no sólo eso, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla (PP), también abría este lunes la puerta a la opción de que su autonomía pudiera recibir agua de las en su día tan criticadas desaladoras situadas en territorio valenciano.

En este sentido, las quejas del Gobierno valenciano sobre la falta de agua para la agricultura en contraste con la posibilidad de ser exportadores hídricos, la explicaba este fin de semana el propio presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. "El agua desalada no nos gusta para regar, es muy cara, energéticamente no es sostenible, pero para una punta de emergencia, para uso de boca, sí que puede ser viable", argumentó.


En cualquier caso, esta concatenación de hechos que ha brindado al jefe del Consell una oportunidad interesante para destacarse dentro de la esfera mediática nacional. "No le vamos a negar el agua a quien en su día sí que nos la negó porque sobre la revancha no se puede construir nada", comentaba ayer el jefe del Consell, quien aprovechaba, eso sí, para exigir que se garantice que no habrá ninguna afección en la costa valenciana en esta operación y pedir "rigor técnico" en esta ayuda, así como para que también lo haya en el Trasvase Tajo-Segura, del que ha reiterado su denuncia que se ha recortado "políticamente sin un documento que lo acredite".

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