VALÈNCIA. "Hasta ahora no hemos tenido ni más peticiones de renegociaciones ni menos solicitudes de préstamos ni ningún otro indicador en nuestro país que nos diga, oye, que aquí está pasando algo. Cuando la Covid, el efecto fue inmediato, con un pico salvaje de renegociaciones, pero también es cierto que las startups que en España se financian con los bancos son minoritarias". Esta es la visión que ofrece José Bayón, CEO de la Empresa Nacional de Innovación, Enisa, en relación con el posible impacto que pueden estar sufriendo las startups españolas a raíz de la crisis bancaria desencadenada por el cierre del Silicon Valley Bank (SVB), seguido luego por el Signature Bank y el Silvegate Bank, estos dos últimos ya en el mercado cripto.
Pero la verdad es que algunas startups que se entienden con los bancos sí hay, sobre todo aquellas que entran en fases más avanzadas, mientras que las que están aún en sus orígenes se inclinan más por el modelo fintech y los neobancos. Un hilo creado en Twitter hace unos meses por Ivan Landabaso, partner de JME Ventures, planteaba a las startups la pregunta de cuál era, en su opinión, el mejor banco en España para ellas. A respuestas tan pintorescas como “el del parque”, se sumaron otras algo más meditadas que apuntaban opciones como Revolut, un neobanco nacido en Londres, o Qonto, una fintech francesa que ofrece servicio exclusivo a empresas.
No obstante, como señala Ignacio Moreno, cofundador de Capchase, en Silicon Valley Bank, más que a financiar sartups se dedicaban a guardar todos sus depósitos. “Allí iban a parar los fondos, los ingresos obtenidos por las startups en sus rondas de inversión, así como los recursos disponibles para sus operaciones. Era el banco referente de una industria tan relevante en Estados Unidos como son las startups, prácticamente los únicos clientes que tenía la entidad”.
Un ejemplo de unión de la comunidad emprendedora
Capchase es una solución 100% digital creada para atender las necesidades de financiación de las empresas SaaS. Con sede en Madrid y Nueva York, pudieron vivir en primera persona el caos generado en los primeros momentos por el cierre del Silicon Valley Bank, aunque también tuvieron ocasión de presenciar la capacidad de unión y de apoyo entre toda la comunidad emprendedora en los momentos más críticos. “Vivimos una semana interesante, pero también fue bonito ver cómo se unían todos en busca de una solución”.
La falta de diversificación de clientes; el salto repentino del 2021 -el mejor año de inversión en startups en todo el mundo-, a una caída abrupta de las rondas de financiación en 2022; la subida progresiva de los tipos de interés y algunas prácticas de riesgo congénitas a esta industria, son los ingredientes principales que, según Moreno, crearon el caldo de cultivo perfecto para hacer saltar las alarmas y se produjese el fenómeno bank
run, el cual sumió a la entidad en una crisis de liquidez. “De no haber intervenido de forma inmediata la FDIC -agencia federal independiente de EE.UU. garante de la recuperación del dinero de los depositantes si un banco quiebra- aquello podría haber sido un desastre”, dice Moreno.
El chismorreo en las redes sociales también habría contribuido, según algunas fuentes, a expandir el pánico.
Y aquí ¿qué?
En cuanto al impacto que tuvo la quiebra del SVB en el ecosistema emprendedor nacional, se sabe que algunas startups con presencia en EE.UU se han visto salpicadas, aunque no hayan trascendido nombres. Por lo demás, a las emplazadas en territorio español no se les auguran mayores sobresaltos que los propios asociados a un contexto de crisis generalizada con una guerra en territorio europeo que, más que animar a la inversión y al gasto, la disuaden. De hecho, el año pasado se redujo en un 22% el tamaño medio de las rondas de financiación de startups.
En términos similares podría afectar al ecosistema la crisis de otras entidades más próximas, como la del Credit Suisse o el Deutsche Bank. “Posiblemente dañe algo más a las organizaciones ya consolidadas y a las valoraciones de los exits, pero no creo que las que se encuentran en fases iniciales se vean afectadas directamente”, declara Iván García Berjano, CEO y cofundador de Finanziaconnect, empresa especializada la consecución de fondos para emprendedores y empresas innovadoras procedentes, sobre todo, de las entidades públicas.
También en opinión de Orfeo Balboa, Program Manager en FirstDrop VC, vehículo de inversión para startups de impacto en fase pre-seed, el cambio de las reglas de juego en la inversión en startups ya venía fraguándose desde hace meses debido a la inflación y al aumento de las tasas de interés, en detrimento de aquellos proyectos con rendimientos a largo plazo.
Optimismo prudente
En cualquier caso, el ánimo de todos los consultados en cuanto a la posible repercusión de las movilizaciones bancarias en los emprendedores tira más al optimismo prudente que a otra cosa. Se apoyan en argumentos como la madurez del ecosistema, la solidez de las startups que lo integran, la situación actual de la economía española y el sistema bancario que impera en la zona euro. “Cierto que hay que andar vigilantes en la coyuntura actual, pero también es verdad que, aunque haya una inflación alta, en nuestro caso es menor que en otros países, a la vez que estamos teniendo un crecimiento mayor, entre otras cosas porque el golpe energético nos ha afectado menos y porque estamos aplicando medidas de política social para mantener el equilibrio. Con toda la prudencia, porque es verdad que no es fácil, me atrevo a decir que nunca antes habíamos estamos en una posición tan ventajosa como la de ahora”, declara Bayón.
“En cuanto al sistema bancario europeo en general -continúa- está mucho más regulado y es más garantista que el sistema americano. Podría caer algún banco con un estilo similar al del Silicon Valley Bank, pero no creo que vaya a ser sistémico”, concluye.