De momento gana Pablo Ruz

Lo confieso. Soy de las que me gusta hacer porras cuando se acercan las elecciones. He ganado, incluso, alguna pequeña apuesta, legal. Más  apostando por lo que se quedaban fuera que por los que entraban. El nuevo año nos trae mucha miga al matrix periodistas-políticos, ese ecosistema o mundo paralelo en el que nos creemos el centro de atención unos y otros, hasta que hablamos con un familiar o amigo que nos dice “no sé de qué hablas”. 

Es la salsa de nuestras vidas, o el teatro. Unos en el patio de butacas y entre bambalinas y otros en el escenario. No es exactamente así. Realmente políticos y periodistas vivimos enredados, mezclados y algunos incluso se pasan de un lado a otro y vuelta a empezar. La cuestión es que entramos en unos meses en los que “nuestro tema” se pone muy muy interesante. A la gente normal no le interesará hasta casi el 28 de mayo. Y no a todos, en las elecciones de mayo de 2019 votó en Elche el 59,65% del electorado, es decir solo a 6 de cada 10 personas personas mayores de 18 años se le ocurrió ir a votar.

Muchas veces he pensado en la noche electoral y que mal debe pasarlo la gente que se juega algo de manera directa. También he reflexionado a veces sobre qué mal llevaría yo las puñaladas por la espalda o los cambios de lealtades, tan frecuentes en política. Hace años se lo comenté a un político que ahora es alcalde, (venga lo digo; fue a Carlos González y hace como diez años o  así), y me comentó que esas cuestiones añaden emoción a esto y es algo con lo que cuentan: la tensión de las negociaciones, la noche electoral donde ganas o pierdes, los cambios de lealtades… todo ello entra en el juego. No sé si pensara lo mismo ahora con otra edad y otras responsabilidades y tensiones.

Pablo Ruz que, aunque es más joven, también lleva tiempo por aquí, tuvo hace años unos meses de bajón y casi se lo deja. Tanto que en la legislatura en la que Mercedes Alonso fue alcaldesa (2011-2015),  no fue en la lista electoral, aunque todos lo recordamos en la gestión del área de Cultura. Pablo retomó la causa política con el buen resultado para el PP y la alcaldesa le ofreció participar de la gestión. Primero se intentó con la figura de concejal no electo, pero finalmente la ley no lo permitía para municipios como Elche y tuvo que ser nombrado Coordinador de Cultura. Ruz no había concurrido a las elecciones en esos comicios decepcionado por algunas cuestiones relacionadas con la política y los políticos. Después de aquello pasaron muchas cosas y la principal es que Alonso perdió la alcaldía 4 años después y al poco también el partido que  acabó liderando Pablo Ruz.

Vamos a las porras. Aún no me voy a pronunciar y desde luego no la voy a dejar escrita aquí que al final es un pequeño juego y tiene muy poco de empírico.  Lo que si percibo y lo he hablado con el mundo matrix estos días es que si él PP y Pablo Ruz no consiguen el gobierno local esta vez no lo harán nunca.  Se dan los mimbres para que esto sea así y el propio Pablo Ruz lo explica muy claro, y tiene muy bien hechas las cuentas: su partido va en alza y las pruebas son los comicios andaluces y gallegos además de las encuestas.

En Elche las primeras encuestas (esto me da risa porque si contamos los concejales que dan las encuestas a cada partido en Elche nos salen 38 o más. Y son 27 escaños en juego). Retomo, las primeras encuestas les dan ganadores en Elche al PP, al menos el partido más votado. Ciudadanos va a desaparecer y la mayoría de votantes se los llevan ellos y también los de los partidos que se presentaron en 2019 y ya no están, (ojo Pareja, ojo Pareja que se ha visto reverdecer un cartel del Partido de Elche).

Haciendo las operaciones matemáticas necesarias y contando con que saque lo que saque el PP, Vox, o por acción o por omisión, nunca dejarían gobernar al PSOE si pueden evitarlo, Pablo Ruz se ve ya alcalde. Bueno no es tan confiado y por si acaso se lo está trabajando.

El PSOE puede mantener el tipo y los votos pero necesitaría a Compromís, que, con su división interna estructural, acuciada por la división interna de Iniciativa y especialmente con los últimos movimientos para presentar desde Elche y cercana a los Mollà, una candidata alternativa a Aitana Mas, puede acabar mal, y encima perderse los otros votos de su izquierda, los de Podemos, unos 4 mil y pico votos que todo aparenta que van de nuevo a la basura.

Así la alcaldía se acerca al PP cada vez más. Pero es cierto que esto puede dar un vuelco en cualquier momento. Expectantes estamos, preparando la apuesta, con los ojos bien abiertos y las palomitas en la mano.