El conseller de Cultura, Vicent Marzà, a las puertas del Teatro Principal, junto al exconseller Manuel Alcaraz y el portavoz municipal de Compromís, Natxo Bellido. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. La Conselleria de Cultura da el primer paso oficial en su propuesta para convertirse en propietario mayoritario del Teatro Principal de Alicante tras la adquisición de las participaciones en manos del Ayuntamiento. Ese primer movimiento se ha materializado a través de una carta remitida por el propio conseller del área, Vicent Marzà (Compromís), al alcalde alicantino, Luis Barcala (PP), en la que ratifica la voluntad del departamento autonómico de asumir la gestión de la sala con la intención de reforzar su programación. Eso sí, la misiva es todavía solo una confirmación de esa propuesta en la que no se llega a concretar los términos económicos concretos en los que podría plasmarse. Así, no se llega a plantear ningún oferta de precio con la que poder abordar una hipotética negociación.
La carta, escrita en los dos idiomas cooficiales de la Comunitat, se remite cerca de dos semanas después de que la secretaria autonómica de Cultura, Raquel Tamarit, trasladase la propuesta de compra en el transcurso de la última reunión de la junta de propietarios del teatro. Y, como se argumentó entonces, explica que el propósito del departamento autonómico es deshacer la situación de "bloqueo" en la que, a su juicio, se encontraría su funcionamiento, de modo que pueda ejercer como "contenedor cultural de primer orden".
En esta línea, Marzà sostiene en su misiva que, "transcurridos más de dos años" desde que la Generalitat se convirtiese en copropietaria del Principal, junto al Ayuntamiento y al Sabadell, "no se ha dado solución a la deuda" de más de 950.000 euros arrastrada desde el año 2012 y tampoco se ha llegado a convocar el "concurso público" para que pueda producirse la elección de su nuevo director. Al tiempo, según el conseller, tampoco se ha producido "un incremento significativo" en las aportaciones económicas anuales de los copropietarios de la sala que permita reforzar su programación cultural. Y, además, recrimina que, en ese cartel, no se tenga en cuenta "al sector cultural valenciano".
Así, el responsable autonómico incide en que el objetivo de su departamento es que se puedan desbloquear todos esos puntos "para convertir al Teatro Principal de Alicante en un verdadero espacio de creación dirigido desde Alicante con una inversión cultural potente que dé respuesta a las necesidades del sector en la ciudad" a la manera en la que, según Marzà, ya lo hacen otros teatros gestionados por su conselleria, como el Principal de Castellón y el de València. En esta línea, abunda en que se trata de una propuesta "que busca mejorar la actividad cultural hecha desde Alicante y para los alicantinos y alicantinas, tal como hacemos desde el Arniches, pero para contar con un instrumento cultural todavía más potente". Por todo ello, emplaza al alcalde a facilitar una respuesta a la oferta "que consideramos muy interesante", según concluye la carta.
Como informó Alicante Plaza, el anuncio de la oferta de compra por parte de la Conselleria de Cultura ya propició una primera respuesta por parte del primer edil y del equipo de gobierno: el planteamiento de una contraoferta en sentido inverso, de modo que fuese el Ayuntamiento quien recomprase las participaciones adquiridas por la Generalitat en diciembre de 2018. En ese momento, la operación se saldó con un desembolso de tres millones de euros (repartido a partes iguales entre los dos copropietarios originales de la sala: el Ayuntamiento y el Sabadell) que debían destinarse a la reforma del edificio del teatro. Por el momento, esa rehabilitación no se ha llevado a cabo, aunque el bipartito sí ha encomendado ya la redacción del proyecto con la intención de presupuestar las obras y ejecutarlas a lo largo 2022.
Más tarde, el propio Barcala extendió el alcance de esa contraoferta y planteó la posibilidad de ampliar su propuesta de compra hasta el Sabadell, de modo que el Ayuntamiento se convirtiese en propietario único del teatro. Sin embargo, ese ofrecimiento no se ha sustanciado todavía de manera formal.
