ALICANTE. Qué ha pasado. Pues que el rival ha sido mejor, no hay más (ni menos).
La Ponferradina no solo mereció ganar el sábado en Alicante, es que hizo méritos para irse al descanso con un marcador más favorable. Es cierto que poco después del primero de los goles ponferradinos, el Hércules tuvo una oportunidad muy clara en las botas de Benja para empatar el duelo, algo que a buen seguro habría afectado al desarrollo posterior de los acontecimientos, pero no fue así. Isi, que ya sabía lo que es marcarle a los blanquiazules en un 'play-off', firmó dos auténticos golazos que sentenciaron el duelo por adelantado y, en vista del resultado final, puede que la eliminatoria.
Sí, todavía se ha de jugar la vuelta y tenemos no pocos ejemplos de duelos a doble partido en los que el equipo que parecía muerto demostró luego estar muy vivo, pero el Hércules no ha sido protagonista de ninguno de ellos y es difícil creer que el sábado vaya a ocurrir dado no solo su acierto goleador a lo largo del curso (el sábado terminó transformando la ocasión menos clara de las que dispuso), también la solvencia defensiva de la Ponferradina: solo ha encajado ocho goles ante su público en toda la Liga y el 'play-off', el último el 17 de febrero, pero es que El Toralín no ve perder a los suyos desde el 20 de enero.
Lo que está claro es que si el vestuario no tiene fe en que es posible, no habrá nada que hacer. Planagumà dejó claro el sábado que él sí cree.