Felicidades. Una de las cuatro Españas te helará el corazón. El PP ha preferido refugiarse en la patria del partido. Pecado de corrupción. Amén. En fin, la reconquista de la Moncloa puede esperar. Pablo Casado entró en el plenario como nuevo presidente acompañado por Adolfo Suárez Illana, su mujer, Isabel Torres y un sonriente César Sánchez, presidente de la Diputación de Alicante, cospedalista de primera comunión y casadista por convicción. ¿Quiénes hemos ganado? Franco se ha revuelto en su pirámide. A un servidor, que es sensible porque estudió Historia del Arte, le gusta más la amable Rendición de Breda que Los Fusilamientos de Goya. Ninguno de los dos Papas ni de los dos Reyes están -pobrets- en condiciones de lanzar una bendición urbi et orbe. Podéis ir en paz.
La victoria de Casado supone la extinción de Isabel Bonig y los restos del aparato del Viejo Testamento del PP. Me da pena por Eva Ortiz, nuestra chica Bond, siempre espléndida saliendo del mar con el pelo mojado. Y por nuestra cabeza romana, el topo del Palau, Pepe Císcar. El giro a la derecha del PP deja un vacío que atraerá al agujero negro como moscas mutantes a los votantes de Ciudadanos y del PSOE. Y aquí en la Comunitat Valenciana, al tir i arrossegament de Compromís. La millor clòtxina del món. Las próximas elecciones cambiarán la faz de nuestras instituciones. No digamos en las diputaciones. El voto se dispersará y las cosas seguirán, mínimo, a cuatro. De los ganadores en la batalla anti Soraya apunten a Pablo Ruz en Elx, Luis Santamaría en la taula del cap i casal y la figura profética y egipciaca de José Manuel García Margallo. Lo de Emilio Bascuñana y Orihuela no tiene arreglo. Luis Barcala, alcalde accidental de Alicante y legionario y hombre/hombre seguirá, guapo como él solo, para perder en Alicante ciudad. Amén.
Los pata negra. Además, chicas, la juventud siempre empuja. Esplendor en la hierba. William Wordsworth. En este segundo, como ya hicieron en la cena maldita de La Masía de José Luis a 35 euros por escote, los Belén Hoyo, Alejandro Morant o Adrián Ballester, los primeros que se lanzaron a la piscina sin agua de Casado “¡oh capitán, mi capitán!”, reclamarán su preeminencia en el reparto del botín. La nueva mayoría del PP tiene su palco VIP. No quedan invitaciones. El PP estrena democracia imperfecta. El círculo, allá a lo lejos, cerca del mar, lo cierra el lío del PDeCAT. Que recuerda mucho al suicidio de la UCD. Podéis daros la paz.
El Valle de los Caídos. Excelente el adiós cielo azul de Mariano. Emoción. Catarsis. Exaltación. Los rojos nos han usurpado el poder por la puerta de atrás. Otra vez. Rajoy se ha ido sin explicarles a los españoles porqué no dimitió la tarde en el restaurante Arahy. Alberto Núñez Feijoo tampoco ha dejado claro lo de su espantà. La ola de calor siberiana del congreso no ha helado el corazón ni el tesoro enterrado en el permafrost del saqueo popular. La Boda Imperial de Aznar. Imposible agradecer en esta entrega de los Goya a todos los ausentes, contribuyentes y palafreneros. Aquí en el Levante Feliz Eduardo Zaplana en modo Miguel Hernández, los Blasco -olé…ya de permiso- y los Cotino y la cabeza de caballo de El Padrino, Alfonso Rus… 2mil, 3 mil…Pero sobre todos ellos, la figura levitante del mártir incorrupto Francisco Camps en su hornacina de la farmacia. Desde aquí un sentido homenaje a los innombrables que han contribuido a que el negocio funcionase. Y a González Pons. Que no es Rita Barberá. Ni el toro del Guernika. Lealtad. Avispas asiáticas.
La invasión. Alicante está hirviendo. Además, el tráfico se ha parado: cruza el cielo de la ciudad Inés Arrimadas. En plena canícula, en el fragor de la pólvora de los Moros y Cristianos del Barrio de San Blas, el desparrame del día del orgullo y la desmayada celebración del 90 aniversario de les Fogueres de Sant Joan, a la verdadera santo y seña, a la mujer bandera de la derecha española, a ella y a Albert Ribera, no se les ocurre otra cosa que convocar un casting para las listas de las próximas elecciones. Total, para robar plano y cuarta y mitad a la misa mayor cantada del PP.
Las Juventudes Ciudadanas recuerdan mucho a las católicas porque también son ideales de la muerte. Pero en vez de chillar lo de Pablo Uve Palito van exhibiendo palmito y tensión sexual no resuelta. Y ninguna opinión. Cosa imprescindible para fichar y hacer carrera en un partido sediento de becarios precarios. Arrimaditas y Riberitas. Aquí en la nostra terrra valenciana, una vez expulsados los aldeanos de la señora Carolina Punset y Alex Marí, Ciudadanos es el blaverismo de la Unión Valenciana de Fernando Giner, el señoritismo neoalicantinista aéreo, metálico y menguante de la S.L. de José Joaquín Ripoll y herederos, la inanidad transparente en les Corts de Mari Carmen Sánchez y la indefinición y la belleza, talento e inteligencia infinita del prior de la basílica: Toni Cantó. Vuelve ABBA. Mamma mía.
El Consell se reunió en Castalla. El Botànic está reconciliándose en Biar. A un año de las elecciones hay que comenzar, vamos, aunque sea, se hace preciso intentar pactar la exhibición de las diferencias cara a la carrera electoral. Mónica Oltra no quiere ser ya sólo la mare del tots els valencians. Quiere ser la primera presidenta de la Generalitat Valenciana. Iniciativa y el Bloc pretenden marcar paquete cuando los votantes van en la playa electoral en pelota picada y ya saben que detrás de la playa están las medusas. La presidenta croata. Joan Baldoví. Y les Illes.. Desde la muntanya a la Plana Ximo Puig acude volando con su capa presidencial -nada que ver con la rosa púrpura del cardenal Cañizares- a la Casa dels Caragols para hacerse una foto con el fiber Pedro Sánchez. Que acaba de darle la vuelta a la tortilla de las encuestas y estrenado en el escenario internacional. El aeropuerto del abuelito, el avión oficial y el selfie con Amparo Marco, la alcaldesa de Castelló Podemos se desvanece.
Suena el teléfono. Amanece aquí arriba en el Pico Espadán. Llueve. Los pinos y el rocío respiran. Es mi nunca bien ponderado y pagado Herr Direcktor Miquel González. Que no le gusta. No que esté sin cobertura. Sino el artículo. Así que esto que acaban de leer seguro que lo ha escrito él. O Raúl Navarro. Si, cariño, ya apago la linterna. Vuelven a sonar las campanadas. Quizás sea la Vall. Otra vez. El agua helada de la riera.