ALICANTE. Ciudadanos (Cs) tampoco se rendirá esta vez a la voluntad del Gobierno del PP en el Ayuntamiento de Alicante ni actuará como un hipotético aliado, pese a que se trate del grupo político de la oposición más próximo desde el punto de vista ideológico. Los representantes municipales del partido de Albert Rivera ya han advertido al concejal de Hacienda, el popular Carlos Castillo, que no entregarán el voto de sus cinco concejales para respaldar su propuesta de reforma de las ordenanzas fiscales si no se garantiza la incorporación de sus propias condiciones. Entre ellas, la fundamental es que se concedan bonificaciones fiscales solo a las nuevas empresas que pretendan instalarse en la ciudad que garanticen la creación de empleo estable y de calidad y que primen "la responsabilidad social en la contratación de personas en riesgo de exclusión social, como parados de larga duración y personas con diversidad funcional".
El aviso lo transmitió este lunes la propia portavoz municipal, Yaneth Giraldo, en el primer encuentro concertado por el PP en la búsqueda de apoyos políticos a su proyecto de reforma de las ordenanzas fiscales tras la aprobación definitiva de la modificación de crédito con la que se da por cancelado el Plan de Ajuste. Como avanzó Alicante Plaza, el PP prevé aprobar este martes en Junta de Gobierno el acuerdo necesario para que se paguen los 30,5 millones pendientes de devolución en los préstamos que se concertaron con motivo del plan de pago a proveedores, en 2012. Es decir, el último trámite formal pendiente que permitará que Alicante se libere de la intervención contable del Ministerio de Hacienda y de las restricciones que se impusieron hace seis años: imposibilidad de reducir ingresos, de crear empresas públicas o de aumentar el gasto en personal, entre otras.
En ese primer contacto, la líder de Cs trasladó al PP que su partido está dispuesto a "apoyar las rebajas fiscales que se proponen pero con una serie de condicionantes". "Y esto se tiene que concretar de forma detallada en las bonificaciones del IBI y del IAE a las empresas que se instalen en Alicante o que amplíen sus plantillas", apuntó la edil. "Lo que no tendría sentido es incentivar por ejemplo a una mercantil que ha practicado un despido colectivo o que simplemente traslada su domicilio social o cambia el nombre", añadió. "Las bonificaciones deben ser una herramienta eficaz para los más de 28.000 parados que hay en la ciudad", insistió.
Cs también aboga por incentivar rebajas en el IBI "en aquellas obras que cumplan con parámetros de excelencia en la eficencia energética incrementado del 30 al 50% las bonificaciones a la vez que también reclamamos un criterio similar, con el impuesto de construcciones, en edificios y locales que demuestren especial calidad para las personas con movilidad reducida". Y por lo que respecta al impuesto de vehículos, Cs también considera que deberían contemplarse bonificaciones para los ciudadanos "que compren coches eléctricos o híbridos para primar con hechos la aspiración que todos tenemos de una ciudad menos contaminada".
Según Giraldo, "nuestro grupo está a favor de la rebaja de los impuestos, va en el ADN del partido, pero siempre que se introduzcan criterios lógicos como los que planteamos". En esta línea, también señaló que "la decisión final del grupo municipal va a depender de lo que negocie el PP con el resto de grupos políticos de la oposición, es decir que no se desvirtúe la idea básica de que bajar impuestos es favorecer a las clases medias y trabajadoras, y a las rentas más desfavorecidas".
En principio, con un hipotético respaldo de Cs, el gabinete que coordina Luis Barcala tendría el terreno prácticamente despejado para sacar adelante su propuesta de rebaja fiscal. Con sus votos, el PP sumaría 13 votos a los que podría añadirse el del edil no adscrito (ex de Cs), Fernando Sepulcre. En ese supuesto, sería suficiente que la también concejal no adscrita, Nerea Belmonte, se abstuviese: Barcala podría usar su voto de calidad para deshacer un supuesto empate a 14 votos a favor frente al posible rechazo de los concejales de PSOE (6), Guanyar (5) y Compromís (3). Sin embargo, en este momento, el escenario más probable es que alguno de esos tres grupos políticos de la oposición vea satisfechas sus expectativas. Es decir, que el PP acceda a incorporar sus propuestas, lo que -como mínimo- les permitiría descartar un voto en contra.
La negociación podría concretarse a lo largo de esta semana, ya que los populares ya han convocado a los tres grupos políticos que conformaron el tripartito hasta el pasado noviembre para mantener tres reuniones por separado este mismo jueves.