ALICANTE, (EFE). El número de familias de la provincia de Alicante que reciben "cestas básicas" de alimento en su domicilio de Cruz Roja por estar en situación de confinamiento en el marco de la covid-19 se ha disparado en las últimas semanas.
Según han informado a Efe fuentes de la institución humanitaria, este servicio de apoyo a las personas aisladas tiene el doble objetivo de ayudar a los afectados en algunas de sus necesidades básicas de su día a día y, al mismo tiempo, contribuir a evitar la propagación del virus.
Este servicio se presta en numerosas poblaciones a lo largo de la provincia alicantina, desde las principales ciudades como Alicante, Elche y Alcoy hasta otras medias y más pequeñas como son el caso de Villena, Petrer, Callosa de Segura, Xàbia, Sax, Aspe, Calp y Crevillent.
Cada día se reciben más nuevos avisos de afectados, en un momento álgido de la tercera ola de contagio en el que la Comunitat Valenciana en el contexto de la actual pandemia sanitaria.
Este incremento de casos ha multiplicado las necesidades sociales y ha profundizado la vulnerabilidad de muchas personas que a su situación anterior ya precaria se ha sumado un caso cercano de contagio.
Se suele tratar de personas que están solas, como mayores sin redes familiares, o de familias que quedan aisladas y que necesitan ese apoyo para poder subsistir.
Igualmente, también son usuarios de Cruz Roja que ya solían recoger comida en las sedes de Cruz Roja por su anterior situación de pobreza y que ya no pueden acudir por este positivo cercano, mientras que hay también personas que llegan a la institución derivadas desde Servicios Sociales de su localidad.
El director técnico de Cruz Roja en Crevillent, Javier Román, ha relatado a Efe que en las últimas fechas se han disparado las peticiones.
Se trata de hombres y mujeres con o sin familia que carecen de ingresos en la actualidad porque, por ejemplo, viven de la actualmente precaria venta ambulante o de actividades de la economía sumergida, y que han visto empeorar drásticamente la situación por el confinamiento.
Como el resto de asambleas locales de Cruz Roja, los trabajadores sociales y voluntarios de la institución humanitaria en Crevillent les llevan a la puerta de su casa una "cesta básica" formada por alimentos no perecederos (pasta, arroz, aceite de oliva, galletas, legumbres y verdura en conserva) y frescos (verdura, fruta, carne y fiambre).
También se les dispensan artículos de higiene personal, para la limpieza del hogar, así como elementos para evitar el contagio de la covid-19, principalmente mascarillas y envases de gel hidroalcohólico.
"Se lleva esta 'cesta básica' y se mantienen las normas para evitar la propagación del virus. Esto es así porque una vez en el domicilio se toca el timbre, se dejan los alimentos en la puerta y la familia se encarga de meterla dentro", ha relatado el responsable de Cruz Roja en Crevillent.