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tribuna libre / OPINIÓN

Crear entornos de trabajo con propósito

7/12/2021 - 

Quizás alguna vez hayas sentido "disonancia cognitiva", aunque no supieras que se llamaba así. Esto es una especie de "incomodidad interior" que se produce cuando dentro de uno hay una pugna entre dos ideas que no se alinean, cuando hay una discrepancia entre tus ideas y la realidad. Un ejemplo muy sencillo sería cuando quieres hacer ejercicio, pero no vas nunca al gimnasio al que te has apuntado. 

Hay dos maneras de librarse de esta incomodidad, una positiva y otra negativa. La positiva sería cambiando las ideas preconcebidas que tuvieras y que no se adaptan a la realidad o bien haciendo que tus acciones respondan a tus pensamientos: entonces vas al gimnasio. El modo negativo es cambiando tus convicciones para adaptarte a tu comportamiento, del tipo "el gimnasio no es tan importante".

¿Tiene esto algo que ver con las empresas? Desde luego que sí y en un asunto tan trascendental como la cultura de empresa y la relación digital que en los últimos años se ha establecido entre la organización y las personas que trabajan en ella. Profundicé sobre el tema en una charla que ofrecí en el Talent Summit Alicante explorando las oportunidades que pueden aprovechar las empresas a la hora de construir el entorno digital en el que se relacionan sus equipos.

Las empresas llevan años diseñando canales de venta digitales con el objetivo de que la experiencia del cliente sea la mejor posible, tomando inspiración de empresas digitales como Airbnb, Amazon o Netflix. Sus plataformas tecnológicas cuidan al máximo todos los detalles de la relación con el cliente y en cada iteración evolucionan. Sin embargo, esta evolución no va al mismo ritmo en la experiencia de sus equipos internos. Aunque la mayoría de puntos de contacto del equipo con la compañía se producen en un entorno digital, las herramientas que se utilizan ofrecen una experiencia poco atractiva. 

Esta "disonancia" entre las dos pantallas, la del cliente y la del empleado, es como si uno viese a la empresa a través de una moderna televisión a color y el otro en una pantalla de tubo y en blanco y negro. Los empleados pueden sentir que el comportamiento de una empresa hacia afuera es diferente que hacia adentro; eso produce desapego y falta de entusiasmo. Lo mismo sucede si existe una gran diferencia entre el entorno físico y digital de los equipos de una organización. Las áreas de Recursos Humanos se esmeran en los últimos años para que las oficinas sean espacios inspiradores y fomenten la creatividad, la colaboración y la experimentación. Ahora es el turno del entorno digital.

Es cierto que la digitalización y la automatización de las tareas han facilitado la vida laboral en un sentido funcional pero, ¿se ha diseñado un entorno digital que proporcione una experiencia diferencial, portadora de cultura y sensible a los objetivos de atracción, retención y desarrollo de talento? Esta necesidad se acentúa con la popularización del trabajo remoto donde éste entorno digital es el único punto de contacto del equipo con la compañía.

Las plataformas tecnológicas lideradas por Recursos Humanos son capaces de alinear las relaciones de la empresa con sus dos clientes: el externo, el cliente, que le paga por sus productos y el interno, el empleado, que hace que todo funcione. Esta coherencia es un elemento clave de cualquier cultura, redunda en la satisfacción del empleado y al mismo tiempo, en la eficacia y los atributos positivos de la empresa. Recordamos lo que decía Peter Drucker sobre esto: "la cultura se come a la estrategia en el desayuno".

Oscar del Río, fundador y CEO de Interacso.

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