ALICANTE. El músico y productor Javier Corcobado ha presentado este viernes, 7 de junio, su proyecto Canción de amor de un día (CADUN), la primera pieza musical de 24 horas de duración que se mezcla, grabada y remasteriza como una canción. Un trabajo que ve la luz después de dos décadas, cuando en 2004 empezó a madurar la idea preguntándose qué efectos podría producir a una persona escuchar una canción que durase un día entero. Proyecto compuesto por un centenar de fragmentos musicales para los que el autor ha contado con su propia música, pero también con algunos de los artistas más importantes del país como Enrique Bumbury, Amaral o Vetusta Morla, entre otros muchos, hasta un total de 63.
“Puede parecer un capricho, pero no lo es”, sentenciaba Corcobado durante la presentación a los medios en la sala de prensa del Palacio Provincial de la Diputación de Alicante. “Alude a ese pensamiento de la niñez, cuando la música no tiene un tiempo concreto, hasta que te explican cuánto debe durar una canción para sonar en la radio”, justificaba el autor, que confesaba un objetivo ulterior, que es frenar el ritmo frenético de la vida. “Parar a escuchar música durante 24 horas, en silencio y dedicándole el respeto que se merece”, describía. En su caso, cuando realizo la primera escucha completa y en solitario, resultó un ejercicio duro. “Padecía ansiedad y es cierto que me la quitó, pero tuve que pasar los siguientes días descansando”, confesaba. “No quiero que parezca que estoy vendiendo un medicamento, pero es cierto que tiene una capacidad sanadora”, afirmaba el artista.
La pieza completa que ahora se presenta se ha venido conformando durante todos estos años gracias a la colaboración de esas decenas de artistas a los que Corcobado envió un relato, así como unas pautas para la producción de su correspondiente fragmento. “Elegí artistas que tenían algo que ver conmigo o que sentía cerca y les envié el texto que lo estructuraba todo, para que no fuese un caos”, recuerda el músico. Por tanto, se generó una variedad de estilos que, sin embargo, casaron después a la perfección. “No hubo que hacer modificaciones en el 98% de los casos”, destacaba.
El resultado se podrá testar este mismo viernes en la Casa Bardin, sede del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, a partir de las 18:30 horas, donde se exhibirán diez fragmentos de la pieza y se proyectarán fragmentos de los vídeos asociados a esas piezas. Este es el preestreno nacional de su proyecto, que incluye un libro-novela con el propio relato que da sentido al trabajo musical, además una fase videográfica que próximamente se convertirá en una película de 24 horas de duración. Con todo, el 21 de junio se hará una escucha completa de la pieza, durante 24 horas seguidas, en la Sala Berlanga de Madrid.
El diputado de Cultura, Juan de Dios Navarro, ha explicado los pormenores de esta singular propuesta, "se trata de una iniciativa pionera a todos los niveles y para la Diputación supone un orgullo y una gran satisfacción actuar como anfitriones de la presentación en exclusiva y compartir con el afamado Javier Corcobado este gran reto". Por su parte, la directora del IAC, Cristina Martínez, ha destacado que "para el Instituto Juan Gil-Albert es un privilegio poder presentar el estreno nacional de este proyecto tan interesante y multidisciplinar, que se ha concebido como un experimento creativo de primer nivel y que se va a escuchar por primera vez en la Casa Bardin".
Presentado en cuatro disciplinas: música, imagen, edición y espectáculo, CADUD se comercializa en un pendrive de 26 gigas con el audio de gran calidad grabado en un solo track de 24 horas. Esta duración establece un nuevo récord en cuanto a longitud temporal de la composición, grabación, producción, edición y representación de una obra musical. Además, la obra incluye la edición de un libro y un video que saldrá a la luz próximamente.
Hijo de emigrantes madrileños, Corcobado nació en Frankfurt (Alemania) en 1963, pero se trasladó a Madrid siendo muy pequeño. Poeta y músico de la desesperación y el desgarro, el artista ha sido considerado por la crítica durante años como el príncipe del underground nacional. Ha sido uno de los artífices de buena parte de los grupos más avanzados y arriesgados de la música española de los ochenta: 429 Engaños, Mar otra vez y Demonios tus ojos.
En los noventa comienza su carrera en solitario con el disco Agrio Beso, creando poco después su propia banda: Corcobado y los Chatarreros de Sangre y Cielo. Un gran grupo cuya columna vertebral ha estado formada por Nacho Colis, Justo Bagüeste, Nacho Laguna, Javier Arnal y Susana Cáncer. Cuenta con una intensa trayectoria discográfica tanto con su grupo como con proyectos paralelos como Corcobado y Cría Cuervos o junto a los gijoneses Manta Ray con el álbum Diminuto Cielo. En 1999 edita Corcobator y en 2003 Fotografiando al corazón. También es autor de una decena de libros, el último, su biografía, La música prohibida, editada en 2023.