ALICANTE. En su día fue debate que los videojuegos se considerasen cultura, sobre todo con el auge de los gamers en YouTube. Es decir, personas que juegan a videojuegos, lo graban y publican para que el público lo consuma. Empezaron haciéndolo en diferido en YouTube, pero más tarde surgieron plataformas que han permitido su reproducción en directo, como Twitch o Discord. Hoy parece que el debate de los videojuegos y la cultura está superado incluso por la Biblioteca Nacional, institución que los empezó a considerar patrimonio cultural en 2020.
Creadores de contenido como El Rubius, Vegetta777 o The Gref han conseguido que sus vídeos en los que aparecen jugando a videojuegos muevan altas cifras de reproducciones. También ha conseguido millones de views IlloJuan, otro streamer que el miércoles protagonizó un vídeo viral, esta vez anunciando la ruptura de mutuo acuerdo con la que ha sido su pareja durante siete años, la actriz Masi, ambos personajes públicos. El vídeo se ha posicionado número uno en tendencias durante dos días -de momento- superando, a fecha de escritura de este artículo (19 de julio a las 14:00 horas), los 2,9 millones de reproducciones y los 32.000 comentarios.
12:34 minutos de vídeo que, como ya se ha subrayado, está número uno en tendencias. Es decir, es el vídeo que más interés genera en YouTube. Más que un estreno musical o los mejores momentos de la Eurocopa. Barriendo para casa, Alicante también se ha colado entre esas tendencias alguna vez con casos como alguna canción de Funzo y Baby Loud -quienes acaban de despedirse como grupo con una gira que ha cerrado con dos conciertos en la Plaza de Toros de Alicante-.
Que el vídeo de una ruptura haya pasado a interés general y sea top 1 en tendencias define y orienta la manera de consumir en la plataforma. YouTube nació en 2005 y el primer vídeo lo subió uno de los tres creadores; son 19 segundos de él en el zoo, que, 19 años después, atesora 328 millones de reproducciones y 10,3 millones de comentarios. O sea que la plataforma se creó para compartir estos vídeos caseros, no para consumir música. Es decir, se primó el ocio, no la cultura, aunque es innegable que esta dupla siempre ha ido de la mano.
¿Podría decirse que, con la figura de los influencers (inclúyase youtubers, instagramers, streamers, etc.) y de posicionarlos como celebrities, el ocio y la cultura se han dado la mano más fuerte? Por eso de consumir videojuegos, moda o música a través de ellos. Es más, ¿ha sobrepasado el entretenimiento a la cultura en un mismo evento, por ejemplo, en un concierto? Prueba de ello podría ser la Velada de Ibai, un streamer que ha conseguido impulsar un evento deportivo, musical y de entretenimiento en el Santiago Bernabéu (el mismo Bernabéu en el que la cantante Karol G ha hecho sold out por cuatro).
Es cierto que en YouTube ya no funciona ser viral al uso. Si un vídeo consigue colarse en la rueda de cifras altas es, casi seguro, porque el tema interesa (véanse las recopilaciones de fútbol de LaLiga) o porque la persona interesa (influencers, por seguir con la línea planteada en el artículo). Quizás esa viralidad de desconocidos ahora reside más en TikTok, hogar de vídeos más cortos, más dinámicos y de consumo rápido. De esos en los que dos segundos de silencio llevan al usuario a deslizar al siguiente vídeo.