ALICANTE. La Conselleria de Agua, Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio da alas al proyecto diseñado por el Ayuntamiento de Alicante y la empresa mixta Aguas de Alicante para procurar la cobertura del servicio de abastecimiento en el distrito de Playas en los momentos en los que puedan producirse picos de consumo no habituales. Se trata de la construcción de un depósito de agua desalada que quedará ubicado en el paraje de Monte Pino de Orgegia que permitirá atender las demandas extraordinarias que puedan generarse, especialmente durante los meses de verano, en las zonas residenciales de Playa de San Juan, La Albufereta y La Condomina, cuya población se multiplica con la llegada del periodo vacacional.
La Dirección General de Urbanismo, Paisaje y Evaluación Ambiental acaba de dar carta de naturaleza al informe ambiental favorable que ampara la instalación de la infraestructura al completar el trámite de la publicación de dicha resolución que permanecía pendiente desde octubre de 2021. Con ello, se cierra el proceso administrativo previo que permite promover los trabajos, que quedarán asumidos por la propia compañía responsable del suministro por delegación del Ayuntamiento: que interviene, en realidad, como órgano promotor.
El depósito dispondrá de 20.000 metros cúbicos de capacidad, de acuerdo con el volumen que se dimensionó como necesario en el diseño de su proyecto. Y el caudal vendrá proporcionado por las canalizaciones que discurren a menos de 500 metros del entorno de ese paraje, con las que se distribuye el agua desalada producida en la Instalación Desaladora de Agua Marina (IDAM) del Canal de Alicante, que abastece a un volumen de población de 380.000 habitantes.
La instalación de acopio de agua, que tendrá una disposición semienterrada, ocupará una superficie de 4.195,72 metros cuadrados, aunque se prevé que disponga de una superficie de afectación de 128.340,78 metros (al sumar el desarrollo de las tuberías de conexión) en un área que está considerada como paraje natural en el vigente Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Alicante. De ahí que, en 2020, se iniciase la tramitación de un Plan Especial para posibilitar la recalificación de ese suelo para que tuviese la consideración de rústico no urbanizable con el fin de que la infraestructura pudiese tener encaje.
La Dirección General de Urbanismo, Paisaje y Evaluación Ambiental analizó los posibles efectos de la construcción de ese depósito y, tras completar el trámite de consultas a organismos afectados, acabó emitiendo informe ambiental y territorial estratégico favorable a finales de 2021 al que ahora se le da publicidad, tras concluir que su ejecución "no tiene efectos significativos en el medio ambiente" siempre y cuando se implementen determinadas consideraciones. Entre ellas, que la recalificación quede limitada solo al espacio ocupado por el depósito, mientras que el resto del ámbito tendría la consideración de "paraje dentro de la clasificación de suelo no urbanizable de protección".
"De esta forma, no se permite el cambio calificación de toda la parcela no afectada por el depósito, todo ello, dada la apertura o amplitud de posibilidades que el Planeamiento municipal permitiría para el suelo no urbanizable común rústico propuesto al observar las diferencias entre la calificación vigente, como suelo de protección especial paraje (SNU/P), a suelo no urbanizable común rústico (SNU/RU) para la superficie no ocupada por el depósito de agua", según apunta el informe.
Sea como fuere, la publicación de la resolución despeja el camino para que se inicie la planificación de la construcción del depósito, sin que haya trascendido hasta ahora ni el presupuesto ni las fechas previstas para su ejecución. A priori, todo parece indicar que su funcionamiento no estará disponible durante el verano de este año, con lo que su puesta en marcha quedaría retrasada hasta el verano de 2025, salvo que resultase necesario recurrir a su utilización para cubrir demandas imprevistas con antelación.