Una vez más en Alicante la sotana tuvo mucho que ver con el origen de la barriada de Ciudad de Asís de Alicante, para que luego digan de los curas. Como en otros barrios de la ciudad, el origen de este al que me refiero ahora tuvo que ver con una comunidad de frailes, los franciscanos capuchinos en expresión del Cronista Bendicho.
Pero antes de contárselo deje que mencione por qué la capital alicantina se convirtió en lugar de acogida de muchas personas por aquel entonces. Varias fueron las causas. Por la crisis en la agricultura en los campos manchego, andaluz y murciano, esos agricultores se convirtieron en obreros, y en lo que hiciera falta. A su vez, el aun activo puerto de mercancías de Alicante atraía la necesidad de contratar mano de obra. Posteriormente, la llegada del ferrocarril a Alicante a mediados del siglo XIX populariza viajar en tren a la ciudad para el disfrute del incipiente turismo, así como para buscar trabajo venidos de tierras menos favorecidas, por las circunstancias que fueran. Podían viajar personas de toda condición, no con las mismas comodidades ya sabe, pero se desplazaban igual; y con ellos vinieron también los ferroviarios. Todos tenían que buscar casa. Y entonces – como ahora – no era tarea fácil.
Ante esta situación, con muchas personas sin hogar y con necesidades de tenerlo para emprender una nueva vida laboral y familiar, se le ocurrió una brillante idea a un franciscano capuchino. Fue el Padre Ángel de Carcagente a quien se le ocurrió la idea de fundar el Patronato San Francisco de Asís en mayo de 1953 para promover la construcción de viviendas. Eligieron un campo cercano a las vías del tren y de la estación. La idea cuajó y pronto la iniciativa fue ganando adeptos. Se necesitaba vivienda social – de esa que ahora también falta tanto - para dar cobijo a multitud de trabajadores que vinieron a Alicante porque había empleo. Se empezaron a construir viviendas, que es lo que hacía falta.
La prensa local se hizo eco de esto, y así lo recoge Manuel Martínez López en su libro sobre los barrios de Alicante. En esa reseña periodística se manifestó el 19 de junio de 1955 que “el Patronato San Francisco de Asís va convirtiendo en hermosa realidad el proyecto de construir 1500 viviendas para empleados y obreros ferroviarios. Llevan entregados varios lotes de un total de 258 casas protegidas. El 19 de julio entregará 74 viviendas”. Añadía en qué consistía el proyecto, no solo era construir casas, así decía que “cuenta con amplia iglesia, mercado, escuelas, …”. Y resaltó quien estaba detrás de ese proyecto. “El alma de todo esto es el Padre Ángel de Carcagente”. Ya se lo había dicho antes. A él le acompañaron colaboradores de todo tipo, manifiesta el periódico, como técnicos, ferroviarios, …
En diciembre de ese año se entregaron 124 viviendas más. Se lo habían tomado en serio. También se inauguró un salón de cine, que el ocio también era importante y necesario para los días de descanso.
Con el tiempo todo discurrió con normalidad por lo que la participación de los franciscanos capuchinos ya no era necesario y se retiraron del Patronato. A su vez, las escuelas pasaron a pasar a formar parte del Estado y a convertirse en un servicio público. Sólo quedó en manos de los franciscanos capuchinos la Parroquia de San Francisco de Asís desde donde evangelizar con la palabra de Dios.
Pasaron los años y el barrio se hizo muy popular destacando su vecindad en las fiestas patronales y, sobre todo, en las Hogueras de San Juan con su propio monumento fogueril.