ORIHUELA. Los trabajos para localizar los restos de las 17 personas fusiladas en el cementerio de Orihuela por franquistas pocos meses después de que finalizara la guerra han finalizado. Hasta el momento son los primeros trabajos. La Conselleria tiene sobre la mesa si continuar con otras técnicas con la investigación. Pese a que todos los testimonios e investigaciones señalan a un mismo punto, los trabajos partían desde el primer momento con el condicionante de que en ese emplazamiento se llevó a cabo la ampliación del cementerio.
A mediados de noviembre de 2020, comenzaron los trabajos. Una semana después visitaba el lugar la consellera de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, Rosa Pérez Garijo. De su área salió el presupuesto de 23.776 euros. Una partida que no ha sido agotada pues la empresa adjudicataria, Drakkar Consultora, cobraría en función de cuerpos exhumados.
En esa visita también estuvieron descendientes de los represaliados. Mari Carmen recordaba las palabras de su madre para describir el lugar donde se encontraba la fosa. "En la entrada, a la izquierda, frente al muro". Con esas indicaciones se refería a la parte trasera del cementerio, a una entrada de acceso difícil y al muro que delimitaba el muro que cercaba el cementerio católico. Es ahí precisamente donde se estaba haciendo los primeros trabajos. En esa primera cata, a los 40 centímetros, los arqueólogos se toparon con roca de la montaña. Esto descartaba que la fosa se encontrara en ese punto.
Realizaron días más tarde una segunda cata unos metros más a la derecha, siguiendo la misma línea que tenía el muro del cementerio. El límite era la pared de los nichos que se construyeran con la ampliación del cementerio. El resultado fue el mismo.
Tenían el conocimiento a través de fotografías aéreas que en los años 60 se construyó e instaló unos metros atrás un depósito de agua. Un canónigo, de forma dubitativa dejó caer que en esos años se trasladaron cuerpos de esa zona a un osario. Quienes escucharon esas indicaciones señalan una gran falta de consistencia en esas afirmaciones pues añadía información contradictoria y dubitativa. Tampoco hay registros por parte de la Iglesia, como ocurre en muchos otros casos.
Los arqueólogos realizaron una tercera cata. En ella sí encontraron restos del muro de ese depósito. Los arqueólogos sospechan que se aprovechó la fosa para ubicar el depósito. Desconocen qué hicieron con los cuerpos. "Las opciones es que los sacaron [los cuerpos] o al construir el depósito arrasaran con la fosa". El inconveniente para alcanzar el objetivo de localizar las fosas y encontrar los huesos es que esos restos de depósito se adentran bajo otra hilera de nichos. Esto impide determinar la localización de forma exacta de la fosa y los cuerpos.
Mientras tanto, y desde 2008, un monolito colocado por el Ateneo Sociocultural Vientos del Pueblo de Orihuela, homenajea a los 17 vecinos de Orihuela, Benferri, Jacarilla, Redován, Almoradí, Catral y Torrevieja fusilados el 14 de octubre y 17 de noviembre de 1939.