ALICANTE. El aceite de uso industrial es esencial para el funcionamiento de motores en todo tipo de vehículos y de maquinarias industriales. Al finalizar su vida útil, se convierte en un residuo peligroso, ya que durante su utilización se generan sustancias tóxicas y metales pesados debido a la exposición a altas presiones y temperaturas. Sin embargo, se trata de un residuo que puede ser aprovechado en su totalidad y utilizado en la fabricación de nuevos productos, como bases lubricantes o fuel BIA. En 2023, el sistema de gestión de aceites industriales usados en España, SIGAUS, gestionó 14.146 toneladas de este residuo en la Comunitat Valenciana, procedentes de cerca de 6.400 establecimientos de diversa tipología, siendo el 56% talleres mecánicos.
La gestión del aceite industrial usado en la Comunitat Valenciana es un modelo ejemplar de cómo un residuo peligroso puede ser recogido en cualquier punto geográfico donde se genere y 100% aprovechado como materia prima o energía. Su gestión requiere de un sistema logístico que llegue a todos los rincones en los que se produce una gota de aceite usado, lo que incluye una amplia diversidad de actividades.
En la Comunitat Valenciana, 6.367 establecimientos e instalaciones generaron aceites usados en 2023. En ellos SIGAUS recuperó 14.863 toneladas brutas de residuo (incluyendo un 4,8% de agua y sedimentos), a través de 17.526 operaciones de recogida en 370 municipios valencianos. El 56% de estos puntos generadores fueron talleres de reparación de vehículos, entre los que se incluyen establecimientos multimarca, concesionarios y talleres independientes. En ellos se recuperó el 42% (6.206 toneladas) del aceite usado que se generó en la Comunitat Valenciana durante el pasado año. El 58% restante se recogió en la industria y otros muchos sectores, como el transporte, la energía, la construcción, la agricultura, la hostelería y los servicios públicos (desde puntos limpios municipales o comarcales, hasta centros educativos, hospitales y fuerzas de seguridad y emergencias).
El aceite industrial usado se genera de forma muy extendida y dispersa en todo el territorio, y especialmente atomizada en zonas rurales o de montaña, a menudo alejadas de los grandes núcleos urbanos y con menor densidad de población, donde se eleva el nivel de exigencia para el servicio de recogida. Durante el pasado año, el 37% de los municipios valencianos en los que se efectuaron recogidas fueron rurales. En estas áreas se recuperaron 1.307 toneladas de aceites industriales usados, el 9% de la cantidad total recogida.
En las zonas de montaña, donde la orografía aporta una complejidad adicional para el servicio de recogida, se recuperaron 442 toneladas en 57 municipios. Por otra parte, en 69 municipios de menos de 1.000 habitantes se recogieron 114 toneladas de aceite usado. Adicionalmente, en zonas próximas a espacios naturales protegidos es especialmente importante la recuperación del residuo. En estos entornos se recogieron 167 toneladas de aceites usados, que se generaron en 67 establecimientos ubicados en las cercanías de 19 espacios protegidos. Un ejemplo, fue la recogida de 62 toneladas en 12 establecimientos ubicados en el entorno del Parque Natural del Turia.
El aceite usado puede ser especialmente nocivo en entornos hídricos (como ríos, lagos o embalses) porque no es biodegradable y por su capacidad de infiltración y bioacumulación. Se estima que el vertido de un litro de aceite usado puede contaminar un millón de litros de agua, y puede perdurar durante 15 o 20 años, impidiendo su oxigenación y dañando los ecosistemas acuáticos. En el entorno de recursos hídricos de la Comunitat Valenciana se recuperaron 93 toneladas de aceites usados generados en 50 puntos de generación.
El aceite usado conserva en su composición recursos que le permiten ser aprovechado en su totalidad, transformándolo en nuevos productos, como bases lubricantes o un combustible similar al fuel óleo. La cantidad recogida en la Comunitat Valenciana durante el pasado año fue valorizada en su totalidad, una vez excluidos los impropios (agua y otros sedimentos). Del residuo neto finalmente gestionado (14.146 toneladas), el 90% se destinó a regeneración, tratamiento prioritario por ley que permite transformar el residuo en bases lubricantes, que son el componente fundamental en la fabricación de nuevos aceites industriales. Gracias a este proceso, fue posible reincorporar al mercado cerca de 8.000 toneladas de nuevos lubricantes, suficientes para llenar el cárter de 2 millones de coches.
El segundo tratamiento posible para el aceite usado es su descontaminación para obtener un combustible —llamado fuel BIA— que sustituye al fuel óleo tradicional, y que puede ser utilizado en centrales térmicas, hornos y otras instalaciones industriales. Mediante este proceso se trató el 10% restante del residuo recuperado. La obtención de estos productos a partir del aceite usado evita el uso de petróleo: 3,9 millones de barriles se ahorraron por la gestión realizada en la Comunitat Valenciana. Además, se evitó la emisión de más de 9.000 toneladas de CO2 y se ahorraron 163 GWh de energía.