Acto de presentación de la programación de Sagunto y Potries como capitales culturales. VALÈNCIA. La Comunitat Valenciana tiene nuevas capitales culturales. Serán Alzira y Aielo de Malferit las poblaciones que tomen el relevo de la capitalidad de cara a 2022, un proyecto impulsado por la Conselleria de Cultura con el objetivo de “destacar la importancia que los municipios valencianos dan a la cultura como motor de recuperación y elemento fundamental de cohesión social”. Así lo expresaba esta misma semana el conseller Vicent Marzà, tras el anuncio de las nuevas ciudades elegidas, un proyecto que se consolida por quinto año consecutivo y que en el último lustro ha distinguido a un total de nueve ciudades (el primer año fue seleccionada solo un municipio para, después, pasar a un sistema de dos por año). El proyecto avanza y, según parece, tan solo interesa a los municipios gobernados por los partidos del Botànic, Compromís y PSPV, pues ninguna ciudad gobernada por Partido Popular o Ciudadanos ha logrado el título en estos cinco años.
Así, los municipios gobernados por los partidos del Botànic hacen pleno, con la última adición de Alzira y Aielo de Malferit, la primera con un gobierno liderado por Diego Gómez (Compromís) y la segunda por Juan Rafael Espí (PSPV). En total, de las nueve capitales culturales seleccionadas por Cultura cinco corresponden a municipios gobernados por el PSPV y cuatro por Compromís. Pero, ¿cómo funciona el proceso de selección? Son los propios municipios los que participan en un proceso “abierto y transparente de libre concurrencia”, presentando, entre otras cosas, una carta de motivación, un proyecto de actividades y un informe de los gastos que dedican en materia cultural. Desde conselleria, tal y como especifican a este diario, se invita a participar a todos los municipios con independencia de su color político, una llamada que, sin embargo, ha acabado atrayendo únicamente a los partidos que forman el gobierno autonómico.
Una vez presentadas las ‘candidaturas’, la selección de las ganadoras corre a cargo de una comisión evaluadora formada por el propio conseller Vicent Marzà; la secretaria autonómica de Cultura y Deporte, Raquel Tamarit; la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga; el director general del Institut Valencià de Cultura, Abel Guarinos; los jefes de los servicios territoriales de Cultura de Alicante, Castellón y Valencia; y representantes del Consell Valencià de Cultura, la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, la Agencia Valenciana de Turismo y las universidades valencianas.
El ‘premio’ es bastante goloso, pues desde la Conselleria se hace una fuerte inversión en programación cultural para el municipio. En el caso de Gandia, la primera capital cultural, Cultura destinó casi 80.000 euros para el desarrollo de actividades, mientras que en la última hornada, con Alcoy y Bocairent como ciudades elegidas, el departamento de Marzà invirtió aproximadamente 200.000 euros en su programación, una treintena de proyectos que iban incluían exposiciones, artes escénicas o actividades de fomento de la lectura. En el caso de Alzira y Aielo de Malferit todavía se desconoce el presupuesto que destinarán para poner en marcha las diferentes propuestas de cara al próximo año, un montante que se concretará más adelante, tras el trabajo de planificación que empieza una vez anunciada la selección.
Gandia fue la primera capital cultural, sello que defendió en el curso 2017-2018, año en el que el consistorio estaba liderado por la socialista Diana Morant, actualmente Ministra de Ciencia e Innovación. Además, lo hizo en solitario, pues fue el siguiente año cuando se instauró la norma de elegir dos capitales: una de más de 5.000 habitantes y una de menos de 5.000 habitantes. Fueron Sagunt y Potries quienes tomaron el relevo de Gandia y estrenaron esta nueva fórmula, municipios entonces liderados por dos alcaldes de Compromís: Josep Francesc Fernández y Assumpta Domínguez, respectivamente. Llegó el curso 2019-2020 y con él dos nuevas capitales culturales, Altea y Vilafranca del Cid, en este caso una con alcalde de Compromís (Jaume Llinares) y otra del PSPV (Silvia Colom). Las últimas capitales, antes del relevo anunciado esta semana, recayeron en dos municipios liderados por socialistas, Alcoy y Bocairent (Antonio Alfonso Francés y Xavier Molina i Martí), para después ir a un 2022 en el que vuelve a estar repartido entre Compromís y PSPV.
El goteo de ceses y renuncias dejan un escenario inédito en la Generalitat, que todavía tiene por cubrir dos direcciones adjuntas del IVC, la dirección artística del IVAM y del Centre del Carme o el director musical de Les Arts, entre otras plazas vacantes
