VALÈNCIA. Dentro de Compromís, sus dos principales patas –el antiguo Bloc, la mayoritaria y ahora llamada Més Compromís, e Iniciativa– mantienen una relación de pareja desde hace tiempo. No son un matrimonio ni han firmado una hipoteca en forma de federación de partidos junto a Els Verds –pese a que el debate lleva años encima de la mesa–, aunque han comprobado que la cosa funciona.
En este tiempo, han decidido probar cómo sería una relación abierta. De manera esporádica, sobre todo para las grandes ocasiones como unas elecciones generales, o fue relativamente bien o, aunque no sumara demasiado, tampoco restó. Ahora, sin embargo, empieza a traer más problemas. A los que uno quiere incorporar no gustan demasiado al otro, y abrirse a nuevas experiencias está bien pero hasta un límite.
A la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, le atrae su homóloga en el Gobierno central, Yolanda Díaz (Unidas Podemos) y ella le corresponde. Se nota desde hace tiempo, aunque la declaración de amor pública fue el pasado septiembre, cuando derrocharon complicidad en un encuentro oficial en mitad del debate de reunificación de la izquierda. Y así ha seguido.
Los planes de la segunda pasan por presentarse a las próximas elecciones generales de 2023 en una plataforma política con una estructura al margen del partido y con el planteamiento de crear el llamado "frente amplio" a la izquierda del PSOE. Compromís habrá de decidir la fórmula de manera conjunta en la Ejecutiva de la coalición, pero el debate, aunque no será inmediato, tampoco se antoja sencillo.
La política de alianzas amplia y variable en la que se ha movido Compromís se ha demostrado en las cinco ocasiones en las que se ha presentado de manera diferente a las generales. Pero la propuesta de Díaz esta vez es diferente y, además, se dibuja de cara a las próximas citas electorales, lo cual incluiría las autonómicas.
A Oltra parece que le agrada. Todos sus movimientos apuntan a ello por mucho que desde su entorno se tienda a remarcar que es temprano para cualquier conclusión. El anuncio de organizar un acto junto a Díaz y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en el marco del congreso de Iniciativa a finales de año es un paso más que ha generado sorpresa en Més, la otra parte de la relación, que no lo lleva bien.
Fuentes de Iniciativa hacen hincapié en que la cita no va a servir de presentación de ninguna plataforma, sino que el objetivo es potenciar los liderazgos femeninos horizontales en un evento político. De hecho, es muy probable que asistan más referentes de la izquierda de otros territorios. Además, destacan, ya han convocado otros actos a lo largo de estas semanas con cargos o excargos de Podem como Àngela Ballester, Adoración Guamán o Beatriu Gascó.
El simbolismo, pese a ello, resulta innegable. Que no se trate de una presentación oficial no quiere decir que no sea el germen de lo que puede ocurrir en los siguientes meses. Hasta el momento, Oltra se ha mostrado partidaria de sumar al líder de Más País, Íñigo Errejón, a ese proyecto unitario. Mientras, sus socios del antiguo Bloc se muestran partidarios de mantener la relación abierta sólo con él.
Precisamente uno de los puntos calientes es qué sucederá con la marca de Compromís. Al sector de Oltra no parece importarle demasiado que se diluya. Todo lo contrario que a Més, que parece más preocupado por mantener la esencia de pareja antes que los experimentos.