VALÈNCIA. Las relaciones de Compromís con sus socios de Sumar y con el Gobierno de España presidido por el socialista Pedro Sánchez no atraviesan su mejor momento. En la coalición valencianista, el malestar viene creciendo en los últimos tiempos al considerar que sus reivindicaciones están siendo aparcadas una a una por el Ejecutivo central, sin que el partido de Yolanda Díaz considere prioritarias la batalla por las reivindicaciones valencianas.
Esta es la sensación cada vez más extendida en la coalición valencianista, conformada por Més (antiguo Bloc), Iniciativa y VerdsEquo. El senador Enric Morera ya dejó claro el enfado en la sesión del control celebrada este martes en su intercambio de pareceres con el ministro de Transportes, Óscar Puente. El expresidente de Les Corts incluso llegó a dar por "concluida" su relación con el Gobierno de España durante el debate, cuando el dirigente socialista se desmarcó del Tren de la Costa (desaparecido hace ahora medio siglo) que uniría Gandia, Oliva y Dénia.
"Es un problema de hace 50 años. Y les planteo la posibilidad de que optemos por una alternativa, que sería el tren-TRAM, que nos permitiría salvar probablemente muchas de las dificultades medioambientales que tiene ese proyecto, y les invito a que nos sentemos y a que dialoguemos sobre ello", señaló Puente, quien se escudó en la "enorme complejidad" del trazado.
Con Puente llueve sobre mojado. Compromís ya se alzó contra el ministro cuando anunció en València, previa a su aprobación por el Gobierno, de la ampliación norte del puerto. Una iniciativa a la que se habían opuesto de forma insistente y para la que contaban con el respaldo de Sumar, que sin embargo no pudo evitar que el proyecto recibiera luz verde.
No es el único miembro del Ejecutivo central con el que la coalición valencianista ha tenido desencuentros; la lucha por la reforma del sistema de financiación con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, fueron una tónica la pasada legislatura. Ahora, el último episodio en este asunto ha sido por el fondo de nivelación -una compensación para las autonomías infrafinanciadas mientras no se reforme el sistema- solicitado por Compromís, del que la dirigente del PSOE se ha desmarcado públicamente. Esto, unido a la suspensión de los nuevos Presupuestos Generales del Estado para 2024 por el adelanto de las elecciones catalanas, ha enviado al limbo una parte importante de las reivindicaciones esenciales para Compromís.
El malestar evidenciado por Morera fue secundado este miércoles por el síndic de Compromís en Les Corts, Joan Baldoví, quien aseguró suscribir el "cabreo" de su compañero. "Tenemos a un ministro que es capaz de decir que entierra proyectos como el Tren de la Costa o que tendremos el túnel pasante en 2050: es una burla a los valencianos. Actitudes como la de Puente son las que dinamitan las relaciones", comentó el síndic de la coalición valencianista.
¿Esto implica una ruptura del acuerdo con el Gobierno de España del que Compromís forma parte por su alianza con Sumar? Por ahora, no. Al menos así lo indicó el propio Baldoví al subrayar que no existía un debate abierto sobre esta cuestión, algo que debería abordarse en los órganos internos de la coalición.
Sin embargo, a nadie escapa que la situación es cada vez más incómoda para Compromís. Fuentes de la formación consultadas por este diario aseguraron que, a día de hoy, se encuentran sumidos en la posibilidad de un acuerdo con Sumar para concurrir de forma conjunta a las elecciones europeas; algo que ya aprobó Iniciativa en una votación interna y que la militancia de Més también deberá refrendar cuando se conozcan los términos del acuerdo. En este punto, desde Compromís admiten que el objetivo es caminar conjuntamente hasta los citados comicios y, posteriormente, reevaluar la relación.
Cabe recordar que, en los últimos tiempos, Sumar también ha dado pasos para la implantación de una estructura propia en la Comunitat Valenciana. Un movimiento que, aunque no ha sido replicado por Compromís públicamente, tampoco ha agradado. De la misma manera, también ha aumentado en los últimos tiempos la distancia de la dirección de la coalición valencianista con Sumar: no sólo se rechazó la oferta de formar parte de su cúpula, sino que cada vez genera más dudas si la alianza sellada para las elecciones generales durará toda la legislatura, dado que en una parte importante de Compromís sienten que sus reivindicaciones no son prioritarias y, al mismo tiempo, no disponen de la independencia suficiente de actuación puesto que Sumar está en el Gobierno. Así pues, todo apunta a que después de las elecciones se reevaluarán estas alianzas.