análisis Ap - la coalición sufre en los primeros meses de su regreso a la oposición 

Compromís o las dificultades para conservar la 'magia'

8/10/2023 - 

VALÈNCIA. Nunca es fácil regresar a la oposición después de ocho años en un gobierno y, especialmente, cuando ese varapalo en las urnas sucede de una manera inesperada. Esta es la situación a la que se vienen enfrentando desde el pasado 28M las fuerzas que conformaron el Botànic, PSPV, Compromís y Unides Podem. 

Los socialistas, como ya ha ido informando este diario, se encuentran a la espera de lo que ocurra en la investidura de Pedro Sánchez mientras las distintas familias realizan su labor de reclutamiento interno de cara a la futura guerra de sucesión. En cuanto Unides Podem, la salida de todas las instituciones ha dejado en un escenario de debilidad máxima tanto a Esquerra Unida como a Podem, las dos fuerzas que habían formado parte del Consell los cuatro últimos años.

¿Y qué hay de Compromís? La coalición formada por Més (antiguo Bloc), Iniciativa (el partido de Mónica Oltra) y VerdsEquo, atraviesa momentos complicados en estos primeros meses de vuelta a la oposición, donde le está costando reencontrarse con la frescura o la 'magia' que puso de manifiesto años atrás en esta tarea. Algunos de los problemas como la falta de liderazgos potentes y unificadores ya han sido mencionado en otras ocasiones, pero lejos de solucionarse la sensación es de que se vienen agravando semana a semana.

El paso adelante dado este jueves con la exigencia de que se incluya en la negociación para la investidura de Sánchez la paralización de la ampliación norte del Puerto de Valencia ha sido considerada como un "error estratégico" para algunos cargos intermedios de la coalición. No por el fondo de la reivindicación, en la que hay consenso en Compromís, sino en el momento elegido para ponerla sobre la mesa. El PPCV de Carlos Mazón, con el empresariado de su lado, había iniciado una campaña preventiva para que la ampliación del Puerto de Valencia no sea paralizada por exigencia de formaciones independentistas catalanas (una posibilidad que públicamente estos partidos ya han descartado). 

El paso adelante de Compromís situando esta posibilidad en el centro del debate como una exigencia, ha convertido un argumento preventivo casi en una profecía autocumplida. En este sentido, algunos dirigentes opinan que si este paso se hubiera dado hace un mes con una estrategia más elaborada, podría haber sido más interesante para la coalición valencianista. Ahora, habrá que ver si Compromís se niega a votar a Sánchez si ignora esta petición o si, por contra, le respalda igualmente.

Joan Baldoví, portavoz de Compromís en Les Corts. Foto: EP/Rober Solsona

Más allá de este último asunto, hay otros hechos que evidencian los problemas de esta fuerza política para destacar en este inicio de legislatura. Su portavoz en Les Corts, Joan Baldoví, tampoco está brillando demasiado en su tarea: no son pocos los que empiezan a admitir que el exalcalde de Sueca le tenía muy bien tomada la medida al juego político y mediático del Congreso pero pasa más apuros en una labor de oposición como la de Les Corts. A ello hay que añadir episodios poco afortunados como su encontronazo con la síndica de Vox, Ana Vega, a quién le espetó en una sesión días atrás: "¿De qué te ríes"?, en un tono hosco, que provocó la respuesta inmediata de la parlamentaria: "De lo que me da la gana, faltaba más".

De esta manera, hasta el momento no puede decirse que la labor de oposición de Compromís en Les Corts esté brillando demasiado. Para algunos, tampoco ha sumado los cambios internos en el propio grupo, dejando de lado a asesores experimentados, y otros señalan el mal ambiente generado entre Més e Iniciativa por la negociación de distintos puestos. De hecho, este problema aún colea dado que esta misma semana el exsenador Carles Mulet anunciara que llevaría a los tribunales la designación de Enric Morera para el puesto que anteriormente ocupaba, al considerar que hubo un incumplimiento de acuerdo. Por si faltara poco, el dirigente opinó que Compromís está "muerto", mientras su partido, Iniciativa, se desmarcaba de esta posibilidad.

Ante esta sucesión de acontecimientos que evidencian cierto clima de 'sálvese quién pueda' en la coalición; tampoco resulta extraño que, cíclicamente, esta semana también ocurrió, se evoque la figura de Mónica Oltra con nostalgia e incluso con deseo de retorno. Algo que pudo verse por parte de algunos dirigentes y militantes en redes sociales a raíz del levantamiento del secreto de sumario en la segunda pieza sobre el rastro de las comunicaciones, de donde se extrae que en los 48.000 correos analizados no se hallaron pruebas de que Oltra hubiera dado ninguna orden en relación a la investigación sobre los abusos sobre una menor tutelada por la que fue condenado su exmarido.

En definitiva, y según han admitido distintas fuentes dentro de la organización, existe "cierto malestar no organizado" por lo que consideran gestión "errática" en Compromís, donde escasean las directrices políticas y estratégicas "conjuntas y consensuadas".

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