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la coalición estudia concurrir con otras formaciones pero teme la debacle de podem

Compromís abre la puerta a Esquerra Unida para las autonómicas 

Foto: KIKE TABERNER
8/09/2022 - 

VALÈNCIA. El reglamento de primarias que la ejecutiva de Compromís aprobó el pasado martes es lo suficientemente amplio como para que el proceso no condicione ni entorpezca cualquier escenario político posible hasta las elecciones autonómicas y municipales de 2023. Como por ejemplo, que la coalición decidiera concurrir junto a otros partidos. Una posibilidad que se encuentra encima de la mesa y que apunta por el momento a una dirección: Esquerra Unida.  

"En el caso de que Compromís participe en una coalición con otras fuerzas políticas, la lista del propio proceso de primarias servirá para la integración de nuestros candidatos y candidatas en la lista electoral definitiva de aquella coalición, siempre respetando la ordenación de los propios candidatos en los términos que se acuerde". Este párrafo del reglamento podría pensarse que está dedicado a la plataforma 'Sumar' de la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz. Pero no únicamente. 

La incógnita sin despejar de qué será de ese proyecto mantiene a los partidos de izquierda valencianos a la espera de movimientos para determinar qué estrategia seguir. La opción de una confluencia para las autonómicas y municipales de 2023 resulta complicada y se da prácticamente por descartada desde hace tiempo. El interrogante ahora se sitúa en las generales. Pero mientras se resuelve, las formaciones no se encuentran de brazos cruzados y las opciones que se analizan son múltiples. 

Una de ellas pasa por que Compromís concurra junto a Esquerra Unida para los próximos comicios a la Generalitat y a los ayuntamientos. Tal como admiten fuentes de ambos partidos, es una alianza que se estudia. Nadie considera que un acuerdo pueda estar cerca, puesto que ni siquiera se han producido conversaciones formales. Sin embargo, las dos formaciones reconocen que no es un escenario descartable en este momento. Aunque, eso sí, con complicaciones y riesgos. 

 Aitana Mas, Ximo Puig y Héctor Illueca. Foto: GVA

Habrá que ir por partes y calcular los tiempos. En primer lugar, tanto Compromís como Esquerra Unida tendrán que celebrar sus primarias. Los segundos tienen previsto aprobar el reglamento también este mismo mes. Y el de los primeros les otorga una libertad de movimiento hasta última hora.

Una vez ordenadas las listas –con el desgaste que esta confección suele producir a nivel interno–, podrían entonces concretar opciones. Ante unas elecciones que vaticinan un ajustado resultado entre la izquierda y la derecha en la Comunitat, la prioridad es que los cálculos de la suma den. 

De ahí que en Compromís sean conscientes de que si la opción de juntarse con Esquerra Unida cobrara fuerza, entrañaría riesgos. En los pasados comicios, estos últimos concurrieron con Podem bajo la marca Unides Podem. Una fórmula que de cara a 2023 tendrá que revisarse. La propia coordinadora general de EUPV, la consellera de Transparencia Rosa Pérez, aboga por replantearlo y, a su vez, se muestra favorable a las confluencias. 

Entre los números del Botànic y la fortaleza de Compromís

En este momento, las expectativas de los morados son malas y la posibilidad de que no alcance en los comicios la barrera del 5% necesaria para entrar en Les Corts asusta por si ello supusiera que al Botànic no le dan los números para revalidar el Gobierno autonómico. De hecho, en 2019 ya fue una de las causas por las que Ximo Puig decidió adelantar las autonómicas.  

En una parte importante de la coalición, juntarse con la marca Podem no agrada porque los sondeos internos que manejan reflejan que los morados no generan excesiva simpatía entre sus votantes. Si se lanza esta vez a por Esquerra Unida, podrían provocar que los resultados de Podem fueran aún peores. Lo que se une a que la idea de la Compromís también pasa por 'pescar' entre cargos 'fugados' de los morados. Que como consecuencia de estos movimientos provocara un hundimiento de Podem y no hubiera tercer Botànic, por lo tanto, es un temor que existe. Pero a la vez, la lectura interna es que si con otras sumas consiguieran más apoyos, podrían salvar más o menos los muebles y mantener cierta fortaleza ante unas encuestas que pronostican una bajada de votos. 

Un inicio de negociaciones con Esquerra Unida resultaría, en todo caso, cuanto menos curioso. No hace tantos años, en 2007, una rama de este partido liderada por Mónica Oltra se escindía para conformar Iniciativa, uno de los que actualmente conforma Compromís junto a Més –antiguo Bloc– y Els Verds. 

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