ALICANTE. Ser vegetariano ya no es suficiente. Por eso los veganos no comen carne, ni lácteos, ni huevos, ni pescado... solo vegetales. Una filosofía de vida que trasciende la alimentación para eliminar además cualquier comportamiento que pueda implicar el sufrimiento de un animal. Movimiento que ahora tiene su cita anual en la ciudad. Porque el Vegan Fest Alicante cumple su quinta edición como lugar de encuentro para todos ellos y también para los curiosos que quieran entenderlo.
Todo se inició como cualquier gran proyecto. Con una humilde idea de un grupo de amigos que, en este caso, lo que quería promover era la conciencia sobre el maltrato animal en todos sus ámbitos. Y es que el movimiento vegano va más allá de la dieta ovo-láctea-vegetariana, eliminando los alimentos y productos que provengan de nigún animal y rechazando cualquier práctica que pueda implicar el sufrimiento de estos. Es por eso que tampoco utilizan producto alguno que provenga de los animales tampoco para fines estéticos, en el caso de la moda y de los productos de higiene o belleza, ni con otro tipo de finalidades como podría ser para el hogar o la vida cotidiana.
Esta filosofía de vida abarca muchos aspectos y es por eso que en el evento se ofrece una variedad de actividades durante todo el fin de semana, para intentar abarcar todos esos ámbitos. Música en directo, talleres de cocina o manualidades, exposiciones, charlas informativas, proyecciones de películas, debates y juegos infantiles con algunas de esas acciones. Un programa que engloba a toda la familia y que abre todo un abanico de posibilidades para conquistar al público. Pero en este espacio también se encuentran diversos stands de comida y bebida vegana, además de artículos de merchandising, a través de los cuales recaudan el dinero suficiente como para sufragar los gastos de la organización y para colaborar con diversos santuarios de animales. "El año pasado conseguimos recaudar 2.500 euros que entregamos a diversas entidades", confirma Jiménez.
Entorno a treinta y cinco entidades, entre santuarios, asociaciones veganas y animalistas, participan en estas actividades, sumando en total de más de sesenta stands y espacios para actividades. Una iniciativa completamente altruista de todo el que allí participa. "Esto es por amor al arte, es como un segundo trabajo aunque no esté remunerado", afirma Laura Jimenez, que en su vida diaria es periodista, recorriendo la comarca cámara en mano. Y esa dedicación ha hecho crecer un proyecto que ha sido una referencia en toda la Comunitat Valenciana, siendo los precursores de la posterior Feria Vegana de Valencia o del Vegan Fest Castellón. "Lo que queremos ahora es mover esto por la comarca para que no sea siempre en la capital", afirma Jimenez. "Queremos llevar el movimiento vegano a los pueblos, donde poca gente conoce este estilo de vida", matiza. Una acción que ya iniciaron en agosto con una jornada especial en Sant Joan d'Alacant y que próximamente se realizará en otros municipios.
Para ello han iniciado una campaña promocional a través de carteles que hablan de las típicas excusas para no hacerse vegano, diseñados por Daniel Salvador. Además de un cortometraje dirigido por Nerea Marcén que habla en lenguaje cómico sobre la típica situación que vive un vegano en una comida familiar. Spot que acumula ya más de 5.000 visitas desde su reciente estreno y que promete convertirse en viral.