ALICANTE. The Ocean Race, una de las mayores aventuras deportivas del mundo, zarpa en apenas tres días desde Alicante para iniciar una competición sin igual en el mundo marítimo, que vuelve cinco años después y que lleva a veleros de apenas 65 pies -20 metros- a ser aprovechados al milímetro para poder dar la vuelta al globo, pero ¿cuál es el 'peaje' de la regata?
Los turnos de 4 horas de trabajo y 4 horas de descanso son, por ejemplo, lo habitual dentro del VO65 'WindWhisper' polaco, la embarcación que comanda el cántabro Pablo Arrarte, que explica que dentro de esas cuatro horas de descanso también se contempla cambiarse y poder comer algo, mientras los compañeros han tomado el testigo y llevan el timón de la embarcación.
Señala, en declaraciones a EFE, que lo que se suele comer dentro del barco es comida liofilizada, es decir, comida deshidratada que se puede "rehidratar" con un poco de agua, lo que permite que estos alimentos sean almacenados en poco espacio y, por supuesto, que sean imperecederos.
Es "comida de astronauta", mantiene la directora de Relaciones Comerciales de The Ocean Race, Carla Nebreda, aunque en un espacio tan pequeño y en el que doce personas solo piensan llegar al destino marcado antes que las otras cinco embarcaciones, todo está medido y pensado para no dudar ante las adversidades climáticas.
Así, Nebreda relata que en esta edición, en la que se cumplen cincuenta años de esta regata, la tecnología ha avanzado mucho y ello permite una mejora significativa tanto en la comida como en otros muchos sistemas del barco, que pretende recoger datos de los océanos y convertir a la regata en la competición deportiva más sostenible del año.
De hecho, afirma que hace cincuenta años, la tripulación se llevaba "naranjas y cervezas" y que estos podían llegar a ser los principales alimentos durante toda la regata: "Ahora no hace falta llevar una cabra en el barco para poder llevar leche", bromea Arrarte, que especifica que, además de la comida liofilizada, la leche en polvo es un complemento para la alimentación en el mar.
NECESIDADES BÁSICAS CUBIERTAS DENTRO DEL BARCO
El cántabro, que relata cómo se prepara para la regata de práctica que lleva al 'WindWhisper' hasta la isla de Tabarca para luego volver hasta Alicante, asegura que pese a los a priori posibles inconvenientes de la embarcación, las "facilidades" del velero "son todas".
"Tenemos cocina, camas y baño", sostiene el cántabro, que remarca que todas esas "facilidades" hacen del barco una embarcación "muy espartana", es decir, muy austera, pero también práctica y que permite que mientras unos descansan dentro, otros trabajan en la cubierta.
En ese sentido, también ironiza sobre que cuando llega a puerto, cualquier comodidad del hotel es buena: "Lo bueno es que una vez que llegas a tierra, si el equipo de tierra te dice que el hotel es un poco flojo, te da igual porque después de esto cualquier cosa es mucho mejor", subraya.
Por otra parte, mientras ajusta algunos detalles para elegir cómo izar la vela y preguntado por algún tropiezo en la tripulación, el cántabro señala que, aunque con experiencia, son humanos y hay maniobras, en busca de conseguir viento perfecto, "en las que viene agua por cubierta y no son fáciles", por lo que "siempre hay que agarrarse, por mucha experiencia que tengas".
Pese a todos estos inconvenientes, tanto Arrarte como todos los miembros del equipo destacan que "merecen la pena" todas esas desventajas en la vida marina con tal de buscar una mayor eficiencia, dentro de un buque, el 'WhisperWind', que no completará la Vuelta al Mundo como hacen las embarcaciones IMOCA, al estar enrolado como VO65 (monocascos de 20,30 metros de eslora), pero que sí realizará tres de las nueve etapas de esta Ocean Race.
De hecho, el 'WindWhisper' ya se impuso el pasado fin de semana en la regata In Port (costera) de Alicante, con la que se dio comienzo a la 14ª The Ocean Race 2023 y que servía para desempatar en caso de que los barcos lleguen a Génova -donde acaba la competición- empatados a puntos.
No obstante, la salida real en dirección hacia Cabo Verde será este mismo domingo, y mientras que el velero de Arrarte luchará con otras cinco embarcaciones por llevarse la victoria en la modalidad de VO65, en los IMOCA (monocascos con 'foils' -alerones- de 18,30 metros de eslora) pugnarán cinco embarcaciones por ser los más rápidos -ahí sí- en dar la vuelta al mundo a vela.