en la frontera / OPINIÓN

Ciudad de la Luz: mega-bingo

20/03/2022 - 

Percibo una euforia desmedida en el establishment político por la decisión de la UE de levantar la sanción que pesaba sobre la Ciudad de la Luz, de cuando en 2012, siendo Joaquín Almunia presidente de la Comisión de la Competencia, se paralizó toda la actividad al estimar que el complejo alicantino hacía competencia desleal a los operadores privados del sector del cine y del audiovisual en general. Se atendía una denuncia de parte de un gigante británico, Pinewood, que es quien inició la estigmatización del dinero público invertido por la Generalitat: casi 500 millones de euros. El PSPV-PSOE celebró por lo bajini la decisión del camarada Almunia porque reforzaba su línea argumental de frontal oposición a la gestión de los proyectos faraónicos [sic] que puso en marcha Eduardo Zaplana a través de la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana: Terra Mítica (luego Ruina Mítica), Auditorio de Torrevieja, aeropuerto de Castellón (el capricho de Carlos Fabra)... 2012: fue el año de tránsito de Jorge Alarte a Ximo Puig en la Secretaría General del partido.

Lo celebraron por lo bajini porque, y tenían parte de razón, la gestión que realizó el PP en la Ciudad de la Luz, y en otros puestos, fue nefasta, con epicentro en Gerardo Camps, el todopoderoso conseller de Hacienda con Francisco Camps. Disparando con pólvora de rey a costa del erario. Gerardo Camps: medio millón de euros en comidas de lujo entre 2007 y 2011 según denunciaron los socialistas en Les Corts. También hubo mucho despilfarro en la Ciudad de la Luz y bastantes colocados ineptos cuyo único mérito era estar en posesión del carné del PP. Días de vino y rosas, y de modelitos fashion para acudir a los festivales de cine, San Sebastián, con el pretexto de promocionar el complejo alicantino. Sobrevolemos la polémica gestión del equipo que encabezaron Luis García Berlanga y José Luis Olaizola, con el que al final tuvieron que romper amarras.

Datos. Cuando pegó el cerrojazo, Ciudad de la Luz arrastraba 166 millones de pérdidas, pese a que se habían albergado 52 producciones, algunas tan sonoras como la película de Juan Antonio Bayona Lo imposible, o la de Gerard Depardieu haciendo de Obelix (fotón antológico con Camps). ¿Tenía Gerardo Camps, dueño y señor de Proyectos Temáticos, un plan riguroso de viabilidad? No.

El PP, Luis Barcala, celebra la reapertura, que es lo que toca; hay metamensaje incluido, claro: el PP tuvo una magnífica idea con Ciudad de la Luz. Hasta Ximo Puig, sin querer, ha validado el metamensaje; no digamos ya el director general de Proyectos Temáticos, Antonio Rodes, quien ya habla, Radio Alicante, de una auditoría, un plan de negocio...¡y una posible ampliación del complejo! Bien. Euforia en tiempos convulsos. Doble euforia si tenemos en cuenta el plan del Gobierno de la nación de inyectar a medio plazo 200 millones de euros para que España se convierta en un referente en la producción audiovisual. Ya hay quien ha establecido vasos comunicantes. Prematuro.

Conviene celebrar, sin euforia, la reversión de la sanción de la UE, de la misma forma que conviene no perder la memoria. Igual que conviene aplicar la moderación en la gran expectativa de la Ciudad de la Luz: ¿Podrá atraer el complejo alicantino a los gigantes de la producción audiovisual como Netflix, HBO o Disney entre otros? Esa es la clave desde mi modesto punto de vista. Rodes es listo. Seguro que sabe coger el toro por los cuernos.

Pedro Sánchez acaba de subvertir 46 años de historia y de consenso en tanto en cuanto sigue vigente la directiva de la ONU de que el Sáhara Occidental es un territorio pendiente de descolonización a expensas de un referéndum. En la línea de Trump, Sánchez acaba de oficializar que la antigua provincia española es territorio marroquí, con estatus de provincia autónoma; eufemismo. Se ha impuesto el realismo político en aras a que el autócrata de Marruecos, Príncipe de los Creyentes, deje de estorbar con la inmigración, arma de destrucción masiva que maneja a su espuria conveniencia (tráfico de seres humanos), con lo de Ceuta y Melilla, y con algunas cosas más (España es el segundo país con intereses inversores en Marruecos). Tristes horas para todos los románticos, Ángela Carrillo, Felipe Briones, amigos del Pueblo Saharaui y de los casi 200.000 habitantes que malviven en los campos de Tinduf, Argelia. Realismo político o sumisión (bajada de pantalones). Que tremendo dilema. Que infaustos días para la lírica, amado y recordado Copinni: tú que estás en el Cielo....ese lugar donde nunca pasa nada.

CODA: El Festival Dansa València aumenta su presupuesto en un 67% hasta llegar a los 450.000 euros. Se celebra en abril y se va a hacer expansivo a todo el año, en un intento, loable, de recobrar brillo y esplendor. Apuesta firme de Raquel Tamarit. secretaria autonómica de Cultura, y del Ayuntamiento de València. Y con propuestas de cinco estrellas: Juan Carlos Lérida. También Gustavo Ramírez Sansando poniendo movimiento a Lorca, El Público, la obra más hermética del poeta. No sé. También está invitada Asun Noales quien por cuatro euros, y en las mismas fechas, nos regala de nuevo su Abril en Danza. En fin.

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