MADRID (EFECOM). El Ministerio de Comercio de China urgió este miércoles a la Comisión Europea (CE) a corregir de inmediato sus "prácticas erróneas" y abordar adecuadamente las fricciones económicas y comerciales a través del diálogo y la consulta, tras anunciar Bruselas su intención de imponer aranceles más altos a los vehículos eléctricos chinos.
China expresó su profunda preocupación y fuerte insatisfacción con la decisión de la CE, calificándola de "infundada y proteccionista" en un comunicado.
En el mismo defiende que la industria china de vehículos eléctricos se siente “decepcionada y se opone firmemente” a esta medida, que consideran un ataque a la competencia justa y al desarrollo verde.
Las autoridades chinas criticaron duramente la decisión de Bruselas por su “falta de base fáctica y legal”, ignorando la competitividad abierta como ventaja de los vehículos eléctricos chinos y las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Además, acusaron a la CE de exagerar los proyectos de "subsidio", abusar de la regla de "hechos disponibles" y otorgar una tasa de subsidio desproporcionadamente alta.
China anunció que monitoreará estrechamente el progreso de las acciones de la CE y tomará "todas las medidas necesarias" para proteger firmemente los derechos e intereses legítimos de las empresas chinas.
Además, Pekín instó a que se aplicara el consenso alcanzado en la reciente reunión trilateral entre líderes de China, Francia y la UE, ante una decisión “en detrimento de los consumidores europeos”.
La CE informó este miércoles a China sobre su intención de imponer un arancel de hasta el 38,1% a la importación de vehículos eléctricos procedentes del país asiático, argumentando que su presencia en el mercado interno perjudica a los productores europeos debido a las subvenciones recibidas.
El arancel varía entre el 17,4% para el fabricante BYD, el 20% para Geely, y hasta el 38,1% para SAIC, según detalló el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
Bruselas comunicó su decisión a Pekín tras las conclusiones preliminares de la investigación iniciada el pasado mes de octubre para evaluar si la importación de vehículos eléctricos chinos afecta negativamente a los fabricantes europeos.
La Comisión inició la investigación tras reunir "pruebas suficientes" de que el reciente aumento de las importaciones a bajo precio y subvencionadas de vehículos eléctricos procedentes de China en la UE supone una "amenaza económica" para la industria automovilística comunitaria.
Según la CE, los vehículos chinos tienen una penetración del 8% en el mercado comunitario -que podría duplicarse hasta el 15% en 2025 de continuar al mismo ritmo- y cuestan un 20% más barato que los europeos.