ALICANTE (EFE). Un centenar de obras de varios museos y coleccionistas particulares, entre ellos el de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA), componen la mayor exposición hasta la fecha dedicada a la alicantina Juana Francés, inaugurada este jueves, 21 de marzo, en el centro cultural Niemeyer, en Avilés (Asturias), cuando se cumple el centenario de su nacimiento.
Abierta al público hasta el 2 de junio, la muestra reúne, además de diecisiete obras del MACA, piezas del IVAM de Valencia, del Museo Reina Sofía de Madrid y del Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos Pablo Serrano (IAACC), así como de colecciones particulares.
La concejala alicantina de Cultura, Nayma Beldjilali, ha recorrido la exposición junto al director del Centro Niemeyer, Carlos Cuadros; el director general de Acción Cultural del Principado de Asturias, Antón García, y la concejala de Cultura de Avilés, Yolanda Alonso, antes de la inauguración, a la que han asistido también la comisaria de la exposición, María Jesús Folch.
Beldjilali ha asegurado que “estamos ante una exposición histórica de una artista fundamental del siglo XX en la que descubrir su lado más íntimo a través de su pintura figurativa y abstracta a lo largo de toda su trayectoria”. Ha destacado entre las 17 obras cedidas por el MACA Tierra de campos, Situación coyuntural de la coyuntura y una de la serie Fondos submarinos, todas ellas abstractas, así como Mujer con dos niños, de su época figurativa.
Juana Francés (31 de julio de 1924 - 9 de marzo de 1990) fue una integrante destacada del grupo artístico El Paso que definió la vanguardia en España, Francés comenzó su carrera artística en la década de 1950, y esta exposición, producida por el IVAM con la colaboración de Acción Cultural Española, bucea en su archivo personal y descubre, por ejemplo, su participación en los poblados de Colonización, dirigidos por el arquitecto José Luis Fernández del Amo en los años cincuenta, o su producción de dibujos informalistas realizados entre 1963 y 1979. Además, analiza sus fuentes de inspiración y la influencia que tuvieron sobre su obra el Teatro del Absurdo, la generación del 98, el avance tecnológico e industrial y los viajes interestelares.
En la muestra se puede visualizar toda su trayectoria, a partir de su primera etapa dedicada a la figuración de corte italianizante, propia del arte de posguerra, y su posterior transición a la práctica de una abstracción informalista en la que agrega a sus lienzos diferentes texturas, colores sobrios y nuevos materiales como las arenas de río.
Desde 1963 y durante casi veinte años, produjo su serie semifigurativa El hombre y la Ciudad para describir un entorno humano angustioso que identifica con la industrialización. Ya en los años ochenta, la artista vuelve a la abstracción, realizando entre 1986 y 1990 (año de su muerte) sus series Fondos Submarinos, Cometas y Escudos, donde experimentó de nuevo con la materia inspirándose en el cosmos y en las profundidades marinas con el círculo y el rectángulo como protagonistas.
Tal y como destaca el Centro Cultural Niemeyer, en una época en la que el arte era todavía una parcela dominada por los hombres, Juana Francés logró que su obra estuviese presente en la exposición "Before Picasso, after Miró" en el Guggenheim Museum de Nueva York (1960) y en el Modern Spanish Painting en la Tate Gallery de Londres (1962).
También en varias Bienales de Venecia entre 1954 y 1970 o en la XI Bienal de São Paulo (1971). Asimismo, se le dedican muestras monográficas en las salas de la Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural, en la Biblioteca Nacional, en 1976, y en el Museo de Arte Moderno de la Villa de París, en 1977.