alicantinismo / OPINIÓN

Celebremos a Rafael Altamira 

24/05/2022 - 

Construir un Alicantinismo en positivo. Huir del clásico “menfotisme alacantí” pero también de sus denuncias cansinas que no permiten avanzar.

No es el alicantinismo que propongo desde esta columna una ideología cívica lastimera, que solo viva de quejarse de los excesos del millorterretisme y de las evocaciones, exageradas en muchos casos, de un levante feliz que no sabemos si realmente existe.

Sí deseo, no obstante, sin caer en la autocomplacencia, cambiar el alicantinismo y la manera en la que nos autopercibimos los alicantinos. Tenemos que centrarnos en destacar lo bueno que tenemos, que es mucho.

Alicante es una ciudad relativamente grande pero al final más o menos nos conocemos todos. Somos una familia y las familias celebran los éxitos de su mejores hijos.

En este sentido, creo que es un buen momento para recordar que en Alicante tenemos a un intelectual enorme, a un grande del derecho. Hablo de Rafael Altamira (1866-1951).

Si Altamira fuera madrileño o de Barcelona no me cabe duda de que mucha más gente en estas ciudades y fuera de ellas lo conocería. Pero, por suerte, Altamira fue y es alicantino. Nuestra ciudad del Benacantil, y diría que incluso nuestra provincia, debería reivindicar esta figura inmensa con mucha más fuerza y frecuencia.

No quiero dedicar este artículo a repasar la vida, hechos y triunfos de Don Rafael. Hay muy buenos libros y piezas periodísticas donde podemos encontrar información detallada sobre el nuestro gran prócer.

Sin embargo, sí es necesario traer a la memoria algunos datos significativos que nos permitan recordar por qué Altamira fue y es tan importante.

Este sabio, que vivió a caballo entre el siglo XIX y XX y disfrutó de casi cien años de vida, fue un intelectual comprometido y muy trabajador. Defendió con ahínco la paz y la importancia total de la educación.

Jurista de formación, fue miembro del tribunal de la Haya desde su creación. Su tarea en este campo lo llevó a ser propuesto en dos ocasiones para el premio nobel de la paz. No estoy seguro de esto pero creo que ningún otro alicantino ha tenido un honor similar.

Supo reunir además Altamira dos querencias que en ocasiones parecen antagónicas y no todos saben conjugar: fue un alicantino cosmopolita, ultraviajero y universal, pero al mismo tiempo amó profundamente la Terreta y escribió sobre ella de manera profusa.

Muy recientemente la prensa nos informaba de que el ayuntamiento de El Campello, municipio de l’Alacantí al que estuvo tan unido nuestro insigne polígrafo, y la familia de Altamira van a impulsar  la repatriación de sus restos, que actualmente reposan en México Sería una gran noticia que el maestro pudiera descansar eternamente entre nosotros y se pudiera visitar su tumba en la Terreta.

Os quiero recomendar dos libros sobre Altamira antes de ir cerrando este breve texto vindicativo. Aproximarse a la vida y obra de este gran humanista es sencillo si conseguimos el sucinto texto de Francisco Moreno, titulado simplemente Rafael Altamira y publicado en 1997 por el Consell Valencià de Cultura (tiene apenas 100 páginas, se lee en una tarde).

Más extenso y prolija es la propuesta de Vicente Ramos, que publicó en editorial Alfaguara en 1968 otro libro titulado también Rafael Altamira (este escrito es un poco más extenso pero también muy interesante).

Vayamos concluyendo ya esta columna de hoy. Considero que Alicante debe potenciar el conocimiento de la figura del excelso Rafael Altamira de manera mucho más intensa.

La ciudad necesita referentes que la lleven a entusiasmarse, a ganar autoestima, a conmemorarse y proyectarse hacia el futuro. Celebrar a Altamira, darlo a conocer a todos y cada uno de los alicantinos, especialmente a los escolares de primaria y secundaria, sería una magnífica forma de lanzarnos hacia un porvenir mejor.

Por cerrar con una propuesta concreta: ¿Por qué no instauramos el 10 de febrero (fecha de su nacimiento) de cada año como día Altamira y realizamos alguna actividad académica, divulgativa y popular para celebrar a este enorme alicantino?

Dicho y propuesto queda compañeros. Visca Altamira, Visca Alacant!

Antonio Adsuar es fundador del proyecto-blog www.alicantinismo.com

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