CASTELLÓ. Efi Cretaprint, una de las grandes del sector de la impresión digital en el mundo, representa hoy uno de los más vivos ejemplos de la importante contribución española a la industria mundial. Multinacional con tres grandes fábricas distribuidas en Estados Unidos, Italia y China -además de contar con plantas adyacentes- su filial española, fuertemente asentada desde hace más de una década en Castellón gestiona buena parte del software de una marca que llega a los cinco continentes, además de aportar su valioso know how en campos como la maquinaria cerámica.
En constante crecimiento y puntera en soluciones tecnológicas, el área del building materials, que engloba al ámbito de la cerámica, cerró el 2020, el complicado año de la pandemia, con un 5% de facturación sobre el presupuesto anual y una proyección muy positiva para este ejercicio anual, al lograr cerrar el mejor primer trimestre del año de toda su serie histórica en cuanto a ventas o que, al cierre de esta primera mitad del 2021, pueda decirse que habrá alcanzado ya el 60% de todo el presupuesto anual previsto para este año.
Para saber más de esta empresa en Castellón, que en apenas 9 años ha pasado de tener 45 trabajadores a superar los 300; o que de los apenas mil metros cuadrados de planta productiva de los inicios hoy cuenta con más de 12.000, Plaza Cerámica reúne a dos de sus máximos responsables, como son Fernando Tomás, director de Producto y director general adjunto, y Juan José Catalán, director comercial.
-Háblenme de Efi Cretaprint y de sus inicios en Castellón...
JUAN CARLOS CATALÁN.- Básicamente y de manera muy esquemática, es una empresa internacional especializada en la impresión digital en el área de materiales de construcción, que cuenta con una fuerte especialización en el producto cerámico, aunque abarca otros sectores punteros y de gran proyección como es el packaging.
Para hablar de sus inicios, hay que remontarse a 2008. Entonces Cretaprint era prácticamente un negocio familiar y desarrolló una máquina digital de single pass de alta productividad. En el año 2011, la multinacional Efi, especializada en impresión digital a nivel global, se interesó por esta empresa para incorporar esta tecnología a su portfolio de productos. A lo largo de ese año se hizo todo el trabajo de investigación y puesta en común y la adquisición se culminó a principios de 2012. A partir de ahí se creó Efi Cretaprint. Durante un tiempo nos dedicamos al single pass de impresión industrial focalizado fundamentalmente al sector cerámico y, en paralelo, la tecnología se fue incorporando a otros ámbitos donde ya Efi estaba presente, como textil, display gráfico, etcétera, o donde aspiraba a estar, como es el caso del sector del color. Así, aprovechando el know how del single pass en la industria cerámica, un ámbito complejo, se desarrolló y se extendió a otros sectores como el packaging.
Los conceptos básicos en estos sectores son los mismos; se comparte tecnología aunque después hay un gran trabajo en cuanto a implementación de máquinas, tecnología de tintas, etcétera.
-Entonces, aplican una tecnología transversal para diferentes sectores industriales a partir de su 'know how' en la cerámica, ¿es así?
FERNANDO TOMÁS.- Así es. Hay transversalidad tecnológica, a nivel de gestión de negocio y servicio al cliente. Cuando Efi comienza a adoptar esa tecnología de alta productividad que integró en su portfolio, integró otras cuestiones asociadas, ya que Efi tenía una red en el mundo muy atomizada; a partir de ese momento vio cómo las soluciones de single pass podían atender a amplios sectores industriales, porque son soluciones de alta productividad para una industria que tiene muchos ámbitos asociados, como es un servicio 24/7, una alta capacidad de asistencia técnica, recambios y mantenimiento continuo, de presencia y vigilancia tecnológica, etcétera. Es decir, no solo fue una inmersión de la single pass, sino también sirvió para incorporar una mentalidad industrial a los procesos.
-¿Y de manera gráfica cómo ha sido esa evolución en Castellón por ejemplo en instalaciones y plantilla?
JUAN CARLOS C. - En cuanto a instalaciones, llevamos en la actual ubicación desde enero de 2016. De los aproximadamente mil metros de la primera sede, en la nueva contamos con 12.000 metros de superficie. Un rápido crecimiento en apenas una década que nos ha permitido aumentar nuestra plantilla: de aquellos 45 empleados a 300 trabajadores en apenas 9 años.
-En este tiempo habrá habido hitos importantes para Efi Cretaprint... ¿cuáles recuerdan con especial significación en cuanto a producto?
FERNANDO T.- Hay momentos de especial importancia a nivel de producto o en cuanto a internacionalización. Aparte del momento de la entrada de Efi, un hito también clave fue cuando Efi Cretaprint comenzó a fabricar y comercializar tintas para el sector cerámico. Fue algo que sorprendió, ya que no era nada habitual que un fabricante de maquinaria cerámica vendiera, además, tintas. Lo que sí venía siendo muy común en otros sectores, hasta entonces no lo era en la industria azulejera. Las primeras pruebas en tintas fueron a finales de 2014 aunque el lanzamiento sería en 2015.
Otro hito a destacar fue cuando empezamos a diseñar y fabricar máquinas para cartón ondulado. Este proyecto empezó a finales de ese mismo año y principios de 2016 y la primera máquina para los clientes la sacamos al mercado en 2017.
JUAN CARLOS C.- El siguiente momento podría ser el habernos traído a Castellón producción de otras unidades implantadas hasta ese momento en Estados Unidos o Israel. Para dar ese paso se hicieron pruebas piloto. Digamos que ese ensamblaje general empezaron en febrero de 2020 en plena inmersión de la pandemia, pero hemos logrado finalmente asumir ese compromiso para la fabricación de esta maquinaria.
-Y cómo les ha ido o les va en este tiempo de pandemia.
JUAN CARLOS C.- Al principio fue una situación extraña. Si bien nosotros trabajamos mucho la vertiente digital, un entorno al que estamos muy familiarizados, es verdad que veníamos trabajando con miras al producto, no tanto a la gestión con clientes. Fue un momento que requirió una adaptación por parte nuestra, pero también por parte de nuestros clientes. Pero tras este inicio, tanto el área comercial como el resto de la empresa, dieron soporte, apoyo y confianza a todo el equipo, lo que nos ha permitido manejar la situación de manera muy satisfactoria y efectiva. De hecho, a nivel de números en 2020 hemos superado las expectativas que nos había marcado para todo ese ejercicio económico [asiente con satisfacción Fernando]. A nivel de ventas y facturación nos ha ido muy bien.
-Pues es un logro con la que ha caído...
FERNANDO T.- Para haber logrado este buen resultado en un momento tan complicado como éste, como siempre, hay una explicación racional detrás. Por lo general, el 45% de nuestras ventas están China, tanto a nivel de consumibles, servicio… como de máquinas. China salió antes de la pandemia, por lo que hizo que si en los dos primeros meses del año los balances fueron inferiores al mismo periodo del 2019, en cambio con la subida del tercer y cuarto trimestre no solo equilibró la capacidad total de fabricación del año anterior, sino que además creció en torno al 4,5%. Esto nos vino bien porque nos aguantó durante la mitad del año, a lo que vino a sumarse una segunda mitad del 2020 - sobre todo el último trimestre- con un incremento notable de ventas también en el resto de mercados.
Estamos muy satisfechos al señalar que 2020 lo acabamos con un nivel de facturación del área de building materials de un 5% por encima del presupuesto que teníamos precovid.
-Entiendo que el constante afán por la innovación, el paso a la digitalización... han sido clave en este crecimiento.
FERNANDO T.- Desde luego, pero en cerámica, a día de hoy, una impresora digital ya no se concibe como una innovación. Es ya una herramienta habitual en la fabricación del azulejo. Como herramienta que es, requiere de un mantenimiento continuo o de una reposición. Y la calidad de esa máquina es muy importante, porque lo que realmente sale caro es que una máquina no ofrezca la calidad y la eficiencia que siempre se le requiere.
La impresión digital en la cerámica es un sector en plena madurez y si en otros sectores se trata de un ámbito aún en proyección, en la industria azulejera se encuentra muy asentada ya en las rutinas de las plantas productivas. Como ejemplo, la impresión digital que está tan extendida en la cerámica, en el textil solo ronda el 10% o en el cartón apenas llega al 2%. Aquí si se entiende la tecnología digital como una innovación tecnológica, pero no ocurre en el azulejo, que es un sector ya muy ligado por sí mismo a la impresión digital.
-Por la naturaleza del producto que ofrecen, por los sectores a los que llegan, por su interés en la I+D+i... veo que están condenados a crecer...
Juan Carlos C.- Es así. Estamos en un momento que coincide con el desarrollo de un ciclo de renovación de tecnología digital. Las empresas requieren cada día de maquinaria más eficiente, que combinen con sus desarrollos en la industria 4.0, la robotización, etcétera. Nosotros en este ámbito somos punteros y llevamos tiempo abriendo camino con la tecnología digital. Y podemos decir que sí, que estamos condenados a crecer, porque lo estamos viendo en nuestros clientes, en la demanda de un mercado que requiere de soluciones y nosotros estamos ahí para eso.
-¿Qué diferencia sus productos del resto de competidores?
Juan Carlos.- Sobre todo, que vendemos productos de alta calidad de impresión, con soluciones industriales estables. Son máquinas que, aunque complejas, son muy sencillas de operar y de mantener.
Fernando T.- Una de las cosas que a nosotros nos ha hecho diferentes es la gestión del color y la electrónica. Nada más darse la operación de adquisición, se incorporó la electrónica propia de Efi, que es un elemento crucial en esta diferenciación con respecto a otros productos que existen en el mercado.
Juan Carlos C.- La electrónica y el software para la impresión digital forman buena parte de nuestro ADN hasta el punto de que nuestra propia electrónica se la suministramos a potentes empresas y multinacionales que utilizan nuestro software en muchas de las impresoras domésticas que habitualmente usamos en casa. La cuota de mercado es amplia y puede rondar el 65%.
-Ustedes son asumen con bastante naturalidad todo lo que tiene que ver con la Industria 4.0. ¿Qué aportan al sector?
Fernando T.- A ver... se trata de un concepto muy amplio que hay que definir. Lo que sí podemos aportar nosotros es la parte que controlamos de todo ese proceso. Así, ofrecemos todas las variables para que puedan ser integradas en un proceso de gestión industrial y el cliente pueda tener una trazabilidad de todos los datos que, digamos, es el primer paso de esta industria 4.0. O sea, tener una buena identificación y disponer de todas las claves necesarias que influyen en el proceso, disponer de todos esos indicadores para medir esas variables y ver su evolución en tiempo real dentro del proceso industrial. Por supuesto, aplicar todo esto a la impresión digital permite que todas esas variables se autocorrijan y modifiquen, si llegara el caso, sobre la marcha y así llegar a una producción estándar y lo más perfecta posible. Esto es lo que conceptualmente entendemos como industria 4.0 y al que nuestros equipos están perfectamente preparados.
Este modelo de digitalización lo vemos como una parte muy importante. El control, que es cien por cien del cliente, requiere en su proceso de una ayuda externa para que alinee e integre todas las variables en un sistema customizable y ad hoc para que este cliente tenga la confianza en los buenos resultados.
-Y qué falta para esa plena implantación en el sector?
Fernando T.- El camino es seguir avanzando y afianzando cada paso que se va dando, porque es un camino largo que requiere una adaptación de todo el proceso industrial, desde la comercialización, la fabricación, logística, etcétera. Esto llevará un tiempo.
Juan Carlos C.- El sector en su conjunto está en una fase temprana aún, pero debo señalar que Efi está lista para su desarrollo. De hecho, una de las divisiones de Efi trabaja en la mejora de la productividad aplicada a la industria. Eso es ya industria 4.0. Desde la recepción de un pedido de un cliente hasta la entrega del producto tenemos software que te gestionan cada parte del proceso y puede integrarse. Nosotros, por ejemplo, estamos ya muy metido en e-commerce desde hace tiempo, vendiendo esos software de productividad desde hace años. El mensaje es que nosotros vendemos tecnología, tenemos la tecnología y por esa transversalidad que aludíamos al principio, pues todo esto es fácilmente exportable a otros sectores.
-Me han hablado de un notable incremento de la plantilla de trabajadores a lo largo de los últimos años. Háblenme de sus perfiles y de su cualificación.
Fernando T.- Hay una amplia gama de profesionales. Hay perfiles de ingenierías, de Formación Profesional. etcétera, que son esenciales para nosotros. De hecho, hay una parte muy importante en la empresa en la que se demanda estudios de FP. Por ejemplo, los operarios de producción tienen estos perfiles, como son electromecánicos; en concreto, para la asistencia técnica se buscan personas con dos tipos de estudios: o bien electromecánico o bien ese técnico cerámico formado, por ejemplo, en los institutos de Onda o en l’Alcora. Es una formación que nosotros valoramos mucho.
Por otro lado, si pasamos a I+D se requieren ingenierías y aquí tenemos tres disciplinas: de software, que son difíciles de encontrar, por cierto; ingenieros eléctricos y especialistas en electrónica; e ingenieros mecánicos.
El perfil de ingeniería de software es muy demandado porque como es una tecnología que evoluciona tanto, se considera que a nivel de conocimientos teóricos está más preparada una persona recién salida de la universidad que otra que lleva tiempo trabajando y no se ha preocupado lo que todos quisiéramos en una formación continua para actualizarse. Es que el mundo del software evoluciona prácticamente cada día y de forma muy rápida.
- ¿Qué retos tiene Efi Cretaprint a nivel de producto cerámico?
Juan Carlos C. -Desde el punto de vista de producto, desde hace dos años estamos fabricando nuestras máquinas con lo que llamamos sistema híbrido, con este sistema lo que damos a los clientes es la opción de trabajar con la tecnología de consumibles de tintas tradicionales, a través de bases solventes y orgánicas, pero también damos la opción de que trabajen con las nuevas tecnologías de tintas que son las base-agua. Lo hacemos así porque le damos libertad al cliente de adaptarse a esa nueva tecnología.
¿Y por qué lo hacemos? Pues es sencillo, porque el tema ambiental es un tema candente, la sostenibilidad es necesaria y de nuevo Efi se pone a la vanguardia para dar respuestas con tecnología sostenible y respetuosa con el entorno.
Con la tecnología base-agua no solo se dan ventajas al cliente a nivel medioambiental, sino que también se acompaña de ventajas técnicas destacables; pero nosotros le damos la opción a nuestros clientes para que elijan. Es decir, si estamos hablando puramente de decoración, pues existe una serie de características técnicas de estas tintas base-agua que hace que los productos, estéticamente, salgan más definidos, por ejemplo; pero sobre todo, en lo que nosotros vemos una gran potencialidad es en lo que tiene que ver con el concepto full digital, que es la aplicación de esmaltes, los efectos matéricos… todo en base-agua.
Tenemos opciones para que los clientes adopten esa tecnología full digital con aplicaciones específicas para esmaltes, para decoración sostenible y para la aplicación de efectos matéricos. Desde hace tiempo venimos trabajando así con los clientes y afortunadamente estamos obteniendo una gran aceptación.
-Desde Castellón, ¿qué aporta Efi Cretaprint al sector en un entorno global?
Fernando T.- Le diré que Efi tiene tres plantas de fabricación: una en Estados Unidos, otra en Italia y en China, aunque también cuenta con plantas adyacentes. En cuanto a software, buena parte se gestiona desde España. En Castellón se dispone de un gran centro de software made in Spain y hecho por ingenieros españoles. Es decir, que una parte importante de la maquinaria que se fabrica en esas plantas, el software está desarrollado en Castellón y por ingenieros de la provincia. Es algo que para nosotros tiene un gran valor.
Juan Carlos C.- Somos una compañía internacional que dispone de mucha interrelación entre las diferentes empresas que la integran, donde destaca la presencia de trabajadores de la provincia con una alta notoriedad en campos como el software. Tiene gran valor porque hablamos de una multinacional como ésta donde la tecnología es parte sustancial de su actividad.
-O sea que buena parte del logro de la multinacional Efi Cretaprint tiene una base importante en el made in Spain, del talento de los profesionales españoles...
[ambos entrevistados asienten al unísono]
Juan Carlos C.- Hay que remarcar que los logros en este tiempo corresponden a un éxito compartido por el cien por cien de profesionales españoles, de la provincia, quienes han puesto su talento al servicio de la industria cerámica local. Este personal ha sido clave en el desarrollo y el crecimiento de esta empresa que es puntera en el mundo, tal como la conocemos hoy, sin duda.
... Y del contacto con el azulejo y las sinergias, entiendo.
Fernando T.- Desde luego. Como le decía al principio, la tecnología del sector cerámico, derivada de nuestro know how, ha sido exportada a otras unidades de negocio que querían apostar por esa opción en sus unidades productivas.
Juan Carlos C.- Así es. Nosotros nos sentimos muy orgullosos de mostrar nuestras cicatrices de trabajar, codo con codo, con las empresas cerámicas, que es un sector que requiere de una dedicación exclusiva, con necesidades para ayer que tienes que satisfacer. Y ese espíritu nosotros lo tenemos.
-Ustedes siempre le han dado mucha importancia a las ferias internacionales. ¿La pandemia les ha cambiado esta predilección?
Fernando T.- Le damos mucho valor a las ferias. Creeemos que son importantes. Hay quien dice que en un tiempo postpandemia la cosa podrá cambiar en algo, pero no tengo claves para hacer un pronóstico lo suficientemente fiable. Lo que sí puedo decir es que durante esta pandemia nosotros sí hemos ido a ferias en China, Rusia… nosotros nos sentimos afortunados porque en mercados potentes, más allá del español e italiano, como el chino o indio, tenemos una destacada presencia local. En los principales clústeres sí hemos podido mantener esa cercanía con el cliente a pie de feria que, para nosotros, es muy importante y, aunque hemos demostrado que el negocio puede seguir de forma remota y superar con sobresaliente las asistencias técnicas, por ejemplo, nos gusta mucho el contacto físico y lo que aportan al sector los salones internacionales.