CASTELLÓ. El informe de interceptaciones de cítricos importados a Europa de 2024 con enfermedades constata la eficacia del tratamiento en frío para frenar una de las principales plagas de fuera que amenaza la citricultura local, como es la de la falsa polilla. Así, muestra que los envíos con la falsa polilla al viejo continente han bajado de 3 a 1 de 2023 a 2024 de Sudáfrica, país al que aplica la Unión Europea este control fitosanitario desde 2022. En cambio, en otros países como Zimbabue se ha disparado este hongo, pasando de 0 a 4 casos, ya que el tratamiento solo se circunscribe al país sudafricano.
Según el balance, las llegadas de Sudáfrica con plagas bajaron en 2024 un 33%, de 55 a 37 rechazos. Aparte de la falsa polilla, en macha negra descendieron un 38%, de 50 a 31. No obstante, las cifras siguen siendo elevadas, fundamentalmente en mancha negra (Phyllosticta) y en la sarna de los cítricos (Elsinoe).
Crecimiento de la falsa polilla en Zimbabue
Asimismo, la falsa polilla no ha desaparecido de los pedidos de Sudáfrica y sorprende desde Zimbabue, de ahí que las organizaciones agrarias reivindiquen que esta medida se extienda a todos los países de fuera. La Comisión Europea descartó el pasado mes de abril ampliar el tratamiento a más estados así como a todos los cítricos de Sudáfrica -se exige en las naranjas-.
Mientras, las autoridades sudafricanas han reclamado a la Organización Mundial del Comercio la retirada de las restricciones fitosanitarias que impone Europa para evitar las plagas de la falsa polilla y la mancha negra al afectar a sus exportaciones, pero Bruselas se opone por el grave riesgo que representan estos hongos para las producciones de cítricos del Mediterráneo. De hecho, en sus informes técnicos alerta que una posible afección de la mancha negra en Europa provocaría unos daños de 1.185 millones de euros.