Las tiendas cerradas en la avenida de Maisonnave, en Alicante, tras la declaración del Estado de Alarma. Foto: PEPE OLIVARES ALICANTE. En la provincia, el coronavirus está afectando de modo diferente a los comercios. Hay casos en los que el Estado de Alarma ha supuesto que se incrementen ventas, facturación e incluso la plantilla de las firmas. En otros casos, a pesar del aumento del volumen de trabajo o de clientes, las cifras no responden a la demanda y hay sobreesfuerzo de trabajo. Analizamos varios de estos casos.
Uno de los casos positivos es el de PCEX , una empresa de venta y distribución internacional de componentes de automoción presente actualmente en 15 mercados a lo largo de Europa, África y Oriente Medio. Según explica David Santiago, director gerente de la firma y, además, presidente de Jovempa, "previo al estado de alarma notamos un incremento de los pedidos y facturación debido al aprovisionamiento que nuestros clientes querían hacer por previsión ante la incertidumbre del cierre de ciertos fabricantes".
Así, Santiago mantiene que, desde un primer momento tomaron las medidas de precaución necesarias. Toda la plantilla de oficina trabaja desde entonces en casa y "hemos mantenido los almacenes abiertos para dar salida a los pedidos y al suministro. Muchos de nuestros clientes suministran recambio a sectores esenciales y no podíamos dejar de suministrar".
Desde entonces, y en estas circunstancias, han tenido un crecimiento de las ventas significativo respecto a 2019. En los cuatro primeros meses del año, asegura Santiago, el crecimiento ha sido de un 80% y la actividad se ha potenciado en países menos afectados por el Covid-19 como Europa del Este y África. El 100% de su actividad es internacional. Además, en este caso, el 75% del incremento de la facturación ha venido del porfolio de clientes existentes y un 25% son nuevos.
David Santiago, director gerente de PCEXEn el caso de PCEX Group, además, han duplicado la plantilla en los cuatro primeros meses de 2020 respecto a 2019 y están en proceso de búsqueda de perfiles comerciales, back office y de almacén.
En general, el director gerente de PCEX, considera que las ventas de componente de automoción pueden verse afectadas de modo positivo "si las ventas están muy diversificadas geográficamente y siempre que la cadena de suministro no se rompa". Asimismo, afirma que "si nuestros proveedores funcionan correctamente y pueden seguir suministrándonos y la situación en el transporte internacional no varía, podremos seguir expandiendo nuestra actividad internacional con un crecimiento continuado. Tendremos que adaptarnos a los cambios que se vayan produciendo y para ello la flexibilidad será clave".
En un término medio se encuentran en Elda, la apoderada de panaderías Aracena, Mari Nieves Amat, asegura que en estos momentos, el reparto a domicilio es el que está salvando al negocio. Y es que la gente no sale y entra poca gente a las tiendas. "Funcionamos a medio gas, pero nos salva que hacemos mucho reparto de pan, y ahora también levadura y harina porque la gente cocina mucho en casa".
Desde que está el Estado de Alarma cerraron sus cafeterías y reciben pedidos a través de su web y de whatsapp. Lo que sí que tienen sin más clientes que antes. "Es porque teníamos clientes mayores que ya no vienen al establecimiento y son sus hijos, familiares, los que nos piden sus recados. Y, aprovechando el recado de los padres, ellos también nos piden, y hay boca-oreja que ha hecho que mucha gente recurra a nuestro reparto. Es una venta diferente, nos vamos adapatando para salir adelante".
Hay dulces y desayunos que ya no se piden, asegura Amat, porque eran productos para almuerzos de empresa o eventos que no se celebran, pero sí que se piden muchas tartas, normalmente pequeñas, que los familiares regalan a familiares, estén en la misma casa o no que ellos. "Normalmente son familiares que los regalan a personas mayores, a veces solas" y ellos las reparten con mensajes o tarjetas que les hacen llegar.
Trabajadoras de Panaderías Aracena, en Elda, en imagen de archivo. Foto: APLas ventas de pan suelen ser para cinco o seis días y, para el reparto han puesto un mínimo de seis euros para llevar a domicilio. A la calle salen dos o tres personas a repartir y en el horno trabajan unas cinco personas.
Admiten que la vuelta a la normalidad será muy lenta, poco a poco, pero mientras se van adaptando a la situación- "Nos va a llevar tiempo, hay que mentalizarse porque se van a alargar los plazos, nos adaptaremos a lo que venga", concluye.
En muchos casos, según aportan desde Jovempa, están creciendo en trabajo las asesorías -fiscal, laboral, contable, financiera-, pero en volumen de trabajo, no tanto en facturación. Este factor viene derivado por un aumento de la carga de trabajo de los clientes con los que ya trabajan. Algunos de esos ejemplos están en las empresas relacionadas con la venta de productos de primera necesidad, como supermercados; las firmas de servicios tecnológicos -redes informáticas, adaptación al teletrabajo-; compañías de servicios web y comercio electrónico -desarrollos de nuevas páginas webs, ampliaciones, y plataformas de comercio electrónico- y otras empresas tecnológicas de servicios avanzados o desarrollos. como el de los videojuegos.
Así, para las asesorías supone una gran carga de trabajo añadida, sin influir demasiado en la facturación, según explican desde Jovempa, y sin tiempo para incorporar nuevo personal. Para las tecnológicas el problema es encontrar los perfiles necesarios poder crecer o intentar cubrir con el personal actual la subida de la demanda de servicios. La logística afectada por la crisis del coronavirus puede ser un inconveniente para cubrir la alta demanda de los artículos de primera necesidad.
