VALÈNCIA. La incomodidad que el expresidente de la Generalitat Francisco Camps está generando estos días en el PP comienza a ser ya evidente. El partido se encuentra en la recta final de la campaña de las elecciones europeas del 9 de junio, con cierta preocupación sobre el resultado y tratando de tenerlo todo bajo control, como suele ocurrir en todas las formaciones en los momentos previos a los comicios. Cualquier asunto sobrevenido que pueda restar apoyos o que simplemente no agrade provoca molestia. Y es lo que está ocurriendo con el exjefe del Consell.
La absolución de Camps en su última causa pendiente con la justicia es indiscutible que ha alegrado dentro del PP. Después de 15 años de procedimientos, ha salido exonerado de todos, por lo que su rehabilitación política era algo que iba a tener que llegar tarde o temprano. Pero los populares quieren retrasarlo lo máximo posible. Desde la Comunitat Valenciana decidieron desde un primer momento mirar a Génova y esperar. Además, pasaron la pelota a su tejado porque consideran que es la que tiene capacidad para restituir a un dirigente como el expresidente de la Generalitat. Mientras, desde la dirección nacional han evitado abrir la boca. Y ahora, cuando se les ha preguntado, no parece que quieran oír mucho hablar del tema.
El argumentario público del PPCV –así lo afirmaron tanto el jefe del Consell, Carlos Mazón, como la alcaldesa de València, María José Catalá –ha sido apelar claramente a la firmeza de la sentencia de absolución. Una posición que también ha verbalizado Génova. El vicesecretario de Política Autonómica y Municipal y de Análisis Electoral del PP, Elías Bendodo, aseguró este martes que hay que esperar "a que se confirme la firmeza de la sentencia" y opinó que muchísimos dirigentes del PSOE "que han insultado y menospreciado al presidente Camps deberían empezar a pedirle disculpas".
Así que parece evidente: la dirección nacional quiere zanjar cualquier rehabilitación del expresidente de la Generalitat ahora mismo. Dado que la Audiencia Nacional ha condenado a un total de once personas en esta pieza del caso Gürtel, es muy probable que los condenados recurran. De hecho, ya han pedido una aclaración de la resolución, como ha publicado Levante-EMV. Todo ello provocará un retraso en los plazos. El pronunciamiento del Tribunal Supremo tardará después varios meses, por lo que para el PP supone ganar tiempo, dado que en realidad ya podrían tomar cualquier decisión con la absolución en la mano.
La cúpula actual de los populares –tanto a nivel nacional como autonómico– es consciente del sufrimiento del expresidente de Camps todo este tiempo. Son favorables a una reparación interna y pública. Se muestran partidarios de homenajes, desagravios y gestos. Pero lo del cargo es un interrogante. Génova lo estudiará, según fuentes del partido, aunque a medio plazo.
De hecho, estas últimas jornadas su actitud en medio de la campaña de las europeas ha generado descontento. Así, mencionan como ejemplo el episodio del lunes en À Punt, cuando se enfrentó con el director de la cadena SER en la Comunitat Valenciana, Bernardo Guzmán, negándose a contestar a sus preguntas y cuestionando su presencia y profesionalidad. Lo ocurrido tuvo trascendencia nacional e hizo entre poca y nula gracia dentro del PP.