Pedro Sánchez salta de isla en isla hasta la victoria final. Mucha táctica, alguna estrategia y un horizonte borrascoso. Luis Barcala, perdido en su pasado, se desentiende de los alicantinos buscando medirse contra el Palau de la Generalitat y la Moncloa. Luces de Navidad. Belén gigante. La vicealcaldesa Mari Carmen Sánchez, hipnotizada, se aburre en los plenos y hasta de sí misma y manda a sus kellys a hacer limpieza general. En vez de tirar modelitos, tira cerebros -el suyo no- por la ventana. Antonio Zardoya sale cantando ‘Libre’ de Nino Bravo en la playlist del bienio negro del tripartito alicantino y se va a encender la luz de la oficina de turismo del Postiguet. Amanece.
Guerra de asesores celestiales: Iván Redondo 10 / Miguel Ángel Rodríguez 0 patatero. Después de la tregua de las 24.000 banderas coreanas -aquí vuelve a sonar ‘Pompa y circunstancia’ de Edwar Elgar- fracasa la gestión de la pandemia. Cervezas, salud, amor y demagogia. Ciencia y política se divorcian. Como siempre, pierde la clase trabajadora. Rebelión en el gallinero del Teatro Real. Inauguremos solemnemente un dispensador hidroalcohólico en la escalera mecánica del metro. Dejad que los pobres se acerquen a mí. Que limpien y se vuelvan pronto a sus guetos. Julia Llopis y Vox. El algoritmo del capitalismo de vigilancia. Rastreadores. Felipe González no es un jarrón chino. Cantemos al amor de los amores.
Misteriosa la dimisión del Cardenal Angelo Becciu en el Vaticano. Juan Carlos I es el Papa Benedicto equis uve palito pero sin búsqueda y captura. Corinna Zu Sayn – Wittgestein hace barbacoas a cuatro bandas, en cinco continentes y en un universo de agujeros negros. Pablo Iglesias cierra el círculo de poder en la puntita de su moño. He escrito moño y no coño, que conste. El ministro Garzón echa en falta neutralidad política en la monarquía. “El Rey maniobra contra el gobierno democrático”. Tranquilidad. “Se han pasado tres montañas”. Serenidad. España anda aturdida y varada como una manada de ballenas en una playa de Australia. Estamos atrapados en el reflejo del cristal, en cualquier instante de aquel siniestro encuentro en el vagón entre Hitler y Franco. En el fondo de las fosas. Pablo Casado se la juega a una carta con Isabel Díaz Ayuso. Que empieza a dar miedito ya hasta a los suyos. Nos atacan las orcas.
Después de once años de ansiedad por declarar, Sonia Castedo se me planta amañada y apañada en la Audiencia sin lavar ni marcar. La alcaldesa perpetua se niega a sí misma. Su caballo blanco Terry y el legionario Cantueso Oro sobrevuelan Alicante. Diaz Alperi, que va de mano, se descarta en cuatro minutos. ¡Ángelo María!. Nada por aquí nada por allá. Enrique Ortiz sigue siendo el rey. El mariachi sale despedido a tota virolla para llegar a la declaración judicial de Carlos Fabra en Castelló de la Plana. Caspa radioactiva.
Gerard Fullana, el fenotip valencià, se equivoca -sale de esta pantalla en bolas en este segundo se bebe su café querido lector y vuelve a entrar en el texto- de sala en el juzgado pero se reafirma como la oposición en la Diputación. Otro guapísimo y elegantoso, Viggo Mortensen se subió al escenario bailando Benvolgut de Manel para recoger el premio Donostia. Carlos Mazón se compra Alicante. Baltasar Garzón y Dolores Delgado se dan la mano en un restaurante en Roma. Love is in the air.
Me encuentro en el esquina de la farmacia a Adrián Ballester que me cuenta, entusiasmado, sus proyectos en Europa. Nos despedimos y me entran tres llamadas a la vez y no estoy loco. Son Francesc Sanguino, Natxo Bellido y Xavi López. La alternativa progresista de la ciudad. Sí, mucho hablar, blá blá blá.. pero todavía estoy esperando esa invitación a comer y ese nombramiento que un servidor, humildemente, se merece. Amén. Felicidades a Silvia Cárceles y Carlos Arcaya de Radio Alicante SER por su Premio Periodismo Ambiental. Esther Cañadas vuelve, espléndida, en la portada del ‘Vogue’. Irene Montero magnífica en ‘Vanity Fair’. Letizia Ortiz Rocasolano luce, orgullosa, canas. Trending topic. Y olé.
Ximo Puig desborda el PSPV. Mónica Oltra no ha caído en la tentación Toni Cantó. A pesar de los humores y rumores, Puig y Oltra -cuando la tropa les deja- se siguen queriendo. Saben que el Botànic tiene que seguir la senda del Pla de Reconstrucció empezado a pasar a limpio en el Debate de Política General en les Corts. Y eso significa abrir el abanico. Sí o sí. A uno le encantaría acudir de enviado especial al seminari de govern en Ayora-Cofrentes el fin de semana que viene. Isabel Bonig, que es nuestra Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta – Ramos, declara que el president “tiene un problema con las mujeres”. La pantera negra. Y la vaca Marisol. Que se arranca por Conchita Piquer y Juliette Gréco.
El triunfador indiscutible de la semana ha sido Carlos Galiana, concejal del cap i casal de Compromís haciendo un Milli Vanilli, un play back fallero internacional en la presentación de València como capital europea de la innovación. The Guardian ha calificado el espectáculo como fake speakig english. Hoy no sale aquí Donald Trump. Ni nadie del eje del mal. Superpoblación de conejos, fesols i naps, citas previas y cotorras. Amén.
Ha sido un largo viaje. Grutas, sal, el viento, la belleza, el insomnio. Todo aquí arriba en la lluvia del Pico Espadán está borroso. Me lanzo al Pozo Hondo y escucho los primeros truenos. Subo corriendo a la cueva resbalando, agarrándome a las raíces de los alcornocales. Me cura la sangre Inma De la Concepción. Sonríe ante el fuego. Son las cuatro de la mañana y se prepara para salir en directo en Les Notícies del Matí en À Punt. Suena la voz de mi nunca bien ponderado ni pagado herr direktor Miquel González y me suelta: t’he degradat, t’he baixat el sou i t’has quedat sense despatx….però torna…! Huele a nieve.