ALICANTE. El cáncer de páncreas es poco frecuente (apenas el 2,1% de todos los tumores según la OMS), pero su incidencia ha aumentado constantemente en los últimos 70 años: se estima que cada año se diagnostican unos 233.000 nuevos casos en todo el mundo, el 60% de ellos en países desarrollados (Europa, América y Australia).
En España, y según datos de la AECC, el cáncer páncreas es uno de los tumores menos habituales, con una incidencia anual de 8.169 casos (4.276 varones y 3.893 mujeres). Sin embargo, se trata de uno de los tipos de cáncer con mayor mortalidad: 6.868 pacientes en 2017.
Esto se debe a que el cáncer de páncreas suele diseminarse de forma precoz, a través de los vasos linfáticos, vasos venosos y a la cavidad peritoneal. Presenta metástasis preferentemente hacia el hígado, y su crecimiento a nivel local llega a invadir órganos o estructuras cercanas como la vía biliar (colédoco que va desde el hígado y vesícula biliar hasta el intestino), el estómago, el duodeno, el colon, el bazo, los grandes vasos o la columna vertebral.
Esto hace que su abordaje sea complejo, tanto desde el punto de vista quirúrgico como a través de tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia ante los que este tipo de tumores presentan una elevada resistencia.
Según su tamaño, afectación a los ganglios linfáticos y afectación a otros órganos, las fases del cáncer de páncreas establecidas por la Asociación Española Contra el Cáncer son:
Estadio IA: el tumor mide 2 cm o menos, se localiza en el páncreas y no se ha diseminado.
Estadio IB: el tumor mide más de 2 cm y no se ha diseminado a los ganglios linfáticos u otras partes del cuerpo.
Estadio IIA: el tumor mide más de 4 cm y ha comenzado a extenderse más allá del páncreas.
Estadio IIB: el tumor localizado inicialmente en el páncreas no se ha diseminado a las arterias o venas cercanas, pero ya ha afectado a 1-3 ganglios regionales.
Estadio III: el tumor ha afectado a 4 o más ganglios linfáticos regionales, pero no a las arterias, las venas u otras partes del cuerpo cercanas.
Estadio IV: el tumor que se ha diseminado a otras partes del cuerpo.
El cáncer de páncreas tiene un tratamiento complejo que depende del tipo de tumor (adenocarcinoma, tumores neuroendocrinos o tumores ampulares) y de la fase en la que se encuentre.
Los mejores resultados se obtienen en las unidades de tratamiento multidisciplinares, donde se cuenta con todos aquellos facultativos y herramientas diagnostico-terapéuticas imprescindibles para ofrecer un adecuado tratamiento.
La cirugía oncológica se basa en resecar el tejido pancreático donde se aloja el tumor, con un margen de seguridad, y realizar una linfadenectomía, que consiste en extirpar los ganglios linfáticos del territorio peripancreático.
Según explica el Dr. Pedro Bretcha, Jefe del Servicio de Oncología Quirúrgica del Hospital Quirónsalud Torrevieja, para obtener dichos márgenes de seguridad en tumores de cabeza pancreática será necesario resecar parte del estómago, duodeno, vesícula y la vía biliar.
"Cuando esto sucede", prosigue el especialista, "es necesario reconstruir la continuidad del tubo digestivo y garantizar un adecuado drenaje bilio-pancreático mediante una reconstrucción intestinal llamada Y de Roux. Los tumores del cuerpo y cola pancreática, sin embargo, implicarán la resección de los dos tercios distales de la glándula y el bazo".
El estadio de la enfermedad definirá el tratamiento del cáncer de páncreas, aunque no es el único factor a tener en cuenta. De hecho, el Dr. Bretcha remarca que los pacientes con la enfermedad más avanzada o con comorbilidades asociadas no van a obtener beneficio de una cirugía.
"En estos casos se optará por un tratamiento con quimioterapia o radio- quimioterapia exclusivamente", afirma.
"En líneas generales se considerarán aptos para cirugía los pacientes que no tienen enfermedad fuera del páncreas, como el hígado o el peritoneo; aquellos tumores que no invadan las venas y arterias principales del abdomen; y aquellos pacientes con un buen estado general de salud que permita una adecuada recuperación tras la operación".
Según el jefe del servicio de Oncología Quirúrgica del Hospital Quirónsalud Torrevieja, una de las tendencias actuales es tratar a estos pacientes antes de la operación con quimio-radioterapia, constituyendo un tratamiento neoadyuvante.
"Esto no quiere decir que el paciente no sea operable. Más bien, se trata de una estrategia que permite favorecer la cirugía y el control de la enfermedad", asegura.
El tipo de cirugía para tratar el cáncer de páncreas dependerá de la localización del tumor dentro de la glándula pancreática.
"En general", añade el Dr. Bretcha, "diferenciamos dos tipos de resecciones: la cirugía de Whipple o duodenopancreatectomía cefálica (que se lleva a cabo en tumores de la cabeza del páncreas y que implica la resección del duodeno, de parte del estómago y de la vía biliar) y la pancreatectomía corporocaudal (que consiste en resecar la parte final de la glándula pancreática y el bazo). En otras ocasiones, puede ser necesario realizar una resección total del páncreas".
Respecto al abordaje, y como en otras cirugías abdominales, puede realizarse por vía abierta, o mínimamente invasiva (laparoscópica, robótica).
Elegir un abordaje u otro estará condicionado por las características de cada caso y por la existencia de una unidad de cirugía mínimamente invasiva o robótica en el centro donde el paciente lleve a cabo su tratamiento.
En cualquier caso, el Dr. Pedro Bretcha insiste en que la cirugía del cáncer de páncreas "es una de las cirugías abdominales más complejas, con una alta tasa de complicaciones que puede rondar el 30%", por lo que debe realizarse siempre por un equipo con experiencia en el tratamiento de este tipo de tumores.
Aunque el cáncer de páncreas tiene una tasa de supervivencia más baja que otro tipo de tumores (solo un 10% sobrevive 5 años), los resultados individuales se basan en muchos factores, entre ellos el estadio específico de la enfermedad en el momento de ser diagnosticada.
El tratamiento quirúrgico radical puede mejorar estas cifras, como explica el jefe del Servicio de Oncología Quirúrgica del Hospital QuirónSalud Torrevieja.
"En los adenocarcinomas pancreáticos, con una cirugía adecuada junto a un tratamiento radio-quimioterápico complementario, se llegan a alcanzar tasas de supervivencia del 30% a los 5 años. En otros tumores menos agresivos, como los tumores neuroendocrinos, la cirugía puede ser curativa en un altísimo porcentaje de pacientes".
En todo caso, los especialistas recomiendan estar atentos a algunos de los síntomas del cáncer de páncreas, como pueden ser náuseas y vómitos, pérdida de peso, dolor en la zona del páncreas, obstrucción de conducto biliar, pancreatitis aguda o debut de Diabetes Mellitus tipo 2. Aunque se trate de síntomas inespecíficos que pueden retrasar el diagnóstico, si este se realiza de manera precoz, el porcentaje de curación puede alcanzar el 30%.
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