Una de las protestas realizadas por los agricultores hace unos días en Orihuela. Foto: Vega-baja.comORIHUELA. El presidente de la Cámara de Comercio de Orihuela, Mario Martínez, ha exigido hoy al Gobierno Central, pero sobre todo a la Unión Europea, que atienda las reivindicaciones de los agricultores y ganaderos que saldrán mañana a la calle en busca de soluciones a la crisis que atraviesan. Martínez ha tenido palabras de apoyo para el sector, pero en especial para los profesionales de la Vega Baja "que siempre han contado y contarán con el respaldo de Cámara Orihuela, porque no es de recibo que el campo, uno de los principales motores de nuestra economía, se vea obligado siempre a salir a la calle para pedir mejoras que, por otra parte, son de justicia".
El representante cameral ha recordado que desde la institución ya se impulsó en 2021 un estudio sobre lo necesario que es, para el sureste español, el trasvase Tajo-Segura, estudio que alertaba de los problemas que generarían un recorte de esta infraestructura al tiempo que ponía, negro sobre blanco, los beneficios de la agricultura para la preservación de este territorio en tanto que las explotaciones agrícolas actúan como sumideros de carbono, "sin entrar a tratar el impacto económico que tienen las actividades relacionadas con la agricultura en la zona del trasvase, con más de 3.000 millones de euros de beneficios y 106 mil empleos". Estudios con los que hay que contar y que se hacen a diario sobre el terreno por instituciones como la Escuela Politécnica Superior (EPSO) de la Universidad Miguel Hernández en Orihuela "que conoce el sector y su problemática, por lo que es necesario que trabajemos junto a ella para que no sean otras personas en Madrid o en Bruselas quienes marquen el futuro de nuestro territorio".
En este sentido el director de la EPSO, Juan Martínez Tomé, resalta que la Unión Europea tiene "que realizar una regulación del sector con una legislación adecuada, es muy importante que las normas que se promulguen sean desde el conocimiento del sector, la ciencia y la técnica para que podamos seguir produciendo los alimentos necesarios en cantidad suficiente, a un precio asequible para el consumidor, respetando el medio ambiente y donde el sector empresarial pueda tener rentabilidad". A esto, Martínez Tomé une otros problemas como el del agua que sufrimos en el sureste español, "porque el agua desalinizada no es la mejor solución, ya que multiplica por seis el coste del agua en los costes de producción, estando subvencionada, y esto baja de manera considerable la competitividad del sistema productivo, además de incorporar elementos, como el boro, que pueden comprometer el futuro de algunas explotaciones. Por otra parte, es muy importante que los parámetros de seguridad alimentaria que se exigen a los productos españoles, se exijan también a otros productos que entran de países terceros como Egipto, Marruecos o Sudáfrica".
Es por todo esto que desde la Cámara de Comercio "hacemos nuestras las reivindicaciones del campo, porque sin él, no contaríamos con las condiciones necesarias para el desarrollo de otros sectores clave en nuestra economía como el turismo o la construcción". Para Mario Martínez, "de la tierra nace todo lo que tenemos, y por eso debemos reclamar que se escuchen unas peticiones que son justas para poder competir en el mercado en igualdad de condiciones con los productos que llegan de fuera del continente". Desde Cámara Orihuela se recuerda que la inversión que se ha hecho en la agricultura de la Vega Baja en las últimas décadas es muy elevada, tanto pública como privada, y que son muchos los regadíos que se han modernizado y muchos los adelantos que hemos hecho para aprovechar hasta la última gota de agua a nuestro alcance. Por eso es necesario el apoyo de toda la sociedad y en especial, de quienes nos gobiernan, puesto que este es un problema que afecta mucho más allá de nuestras fronteras.
Mario Martínez no ha querido dejar de recordar la necesidad de mejora de las infraestructuras en el territorio de Orihuela y la Vega Baja y afirmar que "sin unas buenas vías de transporte que pongan a nuestros productos agrarios lo más rápido posible en el mercado internacional, de nada sirve el esfuerzo que se realiza para mejorar la competitividad del sector".
